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Cuando abrió los ojos esa mañana, el lugar en la cama apartado para Takemichi estaba vacío.

Sus ojos recorrieron su habitación buscándolo pero al no hallarlo, a toda prisa salió a buscarlo.
El pulso se le aceleró, la incertidumbre y preocupación le subió como espuma a la cabeza en unos pocos segundos pero al ver al muchacho sentado en la entrada de su casa colocándose sus zapatos para irse hizo que se estabilizara. Todavía tenía tiempo para detenerlo.

- ¿Qué crees que estás haciendo, Takemichi? - Naoto avanzó tomando al mayor del hombro para impedirle marcharse en cuanto estuvo a su lado - ¿A donde piensas irte?

Hanagaki se soltó de su agarre con brusquedad evitando voltear a mirarle.

- Ese no es tu problema - contestó - Te agradezco por lo que hiciste por mí pero todo queda hasta aquí, ya no pienso abusar de tu amabilidad.

Tachibana torció su boca con molestia - Deja eso, puedes quedarte aquí todo lo que quieras.

- Ese no es el problema.

- ¿Entonces cuál es? No puedo saberlo si no me lo dices.

Takemichi suspiró en ese momento, se levantó y lo miro a los ojos.
Los orbes azules del pelinegro estaban carentes de brillo. Tan vacíos e inexpresivos.

- Voy a regresar - exclamó - Voy a volver con él...

No hizo falta decir otra palabra más para que el menor se exalte. Naoto lo tomó por los hombros. La exasperación y el enojo salió en cada palabra que le grito a la cara, zarandeó su delgado cuerpo para hacerlo entrar en razón. Takemichi solo guardo silencio y espero.

- ¡¿DE QUE DEMONIOS ESTÁS HABLANDO? - gritó - ¡¿VOLVERÁS CON ESE TIPO?! ¡¿ESTÁS LOCO?!

Hace mucho tiempo que sabe que no está muy cuerdo que digamos pero Mikey lo era todo. Mikey era su todo. Era el universo mismo. Solitario, brillante a su manera, hermoso, sabe que no había nadie como él. Y ahora, sabe que él único que le haría feliz cumpliendo lo que más desea en este momento es él.

- Necesito estar con Mikey...

- ¡DEJA DE DECIR ESA ESTUPIDEZ!

No era una estupidez para él. No sabe en que punto pero Mikey se había vuelto tan necesario para él como respirar.

- Lo que haga con mi vida no es tu problema - espetó tomando las manos de Naoto que le apretaban los hombros para apartarlas sin cuidado -  Deja de meterte en donde no te importa.

El menor de los Tachibana apretó los dientes - ¡Es cierto que no es mi problema pero no puedo dejarte ir sabiendo que te vas con un puto loco!

Hanagaki se dió la vuelta sin más, ignorando al menor, estaba listo para marcharse cuando Naoto lo detuvo de nuevo logrando que se exaspere por la situación.

- ¡DÉJAME EN PAZ MALDITA SEA! 

- ¡¿QUÉ ES LO QUE QUIERES CON ESE TIPO?! ¡TERMINARÁS MUERTO SI SIGUES CON ÉL - Takemichi se tensó apretando los dientes cuando escucho eso - ¡ESE TIPO ES UN MALDITO ASESINO!

Takemichi lo empujo con todas sus fuerzas logrando que el menor perdiera el equilibrio y cayera.

Naoto se incorporó como pudo cuando Hanagaki volvió a hablar dejándolo congelado en su sitio.

- ¡Y ese mismo asesino es el que te ayudará a matar a Kisaki! - soltó - ¡Serás igual a él! - hizo una pausa -  bueno, si tienes las agallas necesarias para vengar a tu hermana.

- ....

- Yo no esperaré a que tus principios te dejen actuar - Declaró. Naoto abrió los ojos comprendiendo lo que planeaba hacer - Yo lo haré... si tengo a Mikey... se que lo lograré...

Un terrible futuro || Mikey x Takemichi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora