El hogar de los Tachibana estaba embargado en consternación.
El hijo menor de la familia entró a su habitación con un cuerpo inconsciente en sus brazos. Lo recostó en su cama con cuidado y se dedicó a quitarle las prendas de ropa para ver a detalle las evidencias del maltrato en su piel. Sus facciones se contrajeron al observar los moretones, las mordidas y chupones en su cuello y pecho. Sus dedos rozaron las marcas rojizas en sus muñecas mordiendo sus labios con impotencia e ira.
- ¡Oh por Dios! - su madre; quien había entrado con paños de agua claliente y demás utensilios exclamó asustada al verlo, dejó los objetos en la cama y luego apartó la mirada perturbada - ¿quién le hizo eso?
- Los mismos que mataron a mi hermana - respondió seco tomando los paños mojados y exprimiéndolos para limpiar sus pies cubiertos de cortes y suciedad - Ellos lo dejaron así.
- ¿Por qué están haciendo todo esto? N-No solo H-Hinata sino t-también este muchacho... - sollozó la mujer acercándose al chico en la cama - ¿que mal hicieron para merecer todo esto?
- Este niño era un delincuente - El padre de la familia se asomó al marco de la puerta cruzado de brazos y con cierto recelo en su voz. Madre e hijo se voltearon a mirarle - Lo que sea que le haya ocurrido, le paso porque el mismo se lo busco.
- Cariño...
- Puede que incluso por su culpa Hinata fuera asesinada - el hombre frunció el ceño, sus ojos se crsitalizaron - Se lo dije... le dije que un delincuente no le traería nada bueno...
- ¡PAPÁ! - interrumpió Naoto. Alzando su voz rota - ¡Takemichi no tiene nada que ver con lo que ocurrió con mi hermana!
- ¡SI ASÍ FUERA TU HERMANA JAMÁS HUBIERA MUERTO EN MEDIO DE UN CONFLICTO DE PANDILLAS!¡ELLA JAMÁS SE RELACIONO CON LA MALDITA TOKYO MANJI! ¡PERO ÉL SÍ!
- Takemichi huyó de la Tokyo Manji hace doce años y dejo a Hina ¿no lo recuerdas? - respondió - Me pidió ayuda para saber lo que pasaba. El líder lo estaba buscando para acabar con él.
La atención de Naoto viajó al rostro dormido del mayor. Su corazón se apretujó en culpa al verlo así. Si tan solo le hubiera protegido cuando pudo.
- Desapareció hace meses... pero está vivo. Logró huir al parecer - Naoto volteó a ver a su padre - No entiendo porque mataron a mi hermana pero Takemichi también es una víctima aquí. Él no tiene la culpa de nada.
El hombre mayor retiró los lentes por el puente de su nariz y su palma cubrió sus ojos con frustración. Respirando con fuerza, su voz exasperada salió en tenues sollozos al recordar a su pequeña, a su niña devorada por la maldad de un montón de delincuentes, a su princesa descansando entre rosas negras.
- ¿P-por qué... ella? ¿p-por qué mi niña? - el padre lloró. Naoto apretó los labios deteniendo su mano cuando su visión comenzó a empañarse producto de las lágrimas - Hinata solo era una maestra que daba clases a niños de preescolar, usaba el mismo collar todos los días, ayudaba a ancianas en la calle, adoraba usar vestidos floreados y solía ponerse triste en los días de navidad. ¡¿por qué está muerta?! ¡¿que hizo ella?!
- Padre... - llamó - te prometo que descubriré lo que paso, haremos justicia por mi hermana. No descansaré hasta saber por que ocurrió todo esto.
La mujer se acercó a su esposo y le guió fuera de la habitación. La puerta se cerró a sus espaldas. Naoto se limpió las lágrimas y continuó curando las heridas en el cuerpo del chico con cuidado.
Fue entonces cuando los ojos se abrieron. Los orbes azules de Takemichi se revelaron parpadeando numerosas veces hasta que pudo enfocar con claridad el lugar en el que se encontraba.
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Un terrible futuro || Mikey x Takemichi
FanfictionTouman no era la pandilla que una vez amo. La banda de delincuentes que le acogió pese a ser un cobarde y bueno para nada se había podrido y como una rata que huye cuando el barco se hunde Takemicchi intentó escapar de la destartalada Tokyo Manji c...