Un hijo de p***
2:30 AM
Na JaeminCómo de costumbre a estas horas de la madrugada me encontraba a la espera de algo importante, me había encargado de sabotear una entrega de armas para el ejército norcoreano, y el armamento sería entregado a las 4 AM en las puertas de mi casa. Estaba algo acostumbrado a trabajar por la madrugada, ya que así no desperdiciaba mi día haciendo el trabajo de los demás.
S.K: Joven Na...
— Silencio, aún no he terminado.
Dije con la mirada centrada en el libro que estaba leyendo, así es, las malas personas también leen libros.
S.K: Joven Na, acerca de la entrega...
Tan sólo oír la palabra "entrega" me hacía pensar en el lío que debo haber provocado al sabotear aquel envío, y sobre todo en la gran cantidad de dinero que me harían ganar aquellas armas.
— ¿Qué sucede con ello?
S.K: Creo que nuestros hombres no consideraron el pase por frontera y...
— ¿Y qué?
S.K: Tendremos que cancelar la entrega para mañana por la tarde...
— ¿Disculpa?
S.K: Lo siento joven Na.
— Esos... ¿Acaso no pueden hacer nada bien? Demonios... Cancela todo lo que tengo que hacer hoy.
S.K: Pero tiene una junta importante por el nuevo juego de la compañía.
— Da igual, cancelar eso.
S.K: Sí, señor.
El secretario Kang hizo una reverencia y salió de mi oficina, supongo que al notar mi enfado prefirió dejarme a solas antes de que tomara represalias contra él, sí, soy algo insensato a veces, algo que me hace ver cómo un completo hijo de put* lo cuál es verdad considerando la reputación que debió tener mi madre para que mi padre la sacara a patadas de la casa.
— Agh, siempre es lo mismo con esos novatos...
Solté un suspiro y tomé mi teléfono para hacer unas cuantas llamadas, ya que definitivamente no iba a quedarme de brazos cruzados, iba a recibir esa entrega a cómo diera lugar, o mi nombre ya no sería Na Jaemin.
— Perfecto, te debo una Mark.
Colgué la llamada y sonreí de lado, lo había conseguido, e incluso mejor que antes. Tengo un amigo que posee acceso a Corea Del Norte, así que conseguí que me ayudara a tener las armas por helicóptero.
— Ahora... ¡Secretario Kang!
Luego de aquel grito bajo, mi secretario entró a la oficina con una mano en su pecho y con la respiración algo agitada, le miré de arriba a abajo y suspiré, podía ser mi empleado, y yo un mafioso, pero aún así es de mayor edad que yo, tal vez el doble de mi edad o más.
— No es necesario que corra, señor Kang... Tome asiento, iré a hacerlo yo mismo.
S.K: Joven Na...
— Tome un descanso.
Fue lo último que dije antes de salir de la oficina para ir a avisarle a los guardias que despejaran el lugar para el aterrizaje del helicóptero.
X: Enseguida, joven Na.
— Ahh, y dile a mi chófer que lleve al señor Kang al hospital para una revisión, creo que podría necesitarlo.
X: Sí, joven Na.
— Perfecto, eso es todo.
Dí media vuelta para regresar adentro, esta vez en dirección a la cocina, al entrar en esta la cocinera se sobresaltó ante mi presencia e hizo una reverencia rápida.
S.L: Oh Dios, Joven Na, ¿Qué lo trae por aquí?
— Es mi casa, Ahjumma.
S.L: Claro, pero usted nunca viene a la cocina a menos que tenga alguna petición o...
— Insomnio... Pero no es el caso esta vez.
S.L: Entonces...
— El señor Kang no se ve bien, ¿Podría acompañarlo al hospital?
S.L: ¿Yo?
Asentí con levedad sin mirarla, podía predecir lo que iba a decir, algo cómo, "al fin está demostrando sus verdaderas emociones" o "después de todo no es tan malo cómo aparenta" y cosas así adulando mi amabilidad, o empatía con el señor Kang... Podía ser cierto, o podía ser parte de algún plan mío, en realidad, Na Jaemin no es predecible ante nadie.
S.L: Joven Na, su corazón no es del todo frío cómo parece...
— Sabía que me diría algo como eso... Y no respondió a mi pregunta ¿Irá con el señor Kang o no?
S.L: Por supuesto, aunque no sé si ese viejo malhumorado querrá ir al hospital para empezar.
— El viejo malhumorado tiene la misma edad que usted abuela Lee.
S.L: Este niño... ¿Yo te crío y así me pagas?
Dijo esta jalando de mi oreja, era la única que tenía la valentía de insultarme, gritarme e incluso jalarme el cabello, porque era cómo mi abuela, tal vez un poco más gruñona, pero mi abuela era exactamente igual a ella, siempre regañándome por cualquier tontería que hiciera... Y la señora Lee me cuidó desde que nací, e incluso antes de que naciera, cuidó a mi madre durante su embarazo, básicamente, fue mi niñera, y también mi abuela de segunda mano.
— Ahjumma... ¿Quiere que la despida?
S.L: ¡Sí! Dame un descanso mocoso malcriado.
— Usted fue la que me malcrió.
S.L: Tsh, sal de mi cocina.
— Es mi casa, y cuando regrese con el señor Kang tómese el día libre, hoy estoy de buen humor.
S.L: ¿Tan feliz te hace trabajar en esto?
— Claro, estoy cumpliendo el legado de mi padre... "Robar, sabotear, matar y ganar"
S.L: ¿Y estás seguro de que quieres cumplirlo?
— Ahjumma, ¿Qué está insinuando?
S.L: Nada... Nada...
Le dí una mirada de confusión y ella simplemente señaló la puerta en forma de "vete o te saco a patadas" así que preferí no recibir más violencia por su parte y salí de la cocina.
— A veces no sé quién es más mafioso, si ella o yo.
Negué un par de veces y me fuí a mi habitación, necesitaba una ducha fría para refrescarme un poco, habían sido demasiadas emociones hoy, y él día ni siquiera ha comenzado aún realmente, ya que apenas es de madrugada.
— Papá... Cumpliré mi promesa.
Dije viendo por la ventana aproximadamente 30 minutos después de ducharme y vestirme. (Ya en mi oficina nuevamente). La entrega completa llegaría probablemente en unas cuatro o cinco horas, ya que tardarían bastante trasladando las cajas al helicóptero, y obviamente no podrían traerlas todas de una vez.

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𝐎𝐛𝐬𝐞𝐬𝐬𝐢𝐨𝐧 [ɳα ʝαεɱเɳ]
Fanfiction-Una joven latina de 21 años que se mudó a Corea del Sur para trabajar como policía, y un joven desarrollador de videojuegos de 23 años se conocen por casualidad en la calle, tras chocar un par de veces por accidente, comienzan a conocerse y a entab...