02 (𝐍𝐚 𝐉𝐚𝐞𝐦𝐢𝐧)

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Un hijo de p***

2:30 AM
Na Jaemin

Cómo de costumbre a estas horas de la madrugada me encontraba a la espera de algo importante, me había encargado de sabotear una entrega de armas para el ejército norcoreano, y el armamento sería entregado a las 4 AM en las puertas de mi casa. Estaba algo acostumbrado a trabajar por la madrugada, ya que así no desperdiciaba mi día haciendo el trabajo de los demás.

S.K: Joven Na...

— Silencio, aún no he terminado.

Dije con la mirada centrada en el libro que estaba leyendo, así es, las malas personas también leen libros.

S.K: Joven Na, acerca de la entrega...

Tan sólo oír la palabra "entrega" me hacía pensar en el lío que debo haber provocado al sabotear aquel envío, y sobre todo en la gran cantidad de dinero que me harían ganar aquellas armas.

— ¿Qué sucede con ello? 

S.K: Creo que nuestros hombres no consideraron el pase por frontera y...

— ¿Y qué? 

S.K: Tendremos que cancelar la entrega para mañana por la tarde...

— ¿Disculpa?

S.K: Lo siento joven Na.

— Esos... ¿Acaso no pueden hacer nada bien? Demonios... Cancela todo lo que tengo que hacer hoy.

S.K: Pero tiene una junta importante por el nuevo juego de la compañía.

— Da igual, cancelar eso.

S.K: Sí, señor.

El secretario Kang hizo una reverencia y salió de mi oficina, supongo que al notar mi enfado prefirió dejarme a solas antes de que tomara represalias contra él, sí, soy algo insensato a veces, algo que me hace ver cómo un completo hijo de put* lo cuál es verdad considerando la reputación que debió tener mi madre para que mi padre la sacara a patadas de la casa.

— Agh, siempre es lo mismo con esos novatos...

Solté un suspiro y tomé mi teléfono para hacer unas cuantas llamadas, ya que definitivamente no iba a quedarme de brazos cruzados, iba a recibir esa entrega a cómo diera lugar, o mi nombre ya no sería Na Jaemin.

— Perfecto, te debo una Mark.

Colgué la llamada y sonreí de lado, lo había conseguido, e incluso mejor que antes. Tengo un amigo que posee acceso a Corea Del Norte, así que conseguí que me ayudara a tener las armas por helicóptero.

— Ahora... ¡Secretario Kang!

Luego de aquel grito bajo, mi secretario entró a la oficina con una mano en su pecho y con la respiración algo agitada, le miré de arriba a abajo y suspiré, podía ser mi empleado, y yo un mafioso, pero aún así es de mayor edad que yo, tal vez el doble de mi edad o más.

— No es necesario que corra, señor Kang... Tome asiento, iré a hacerlo yo mismo.

S.K: Joven Na...

— Tome un descanso.

Fue lo último que dije antes de salir de la oficina para ir a avisarle a los guardias que despejaran el lugar para el aterrizaje del helicóptero.

X: Enseguida, joven Na.

— Ahh, y dile a mi chófer que lleve al señor Kang al hospital para una revisión, creo que podría necesitarlo.

X: Sí, joven Na.

— Perfecto, eso es todo.

Dí media vuelta para regresar adentro, esta vez en dirección a la cocina, al entrar en esta la cocinera se sobresaltó ante mi presencia e hizo una reverencia rápida.

S.L: Oh Dios, Joven Na, ¿Qué lo trae por aquí?

— Es mi casa, Ahjumma.

S.L: Claro, pero usted nunca viene a la cocina a menos que tenga alguna petición o...

— Insomnio... Pero no es el caso esta vez.

S.L: Entonces...

— El señor Kang no se ve bien, ¿Podría acompañarlo al hospital?

S.L: ¿Yo?

Asentí con levedad sin mirarla, podía predecir lo que iba a decir, algo cómo, "al fin está demostrando sus verdaderas emociones" o "después de todo no es tan malo cómo aparenta" y cosas así adulando mi amabilidad, o empatía con el señor Kang... Podía ser cierto, o podía ser parte de algún plan mío, en realidad, Na Jaemin no es predecible ante nadie.

S.L: Joven Na, su corazón no es del todo frío cómo parece...

— Sabía que me diría algo como eso... Y no respondió a mi pregunta ¿Irá con el señor Kang o no?

S.L: Por supuesto, aunque no sé si ese viejo malhumorado querrá ir al hospital para empezar.

— El viejo malhumorado tiene la misma edad que usted abuela Lee.

S.L: Este niño... ¿Yo te crío y así me pagas?

Dijo esta jalando de mi oreja, era la única que tenía la valentía de insultarme, gritarme e incluso jalarme el cabello, porque era cómo mi abuela, tal vez un poco más gruñona, pero mi abuela era exactamente igual a ella, siempre regañándome por cualquier tontería que hiciera... Y la señora Lee me cuidó desde que nací, e incluso antes de que naciera, cuidó a mi madre durante su embarazo, básicamente, fue mi niñera, y también mi abuela de segunda mano.

Ahjumma... ¿Quiere que la despida?

S.L: ¡Sí! Dame un descanso mocoso malcriado.

— Usted fue la que me malcrió.

S.L: Tsh, sal de mi cocina.

— Es mi casa, y cuando regrese con el señor Kang tómese el día libre, hoy estoy de buen humor.

S.L: ¿Tan feliz te hace trabajar en esto?

— Claro, estoy cumpliendo el legado de mi padre... "Robar, sabotear, matar y ganar"

S.L: ¿Y estás seguro de que quieres cumplirlo?

Ahjumma, ¿Qué está insinuando?

S.L: Nada... Nada...

Le dí una mirada de confusión y ella simplemente señaló la puerta en forma de "vete o te saco a patadas" así que preferí no recibir más violencia por su parte y salí de la cocina.

— A veces no sé quién es más mafioso, si ella o yo.

Negué un par de veces y me fuí a mi habitación, necesitaba una ducha fría para refrescarme un poco, habían sido demasiadas emociones hoy, y él día ni siquiera ha comenzado aún realmente, ya que apenas es de madrugada.

— Papá... Cumpliré mi promesa.

Dije viendo por la ventana aproximadamente 30 minutos después de ducharme y vestirme. (Ya en mi oficina nuevamente). La entrega completa llegaría probablemente en unas cuatro o cinco horas, ya que tardarían bastante trasladando las cajas al helicóptero, y obviamente no podrían traerlas todas de una vez.

𝐎𝐛𝐬𝐞𝐬𝐬𝐢𝐨𝐧 [ɳα ʝαεɱเɳ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora