OL: Reinado de dolor.

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Klaus

-Empecemos con un brindis para nuestro don común... la inmortalidad. – toco la copa para llamar la atención de todos los que comparten la mesa.

Marcel está a un costado de mí, mientras lidero la punta de la mesa. Seis vampiros más se reparten en la mesa y en la otra punta se encuentra Danielle.

-Tras mil años, uno podría esperar sentir la vida menos intensamente, sus bellezas y sus penas, que disminuyan con el tiempo, pero como vampiros, sentimos mucho más profundamente que los humanos pueden imaginar...Necesidad insaciable, dolor exquisito... - los meseros cortan sus brazos y comienzan a llenas las copas con su sangre. – Nuestras victorias, y nuestras derrotas. Por nuestra ciudad, por mi casa de nuevo. Que la sangre nunca deje de fluir.

-Y que la fiesta nunca acabe. – Marcel alza su copa.

-Por New Orleans. – todos repiten mis palabras menos Danielle. – Supongo que tienen algunas preguntas sobre el reciente cambio en el liderazgo, los he invitado aquí esta noche para asegurarles que no nos han vencido. Mis intenciones son continuar y celebrar lo que tenemos, lo que Marcel tomó, de hecho... - me acerco a él y pongo mi mano en su hombro. – Y construyó esto en una verdadera comunidad de vampiros.

- ¿Y qué hay de ella? – Diego apunta a Danielle.

-Si me hubieras dejado terminar, Diego, sabrías que hay, por supuesto, otro tema más del que me gustaría ocuparme. – camino hacia Danielle y toco su hombro. – Como muchos ya saben, esta mujer ha estado conmigo desde el principio de mi vida y lleva a mi hijo. Confío en que le mostrarán el debido respeto a su reina. De todos modos, entiendo que algunos estén preocupados por ese sucio rumor de que planeo usar la sangre de nuestro hijo para crear híbridos. Les aseguro que no.

Danielle me mira intensamente para luego bufar.

-Padre del año. – ríe sin humor.

-Parece que tendré que ganarme su confianza. – vuelvo a mi lugar. – Muy bien. Eliminaremos la raíz de su ansiedad. Verán, ¿cómo voy a vincular más híbridos si no quedan lobos en el pantano a los que convertir?

-¿Qué? Niklaus, no. - Danielle me mira asustada, pero la ignoro.

-Así que, coman, beban, y sean felices, y mañana les sugiero que hagan una caza de hombres lobo. Adelante. Diviértanse. Mátenlos a todos. – sonrío.

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Rebekah

-De ninguna manera. – niego mientras unos hombres sacan el sillón de la casa. – Yo pagué por eso.

-Por favor. – Elijah baja las escaleras. – No has pagado nada en toda tú vida.

-Difícilmente veo que eso sea relevante.- le digo. - Nik nos está castigando simplemente.

-Bueno, le hemos hecho daño, mucho, aparentemente. – se ubica a mi lado.

-Creímos lo peor de él la única vez en un millón cuando lo peor no era la verdad. – Elijah camina hacia la puerta. - ¿Dónde crees que vas?

-A asegurarme que Hayley ni Danielle sufran por nuestros errores. – responde.- Niklaus se siente vengativo. Danielle lo puede confrontar y eso no terminará bien. No podemos confiar en que estén a salvo.

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Danielle

Me levanto al darme cuenta que ya no puedo volver a conciliar el sueño. Tomo una ducha rápida y me visto. Mi estómago ruge por comida, paso por los pasillos y veo a Nik junto con Camille en su despacho. Iba a ignorarlos y seguir con mi camino...

Original Love: "Klaus Mikaelson" [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora