OL: Punto de partida.

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Elijah

-Camille... - la llamo cuando la veo entrar al recinto. - Por favor.

-¿Por qué me llamaste? ¿Encontraste la manera de ayudar a mi tío?

-Puedo intentarlo, pero primero necesito tú ayuda.

-No tengo tiempo para juegos, Elijah.

-Mi hermano tiene un mecanismo de tortura mística en su pecho, y la madre de su hijo está inexplicablemente desaparecida. - subo el tono de mi voz. - Así que puedo asegurarte que yo tampoco tengo tiempo para ningún juego.

-¿Qué necesitas que haga? - le indico que me siga hasta la planta superior y nos adentramos a la habitación de mi hermano. - ¿La daga que me dio la bruja está dentro de él?

-Y cada segundo que permanece allí, le provoca a Niklaus un terrible sufrimiento. - subo las mangas de mi camisa.

-¿Quién lo apuñaló?

-Yo. - su mirada muestra sorpresa. - Y ahora intento sacársela. Puede que sea mejor que te hagas para atrás.

Corto con un bisturí su torso, lo escucho quejarte y meto mi mano en su estómago. Busco la daga, cuando la encuentro la saco mientras él ahoga un grito.

-Verás, Niklaus estará débil mientras se recupera. Así que cuídalo y aliméntalo si quieres. Pero lentamente, por favor, y de tu muñeca.

-¿Acaso no tienen almacenadas bolsas de sangre? - dice con cierto miedo.

-Sí, pero tu sangre contiene verbena. Lo quemará, beberá más lento. Tal vez podrías usar el tiempo de manera constructiva, persuadirlo de no asesinar a su hermanita. - me acerco a él para susurrarle. -Niklaus... no deseaba provocarte este dolor, pero no toleraré que dañes a Rebekah. Ahora, temo que Sabine esté preparando una última jugada en nuestra contra. Pretendo encontrarla y acabar con esto.

-Elijah... - susurra. - Pagarás por esto.

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Danielle

Me dirijo al árbol en donde se encuentra amarrada Sabine, le quito la cinta de la boca y retrocedo unos cuantos pasos mientras Eve me entrega un arma.

-¿Qué es esto, venganza? Mira. Lamento haberte engañado. No estaba tras ustedes.

-¿Qué, nosotros éramos daños colaterales? - pregunta Hayley. - Casi nos quemas vivas en el incendio de la plantación.

Trata de zafarse de las cuerdas que la mantienen cautiva y disparo cerca de ella, provocando que se sobresalte.

-Cuidado, Sabine, o Celeste o como quiera que te llames. - gruño. - Los movimientos inesperados me poner nerviosa y homicida.

-¿Vas a matarme? - ríe.

-No. Algo mejor. Verás, sé todo sobre ti. Sé que te gusta desaparecer y luego meterte en el cuerpo de otros. Bueno, eso no va a suceder aquí. No puedo matarte, pero intenta lanzarme un maleficio, y mi amiga, Hayley, te disparará a la rótula. Si la atacas a ella haré algo que realmente te duela.

-Entonces ¿Qué quieres?

-En los años noventa, ocupaste el cuerpo de una bruja llamada Brynne Deveraux, ¿lo recuerdas? Marcel hizo que ella, o más bien tú, le lanzara una maldición a muchos lobos para que solo pudieran convertirse cuando hay luna llena.

-Ya veo. Sí, fui yo. Déjame adivinar. Quieres vengarte.

-Quiero que deshagas la maldición. - la corrijo.

Original Love: "Klaus Mikaelson" [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora