La Debilidad De Iñaki (+18)

Siempre seré tuya

|Final|

EMMA

- Mamá ya deja el tema.- le digo por quinta vez y cojo una de galletas recién salidas del horno.
- Iñaki se canso de mí y no puedo hacer nada contra eso por más que lo ame.- ella me mira mal quitándose los guantes.

El abogado de Iñaki, ahora esposo de mi mamá y mi padrastro nos mira a ambas y sigue sirviendo chocolatada caliente para mi.
Hace tres horas que estoy aquí con ellos, me he ido de la casa sin decirle nada a nadie, ya no soportaba más la indiferencia de el padre de mi beba, con Antuan fuera de la ciudad por días no le veía caso seguir allí.

Y creo que no volveré...

- Solo digo que deberían hablar.- dice ella sin creer que me haya ido de la casa. - Traer una hija al mundo sola no es broma Emma.- toma del café.

- Pero no estará sola, Iñaki jamas dejaría a su hija a la suerte.- habla Fedrik y mamá con la cara le dice que mejor se calle.

Temo por el señor Fedrik...

- ¡Tu no opinas!.- mamá confirma lo que pensaba, ella lo tiene muy controlado, él queda en silencio y sigue bebiendo su café. - Emma ya oíste a Fedrik.- él me mira asombrado. - Iñaki vendrá por tí y solucionaran todo.- coje mi mamo y ya se puso en modo telenovelera. - Mi nieta debe crecer al lado de su padre.- se levanta de la silla moviendo sus manos de aquí para alla.- Voy a llamarlo, si eso haré y ahora mismo.- lleva la punta de sus dedos a sus ojos, según ella, secando sus lagrimas. - No quiero que... que... ¡ay me falta el aire!.- exagera y Fedrik se levanta preocupado enseguida. - Ire a tomar un poco de aire.- lo frena antes que llegue a ella y sale por la puerta.

El señor Fedrik se queda dudando si ir tras ella o quedarse, no se como hace para aguantarla, pensé que papá era el único, papá como te extraño.

- En cinco minutos volverá.- le aseguro y él me mira como un padre a su hija mientras tomo mi chocolatada caliente.

- Emma no se que paso entre Iñaki y tu.- se sienta nuevamente donde estaba antes. - Pero lo que sí se, es que te puedes quedar aquí todo el tiempo que quieras.- sonríe como si el que yo este aquí le agrade mucho.

Mamá se ha mudado con el desde que consumieron matrimonio acto que nos tomo por sorpresa cuando nos dijeron que se habían casaron por civil cuando estábamos en Hawái.

Tengo mucho trabajo, si como no...

- Gracias.- agradezco algo apenada.

A pesar de que se que es un buen hombre me da vergüenza estar aquí ya ha de tener suficiente con mi mamá y más con todo lo que como, ya me he vaciado su heladera, que vergüenza...

- La casa por fin tiene vida.- confiesa sonriendo y lo imito.

Por lo que me contó mi mamá, el señor Fedrik siempre fue un hombre solitario, así que entiendo que mi mamá le haya dado un poco de alegría a su vida, solo espero que no se canse de ella.

- ¡Emma!.- grita mi madre. - ¡Ven a ver las flores horribles de esta casa!.- dice y siento vergüenza ajena.

- Si decides dejarla entenderé porque.- miro a Fedrik, ambos reímos y salimos al jardín.

Mucho no puedo ayudar ya que mi panza esta muy grande y ni mamá ni el señor Fedrik me dejan hacer mucho.
Ellos se ven tan bien juntos que me alegro muchísimo por ambos, mamá ha vuelto a sonreír como lo hacía con papá en sus mejores momentos, sin duda la vida le dio otra oportunidad de amar y ser amada.