| EMMA |
Suspiro completamente enamora del hombre que se encuentra haciendo ejercicios, es increíble como su constancia no se rompe, siempre que esta en la casa se encierra dos horas en el gimnasio para mantener su cuerpo tan tallado como la de un stripers.
Y yo? bueno, yo siempre como una acosadora tras él vengo a verlo, soy la acosara de mi esposo lo admito.
Trato de aunque sea levantar pesas o hacer dos sentadillas, pero no es lo mío, siempre termino recostada en el suelo admirando lo de bello que es y lo agradecida que soy por tenerlo.El siempre me dice que soy bendecida por el físico que me toco, que sigo igual o mejor que cuando me conoció y yo digo lo mismo de él...
Subo la música que ha puesto y empiezo a mover mis caderas de acá para allá mientras paso un paño limpiando las maquinas, aún llevo mi pijama ya que no hemos desayunado, es más ni el sol ha salido y ya andamos levantados.
Él lleva su típico conjunto deportivo pero yo sigo con mi pijama y encima descalza, soy un desastre a pesar de tener mas años, una hija ya mayor de edad y un esposo completamente perfecto para mi, sigo siendo un desastre.No he dejado ser la Emma chiquilina y más cuando estoy a solas con Iñaki...
Hemos pasado tantas cosas y aun así seguimos tan enamorados, tan activos como si los años no hubieran pasado en nosotros, aun seguimos tan deseosos el uno del otro como la primera vez.
- ¿No te ha llamado Sol?.- me pregunta al recostarse sobre la maquina de levantar pesas.
- No.- contesto. - Le he dejado mensajes pero aun no los ha visto.- sigo contestando. - Quizás aun siga de fiesta.- sonrió al ver su cara disgustada.
Que celoso, ni que él no haya disfrutado su juventud...
- Que bueno que Jacob acepto ir.- habla y asiento pensando en lo mal que se están llevando desde que él ya tiene otra novia.
- ¿Crees que se estén llevando mal?.- pregunto caminado hacia él. - Ya sabes que ellos se quieren mucho, han ido y venido tantas veces que ya no se que pensar.- me siento en sus piernas. - Es una pena que no se den cuenta de que están hechos el uno para el otro.- suspiro mirando sus brazos.
- Él no es para nuestra hija.- susurra dejando la pesa. - Lo ha dejado de ser desde el momento que se fijo en otra joven.- comenta algo decepcionado de Jacob. - Me duele por que lo quiero como a un hijo, pero no lo es, y mi prioridad es mi hija, ver que ella no sufra.- se levanta sosteniendo mi espalda. - No debemos pensar en ellos.- se acerca a mis labios. - Mejor pensemos en que quieres para tu cumpleaños.- me besa y paso mis manos atrás de su cuello acercando mi cuerpo más al suyo. - ¿Que va a querer mi reina?.- pregunta, se acerca mi cumpleaños pero no necesito nada, ¿Qué más podría tener?. - ¿Un viaje?, ¿Un nuevo auto?, ¿Un niño?.- trata de investiga mi hombre y con lo último ambos nos quedamos callados y pensativos.
Iñaki desde hace años que quiere un niño, siempre se queja que yo ya tengo una mini Emma y él se merece un mini Iñaki, aveces se pone tan infantil como nuestra hija.
Yo obviamente lo he pensado pero no ha llegado, hace más de cinco años que no me cuido y nada.
Él no lo sabe, aún piensa que sigo tomando las pastillas, y ahora oírlo me dan ganas de quedar embarazada más que nunca, así que cuando Dios quiera vendrá o no a nuestras vidas.- Quizás lo piense.- digo y se le iluminan los ojos.
- Empecemos ahora.- sugiere poniéndose de pie conmigo pegada a su cuerpo sudado.
- ¿Ya?.- pregunto un poco agitada al sentir el roce de sus manos debajo de mi nalgas.
- Si ahora.- dice y camina al cuadrilátero donde practica boxeo con Jacob.
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La Debilidad De Iñaki (+18)
Romance|Vas a volverme loco si sigues aquí.| me sonrojo al leer su mensaje. |No me puedo concentrar si tu vestido se sube de esa manera.| me doy vuelta para verlo, su mirada esta fija en mi. Suena mi celular otra vez. |Eres aun más hermosa sonrojada.|- le...