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Mi mente estaba queriendo dejarse llevar por los acogedores brazos del mundo de los sueños. Mi cabeza se dejaba caer de lado pero me acomodaba rápido en fallidos intentos de ahuyentar el sueño. Hasta que dejé de enderezarme porque mi cabeza se sintió cómoda en... ¡en el hombro de Tobias! que vergüenza me quité de su hombro y me puse de pie al tiempo que Amar habló.

---Menos mal no te dormiste granjerita.

Antes de que pueda preguntar si ya llegamos se dirije ahora a Tobias cuando habla.

---Arriba estirado---a pesar de su voz firme, es amable---Ya es tiempo de saltar.

---¿Saltaremos?--- pregunta Tobias aún sentado.

Yo también me sorprendo, genuinamente creí que solo saltaríamos para subir y que pararía para bajarnos, ahora sé que no debo asumir nada de osadía.

---Por supuesto que saltaremos--- dice Amar con una sonrisa--- El tren no para por nadie.

Yo me pongo a la par de Tori, Tobias se levanta. Mi bandana rodeando la herida en su mano ya no tiene evidencia de haber sido amarilla. Tori me agarra algo fuerte del antebrazo y me hace avanzar con ella, luego me empuja junto a Tobias a la salida. Yo la miro confundida por su repentina brusquedad.

---¡Dejemos que los iniciados bajen primero!--- grita Tori

---¿Por qué lo haces?--- le pregunta Tobias con el ceño fruncido.

---¿Quieres hacernos una novatada o algo así?--- pregunto yo.

---¡Les estoy haciendo un favor!--- nos contesta dándonos otro empujón, acercándonos más a la salida.

El resto de los osados sonríen y algunos golpean las paredes de metal con sus palmas, animándonos a saltar. Tobias y yo nos miramos a los ojos antes de acercarnos más a la salida, nos estamos acercando a donde debemos saltar. Es un tejado.

Quiero creer que tenemos mas tiempo, pero pronto comienzo a ver a los osados de los primeros vagones saltar al tejado. Al menos esta vez me doy la confianza de creer que nadie me va a empujar. Me mentalizo para el salto que debo dar.

Miro de reojo a Tobias, se sostiene con fuerza del asidero, puedo notar con facilidad su nerviosismo a tener que saltar de nuevo, para ser sincera a mi también me da algo de pánico saltar de un tren en movimiento elevado a tanta altura.

Pasamos frente al tejado y me impulso con todas mis fuerzas reunidas para dar mi salto, agito mis brazos y me rio al imaginar cómo me ven los demás, como un pez rojo tratando de nadar en el aire.

Caigo de rodillas de nuevo pero vengo con tanto vuelo que luego doy una vuelta de costado, como una oruga. Me sentí tan libre que la molestia de la grava enterrada en mis rodillas y mis brazos desaparece por completo.

---Maldición, tenía esperado levantar pure de estirado del asfalto--- escucho decir a alguien 

Me levanto y me sacudo la grava. Tobias está sentado sobre sus talones, pero se tambalea un poco, definitivamente esta mareado. Me acerco y le extiendo la mano.

---Mira el lado bueno, ya superamos dos pruebas de la iniciación---le digo mientras le ayudo a levantarse.---Además, no te veo taaan alterado como para que el resto note tu miedo a las alturas.

Suelto su mano y camino frente a él, dirigiéndome a donde esta Amar a punto de darnos una indicación.

---Oye, yo no le...--- volteo a verlo con expectación, quiero que sepa que yo sé que en realidad si se tambaleaba de miedo, y que puede confiar en mí.

No me pone una excusa, solo suspira y me sigue.

---¡Les doy la bienvenida a osadía!---grita Amar con euforia---Donde nos enfrentamos a nuestros miedos intentando no morir en el intento eso o marcharse como cobardes..

Heartiness | CuatroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora