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Anoche que decidí irme a la sala de entrenamiento a practicar definitivamente a sido una de las mejores decisiones que e tomado porque en la pelea de esta mañana que me tocó enfrentarme a Nara, una chica trasladada de erudición, logré vencerla, aunque definitivamente tenía puños pesados, me dejo un moretón en el hombro izquierdo pero no se compara con la hinchazón en el ojo que se le quedó.

A Cuatro le tocó enfrentarse con Sean, demostró ser demasiado fuerte y no precisamente por la fuerza con la que golpeo a Sean, si no por todas las veces en que Sean lo dejaba en el suelo y aun asi Cuatro volvía a levantarse, una y otra vez, aún en esas veces en que creíamos que Sean lo había vencido. Cuatro volvía a ponerse en pie.

Verlo con cortes y moretones en el suelo hacía que mis respiraciones disminuyeran de la preocupación, como si con cada bocanada de aire que yo diera fuera una menos para él, pero cada que se levantaba de nuevo, me permitía respirar con tranquilidad de nuevo.

Esta mañana antes de nuestras peleas Cuatro y yo no hablamos, ni siquiera cruzamos miradas, pero lo atribuí a los nervios de ver con quién nos tocaría enfrentarnos, sin embargo después de nuestras peleas me a estado ignorando. No hay manera de decir que no me a visto o algo así, porque al principio me acercaba para tratar de entablar una conversación normal con él, pero al verme dirigirme hacia él de inmediatamente se alejaba, evitando cualquier tipo de contacto.

No tengo idea de lo que pudo haber pasado para que de la nada haya decidido alejarse así, como si no fueramos conocidos que estaban comenzando una amistad. Como si no fuera que tan sólo la noche anterior se había preocupado por mí.

No puedo negar que me pesa un poco, porque es un buen chico, pero tampoco es el fin del mundo, esa tarde durante la comida hice mas amigos, Zeke el chico nacido en osadía que fue el primero en saltar de la cornisa aquel día, él igualmente me presentó a Shauna, también nacida en osadía. Justo ahora ahora estoy cenando con ellos.

---Tercera llamada, repito, tercera llamada---me llama Shauna, quien esta sentada frente a mí.

---Lo siento---digo apartando mi mirada de Cuatro y volviendo a verla a ella y a Zeke, quien me mira con un gesto de confusión---¿Por qué me miras así?---le pregunto con una risa

---Te prometo que es una chica lúcida, debe quedarse perdida porque Amar los está entrenando duramente--- le explica Amar a Shauna

Shauna nos da la espalda y mira en la dirección en la que yo estaba viendo, y observa a Cuatro. Cuando vuelve a dirigir su mirada a nosotros nos mira con una ceja enarcada.

---¿Qué te hizo ese chico o qué?---me pregunta

---¿Cuatro?--- pregunta Zeke sin disimulo, apuntándole con su tenedor, yo le doy un manotazo para que lo baje.

---Si Zeke, Cuatro, y no Shauna, no me hizo nada, es solo que...

---Te gusta--- me interrumpe Zeke a lo que yo me río.

---No, es sólo que habíamos estado conociéndonos desde la ceremonia de elección, pero ayer me tocó enfrentarme a él en la primer pelea, al principio le iba ganando pero bueno, me noqueó

---Es más fuerte de lo que parece entonces---comenta Shauna

---Lo es---le aseguro--- El chiste es que yo no desperté pronto, pero estuve consciente de que en la noche, probablemente a la hora de la cena, antes de que el resto de trasladados llegara a la habitación, Cuatro me puso un pañuelo mojado en la frente, creyó que tenía temperatura, no sé, pero me ayudó como un amigo lo haría.

---O como un conocido que se siente culpable---agrega Zeke y me quedo sin palabras, no había pensado en esa simple y sencilla posibilidad

---Mmm Zeke tiene un punto---lo apoya Shauna mientras se mete un bocado a la boca.

Heartiness | CuatroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora