XII

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Seguimos pasando los edificios de erudición, que tienen grandes ventanas a través de las cuáles puedo ver a eruditos, desde jóvenes a ancianos, vestidos en sus ropas azules, y tan absortos en sus lecturas que ni siquiera se molestan en levantar la mirada a pesar del ruido que nosotros hacemos al caminar.

Una vez llegamos al edificio central de erudición Amar abre las puertas con fuerza y entra decidido. Esta edificio tambien tiene grandes ventanas, por lo cual nos acercamos a ellas para observarlo desde afuera. Dentro del edificio veo también el recuadro de Jeanine Matthews, la líder de erudición. 

Amar, quien llega al vestíbulo antes para cumplir su reto, toma una gran bocanada de aire y procede a gritar.

---¡Eh eruditos! ¡miren esto!

Todos los eruditos presentes voltean a verlo, me recuerdan a la imagen de una parvada de búhos volteando todos al mismo tiempo hacia una dirección. Amar hace algo que ni siquiera me había imaginado que podría hacer, se baja un poco los pantalones y les enseña las nalgas.

Inevitablemente mi boca se abre con sorpresa, yo me esperaba que les sacara el dedo o algo así, Amar se sube los pantalones con velocidad y corre con una sonrisa en la cara, veo que algunos eruditos se levantan de sus sillas, los osados comenzamos a correr detrás de Amar mientras reímos.

Echo un vistazo rápido a mi izquierda donde Cuatro va a la par de mí, y se le ve muy contento, riendo sin parar, se ve tan alegre, tan... libre y verlo así me hace sentir bien.

Aunque realmente no sé por lo que a pasado y qué lo hizo venir a osadía, se que debió ser difícil y sinceramente estoy orgullosa de ver que poco a poco se le empieza a ver feliz.

Desvío mi mirada de él, pero mi mente aún está proyectando la imagen del perfil de Cuatro, por lo doy un tropezón, pero no me caigo, pues el mencionado me sostiene del codo evitando mi caída. Rápidamente me suelta y yo me recompongo para seguir corriendo a su ritmo, mi casi caída sólo causa que Cuatro ría más. 

Los eruditos se cansaron a dos cuadras de correr detrás de nosotros, por lo que comenzamos a bajar el ritmo hasta detenernos en un callejón donde yo me desplomo en el suelo para recuperar el aliento, resulta y resalta que reír y correr al mismo tiempo no siempre es una buena combinación.

Todos miramos a Amar, quien tiene una sonrisa triunfante y le hacemos bulla, sostiene la petaca y pasa su mirada por todos los osados, hasta que la baja a donde estoy yo y levanta las cejas juguetonamente. Ay diosmio ya se lo que viene.

---Saraaaaa---dice alargando la última vocal y señalándome con la petaca--- Será mejor que tú seas la siguiente, te reto a subir al techo de ese edificio, y usar la cadena de esa grúa para llegar al techo del otro edificio.---Me reta para luego lanzarme la petaca, la cual atrapo sin titubear.

Amar enloqueció, pero sin embargo la idea de hacer eso me motiva, la adrenalina corre por mis venas y siento la emoción florecer dentro de mí. Le doy un trago al amargo licor que quema en mi garganta al bajar, luego lo miro a los ojos cuando le hablo.

---Hecho

Todos los osados me miran emocionados y expectantes. La valentía que estaba sintiéndo está a punto de evaporarse toda.

---Agradezco estar aquí para no perderme este espectáculo--- comenta Zeke emocionado.

---Fíjate bien dónde pisas--- me aconseja Shauna

---Lo haré--- la tranquilizo.

Sé que debo hacerlo teniendo la petaca conmigo por lo que agradezco que mi chaqueta tenga bolsas internas, la resguardo ahí y cierro mi chaqueta.

Heartiness | CuatroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora