I.

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―Vacaciones con los Malfoy ―leyó Dumbledore, abriendo el libro. 

Las vacaciones en la mansión Malfoy, acompañadas de las grandiosas Roseanne Potter y Lyra Malfoy eran geniales. 

Lyra y Roseanne sonrieron con arrogancia. 

―¿Somos grandiosas, Ly, lo oíste? 

―Perfectamente, Rose. 

Scorpius y Dana Malfoy ya estaban acostumbrados a las salidas en familia a restaurantes, o salir a pasear a algún lugar bonito. 

Pero Ara Nosferatu, que había sido invitada por Roseanne a quedarse en la mansión durante el verano, no estaba acostumbrada. 

―¿Es huérfana? ―preguntó Roseanne. 

Atlas Nosferatu miró a Roseanne con odio.

―¿Y yo qué, Potter?

Lyra rodó los ojos.

―¿Se te olvida que en el anterior libro salió que tú estabas muerto? ―se burló―. Así que no te metas. 

Ella le contó a Dana que usualmente pasaba los veranos en Long Island,

―¿Eso no queda en Estados Unidos? ―preguntó Harry frunciendo el ceño.

―Creo ―respondió Hermione―. Long Island... ¡Claro, cerca de Nueva York! ¿Pero que hace allá? 

 pero explicó que ante la propuesta de Roseanne, le daba vergüenza decir que no, así que accedió. 

Quedarse con Dana fue más increíble de lo que creyó. 

―Obviamente ―sonrió Lyra. 

Lo que Ara más agradecía era que Dana era excelente oyendo y dando consejos. Finalmente Ara comprendió que el hecho de ser huérfana no la hacía... diferente a los demás. También Dana le explicó a Ara que no era la única huérfana que haya pisado Hogwarts y que el héroe del mundo mágico era huérfano. 

Ara empezaba a querer a Dana. 

―Awww, que linda ―dijo Roseanne. 

―¡Ara! ¡Dana! ¡Scor!

Roseanne llamaba a los chicos a gritos. Los tres tardaron unos dos minutos casi en llegar. Scorpius fue el primero en quejarse.

―¿Qué pasa ma'?

Roseanne sonrió.

―Vinieron Albus y Rose

―Uy, al fin están los cinco de nuevo juntos ―sonrió Roseanne. 

 ―informó―. Les permitieron quedarse lo que queda de vacaciones.

Albus y Rose salieron al vestíbulo y se quedaron quietos.

―¡Rose! ―chilló Dana, corriendo a abrazar a Rose.

―¡Danita! ―chilló Rose, correspondiendo el abrazo.

Scorpius no lo pudo evitar, abrazó a Albus con ganas.

Lyra se rio entre dientes y se acercó a Roseanne.

―¿Te imaginas a Draco y a Potter abrazándose? ―se rio.

Roseanne se rio también.

―Yo creo que antes se lanzan un avada ―se burló. 

leyendo con los dioses: el nuevo monstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora