Descubrimientos

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-No te va a gustar esa respuesta, Himiko –habló con algo de culpa.

-Quiero saber, necesito que me perdone por lo que le hice –hablé con mis ojos algo humedecidos, ambas chicas se miraban preocupadas, pero al final decidieron hablar.

-Espero que la llama explosiva no se entere de esto –Mina soltó un suspiro- él es quien más se ha empeñado en la recuperación de Ochaco, aquel día del ataque a la UA y ver que Shigaraki aparentemente te había vuelto polvo con su quirk, ella no estuvo bien...tuvo que recibir ayuda de los profesores, psiquiatra y demás, lo recuerdo y me molesta, porque también recuerdo el día en que llegaste como si nada a pedirme disculpas por lo que había pasado, ¡Y yo no era a la que debías decirle eso, maldita loca! –correcto, se había alterado, mi cabello se estaba llevando la peor parte con sus tironeos.

-¡Mina! –Hagakure la regañó y ella me soltó de inmediato.

-Como sea –bufó un segundo- desde ahí empezaron las constantes pesadillas, ella decía que todavía podía sentir que estabas por ahí, pero nadie le creía, empezamos a patrullar con nuestras licencias de héroe provisional y ella se sobreexigía, peleaba hasta caer rendida, si Bakugou te mencionó las cicatrices, no pienses que fue un acto suicida, pero a veces se lastimaba sin darse cuenta al entrenar.

-Cada vez me siento más mala persona –escondí mi rostro entre mis manos, no me esperaba nada de eso.

-A todos nos dolió saber que "habías muerto", pero al saber que no lo estabas, acordamos en no decirle nada por su bien, además, Bakugou tomó la iniciativa de empezar un tratamiento de "Bloqueo de memoria" –ella hizo las comillas con sus dedos con una expresión despreocupada- pero desde ahí, ella ha vuelto a ser la misma, el tratamiento lo que busca es poder eliminar aquello que te hizo más daño, no suena para nada profesional, pero es algo que están impartiendo, lo que al parecer no sabían, son los constantes dolores de cabeza que eso le provoca al tener contacto con aquellas cosas que le devuelvan sus recuerdos.

-Sabes mucho respecto al tema, Pinky pie, estoy sorprendida.

-¿A quién crees que le cuenta sobre sus dolores? ¿Sobre lo que más extraña? –me miraba como si fuese algo muy obvio- tiene un collar con un gatito dorado, dice que no recuerda quién se lo dio pero que es algo que no puede dejar en casa o que no puede perder, la relación con Deku no va del todo bien, sabes lo trabajólico que es y eso la abruma –hizo una pausa, como queriendo recordar algo- lo último que me dijo, es que conoció a una chica rubia parecida a un gato, sorpresa, sorpresa, no tardé en saber que eras tú.

-Pésimo destino, hubo un robo en el sector norte de la ciudad, Camie y yo fuimos a detenerlos, pero al rato llegó su grupo a darnos apoyo, Deku e Iida entraron a combatir, pero ella estaba asegurando el perímetro desde afuera, y fue cuando nos vimos –jugaba con mis dedos algo nerviosa, si hablaban con regularidad, seguramente le contó de la visita que me hizo y lo que casi recordó.

-Pero, ¿Sabes? Ella se veía feliz, dijo que siente que te conoce y no paraba de mirar su collar –ella sonrió con calidez- yo no estuve de acuerdo con que la internaran, así que si necesitas ayuda para acercarte, estoy dispuesta a hacerlo, no quiero ver como mis amigas sufren.

Eso me dio una ligera felicidad, teniendo el apoyo de las que son realmente mis amigas, ¿Qué podría salir mal? Estaba dispuesta a hacer que sus recuerdos volvieran, contarle que había sido de mí en estos 5 años y la verdadera razón de porqué opté por desaparecer, estaba dispuesta a todo. Conforme la tarde pasó, con las chicas tuvimos un agradable ambiente, pero al anochecer tomé mis cosas para poder marcharme, Pinky pie había hecho un buen trabajo animándome, no importaba lo que ese gruñón había dicho, traería devuelta a mi conejito.

Paso tras paso, fui por una bebida a una tienda cerca del edificio donde una molesta Camie seguramente me esperaba, estaba próxima a llegar, pero hace un rato sentía que alguien me seguía, por lo que, di vueltas a propósito, jamás llevaría a un ladrón o un villano a nuestra casa, claro, la única con complejo de villana era yo, no había espacio para más.

Salí con mi refresco en mano, di una vuelta a la manzana y terminé por meterme a un callejón sin salida, y como mi instinto no había fallado, pude sentir la presencia de alguien tras mío. Por la luz que había, no pude ver muy bien su rostro, pero por la silueta, parecía ser un hombre de mediana edad, alguien bastante demacrado ahora que lo pienso, traía un cigarrillo en la mano derecha mientras se colocaba algo en su cabeza, así como una máscara, reí ante eso.

-Hay maneras más fáciles y menos sospechosas de llamar mi atención, Twice –sonreí mientras me acercaba a la figura masculina que me había estado siguiendo, levanté aquella máscara y el rostro de mi amigo se mostraba algo molesto.

-¡Es tu culpa, Toga-chan!...¡Me alegra verte! –hablaba con su notable bipolaridad, lo que me hizo reír, acaricié su cabello por reflejo- a ti se te ocurre ahora jugar a los héroes.

-Soy heroína profesional, con licencia y todo –me jacté- pude cambiar mi destino, ¡Y así me gusta! Tomura-kun no consideraba los ideales de los demás, es un alivio que hayan acabado con él.

-¡Aun así te extraño!..¡Para nada!, no tengo compañera para hacer cosas malas, algún robo o algo, o incluso matar a alguien.

-No seas así, puedes alejarte de todo eso y hacer una vida normal –empecé a caminar hacia la salida de aquel callejón, no quería demorarme más en llegar a casa.

-No es tan fácil, mucho menos si ni siquiera puedo mantenerme cuerdo –su risa me inquietó un poco, hace un tiempo no lo veía, pero podía sentir como la locura lo consumía de a poco, ¿Así estaba yo también? ¿Lo sigo estando?

Lo dejé pasar, caminé hasta llegar al edificio, los recepcionistas me saludaron como de costumbre, una vez que llegué al piso de mi casa, antes de abrir la puerta pude sentir un par de voces dentro, ¿Camie había invitado a alguno de sus amigos? Probablemente, tampoco me molestaba, ella podía invitar a quién quisiera. Abrí la puerta y tras esta me encontré con unos ojos chocolate en la cocina, ambas cocinaban un poco de curry, no sabía si era mi mala suerte, pero, ¿¡Por qué estaba ella aquí!?

-Maldita sea la que escribe todo esto –susurré- ¿Qué tan desdichada tengo que ser?

-¿A quién le hablas, Himiko-chan? –Camie se apresuró para darme la bienvenida, sentí un cálido beso en mi mejilla, no estaba enojada.

-Solo le hablo al aire, ¿Me das un momento? –tomé de su brazo y la saqué al pasillo cerrando la puerta- ¿Qué hace ella aquí?

-Es divertida, ahora entiendo por qué te gusta tanto –esta sonrió, solo pude sonrojarme ante eso- terminó el trabajo antes y pasó de visita, estuvimos hablando y quiso quedarse a cenar, ¿No es adorable?

-Lo es, pero olvidas que ella se siente mal si estoy cerca –hice un puchero, a pesar de que quería recuperarla, no me la esperaba aquí tan pronto.

-Puedes quedarte en tu habitación, no te preocupes, solo salúdala, no seas grosera.

-Tsk, está bien.

Suspiré y volví a abrir la puerta para que pudiéramos entrar, ella estaba viendo las ollas con curry, llevaba un delantal rosa y sus mejillas estaban algo más rojas que de costumbre, quizás por el mismo calor al estar cocinando. Se volteó para que nuestras miradas hicieran contacto, solo pude darle una sonrisa algo estúpida, no podía articular palabra alguna, ella en cambio, reía y con su mano me saludaba desde lo lejos, ¡Era tan tierna!Lo que daría por comerla a besos esta vez, pero solo pude atinar a correr a mi habitación con mi corazón a mil, era tan difícil tenerla cerca.




*Holito, segunda actualización del día:3 espero les guste n.n me causa gracia hacer que mis propios personajes me odien, de hecho, siento que realmente me odian por como llevo la historia xd pero, quizás todo vaya de mal a peor, o quizás de mal a mejor, no lo sé:3 hay que darle un poco de comedia a todo esto, y claro, el drama no falta:3 Gracias por leer criaturitas bellas*

"Búscame"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora