"Búscame"

¿Sabes quién soy?

Pasaron dos días desde que había despertado, todavía no podía irme, tenían que hacer un seguimiento de mi condición por algunos días, era tan aburrido. Las chicas venían con frecuencia, Camie se quedaba más tiempo, regresaba tarde a casa o se quedaba en alguna de las sillas de la habitación durmiendo, varias enfermeras a veces tenían que echarla de la sala para que fuera a descansar, me causaba gracia que ella no quisiera irse por nada del mundo, pero, pensaba que descansar de todo le vendría bien, solo la estaba atando a una situación que no le correspondía.

Un día más y algunos reporteros llegaron al hospital para saber lo ocurrido, el cenizo fue quien dio las explicaciones pertinentes y no dejó que nadie me molestara, todavía tenía dificultad al hablar y mi aspecto no era el mejor. En cierto momento, Mina y Tooru fueron a verme, llevaron unos pocos dulces y algunas películas para ver, la verdad, me sentía como una niña pequeña, una niña a la que todos cuidaban, pero entre todos los cuidadores, había una en específico que no había visto.

-Mina -hablé casi en un susurro, la pelirosa me prestó toda la atención- ella...¿Vino?

-¿Te refieres a Ochako? -asentí esperanzada- debiste haberla visto, no sabía quién era más una Magdalena entre todas nosotras.

-No seas así, Mina -la regañó Hagakure- tuvimos que pedirle que se fuera a casa a descansar.

-No sabíamos cuando despertarías-completó la pelirosa mientras llevaba un dulce a su boca- pero estuvo aquí en cada momento, no podíamos separarla de tu cama, dormía cerca de ti y no quería que Bakugou se acercara, después de lo que le dije, ella no quiere saber nada de él, debiste ver la discusión que tuvieron, es como que algo se rompiera dentro de Lotso.

-No es un peluche -Hagakure le dio un pequeño golpe en su cabeza a modo de juego, solo reí- ella solo se fue unas horas antes de que despertaras, no le hemos dicho nada todavía.

-¿Por qué?

-Porque mentalmente no está estable -Mina me miró algo preocupada- puede que haya metido las patas al decirle tantas cosas, además, ella decidió hablar con todas para juntar todos sus recuerdos, quiso terminar con el tratamiento, pero, no sabemos cómo va a reaccionar cuando te vea otra vez, dice que los recuerdos llegan a su mente, pero nada nos asegura que vuelva a tener una crisis cuando se reencuentren.

Suspiré, pero una sonrisa se asomó en mi rostro, independiente de lo que estuviese ocurriendo, ella estuvo conmigo, estuvo a mi lado, y eso me ponía contenta. No tengo conocimiento de qué le dijeron Mina y las demás, pero ya todo se había aclarado en parte, y quizás podíamos volver a construir recuerdos entre nosotras, o recuperar los antiguos y juntas hacer más, estaba ansiosa por verla, pero, que fuese en el momento que ella crea que es necesario.

Las chicas se quedaron hasta que terminó la película que estábamos viendo, ya cuando el horario de visitas había acabado, se marcharon, una de las enfermeras me llevaba una bandeja con comida, no tenía mucha hambre, pero la acepté sólo porque ella era realmente amable conmigo, cuando quedaba sola, venía a veces a conversar conmigo, o me traía algunos dulces escondida, era divertido.

Al anochecer, como las noches pasadas, no podía conciliar el sueño, estaba en un lugar distinto, en otra cama y además sola con todas esas máquinas, no podía moverme más allá de la camilla sin que tensara las sondas con aquellas agujas, era tan molesto, y pensar que a mucha gente la hice pasar ese sufrimiento con mis ataques. Di un par de vueltas en la cama, solo me distraía la luz del pasillo donde podía ver a los doctores de turno junto a sus enfermeras, de vez en cuando me saludaban desde afuera cuando veían que no podía dormir. En cierto momento, vi como el personal se emocionaba por algo, no entendía porqué, muchos corrían en la misma dirección con una sonrisa, algunos sacando sus teléfonos y otros con libretas, ¿Venía alguien importante?