Oscuridad

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Algo tambaleante salí a la sala con dirección a la cocina, había música en el ambiente, algo suave, no reconocí al artista, desde el otro lado se escuchaba a la castaña tararear la canción, no se había percatado de mi llegada. "Es muy linda" pensé con una sonrisa, pero, así como tenía esas ideas, algunas de forma innecesaria me invadieron. ¿Por qué había terminado con Izuku-kun?

-¿Por qué? -solté de repente haciendo que la castaña se volteara algo asustada- lo siento, perdiste la concentración.

-N-no, no es nada -balbuceó mientras se acercaba a tocar mi frente- ¿Te sientes mejor?

-Si, estoy bien -comenté algo desanimada para apartar su mano- deberíamos estar en la misión y no aquí, agradezco que te preocupes, pero...

-Himiko -me interrumpió con una voz firme- hablé con Mina sobre esto, entendió de inmediato la situación, no será problema.

-Hmm, testaruda.

-¿Tienes hambre? Preparé soba.

Me rendí ante sus posibles encantos y asentí, ella con una sonrisa sirvió un plato con un poco de soba además de un vasito con jugo, lo puso todo en una bandeja y me indicó que fuese a mi habitación, no protesté ante la situación y solo caminé hasta mi cama, a los segundos llegó con la comida y una gran sonrisa.

-Gracias, supongo -dije mientras le daba una probada a la comida, ¡Estaba increíble!

-¿Por qué sigues tan altanera? Eres arisca, como un gato.

-¿Quieres que lo repita otra vez? -la miré algo molesta, ella hizo un puchero y empezó a jugar con sus dedos.

-Lo siento...fue totalmente mi culpa, pero necesitaba hacerlo.

-¿Necesitabas? No bromees, ¿De cuando aquí es necesario inhabilitarme para las misiones y demás, por un capricho?

Estaba siendo realmente mala, pero, no podía evitarlo, estaba molesta por lo ocurrido, y tenía miedo, no iba a negarlo, no quería que volviera a ocurrir lo mismo de mi infancia, retener mi quirk solo trae problemas, no debería hacerlo, pero, es la única manera de poder ser una chica "normal".

-¿Qué piensas tanto, Himiko? -sus palabras me sacaron de todo pensamiento.

-¿Por qué terminaste con Deku? -su expresión de asombro me confirmó que había sido una pregunta sin contexto.

-¿A qué viene eso?

-"Necesito" saber -hice las comillas con mis dedos para después tomar un poco de jugo- pero quiero saber la verdadera razón, no lo que me dijiste hace un tiempo.

-No fue mentira que discutimos aquella noche, él siempre llegaba tarde a casa, y ese día solo lo estaba esperando para hablar con él -estaba un poco inquieta, no dejaba de jugar con sus dedos- el tiempo a su lado fue fantástico, no lo negaré, pero...ese día del robo del banco...esa chica de cabello rubio tan despeinado en aquel tejado...desde ese momento te tengo en mi mente, Himiko, sé que te conozco de alguna parte, y solo quiero estar a tu lado, tomar tu mano, reír contigo, besarte...no sé qué es esto, pero te busqué porque lo siento, siento que tenemos historia...

Escuchaba su relato atenta, pero, su expresión de dolor y como tomaba su cabeza, me indicaba que se estaba esforzando demasiado, su respiración era algo agitada, su expresión no se relajaba, estaba siendo una crisis un poco mayor. Corrí la bandeja a un lado para poder tomar de sus muñecas y hacer que me mirara, sus ojos cristalinos solo demostraban miedo. Sonreí intentando darle calma, pero parecía no ayudar, su expresión de miedo era mayor, algo desesperada comenzó a tocar mi rostro, como si lo estuviese explorando, lloraba con mayor intensidad, no entendía realmente el porqué de aquello, pero...¡IDIOTA! reaccioné de inmediato, ¡Ella estaba recordando algo!

"Búscame"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora