"Búscame"

¿Qué pasó antes?

Una gran explosión azotó una de las paredes mandando lejos al pelinegro, entre todo el polvo, no pude divisar a nadie, solo escuchaba gritos y demás. 

-¡Está aquí! -era la voz de un chico, sería…¿Bakugou?- ¡Llévensela! Yo iré por Dabi.

-¡Himiko! -escuché una voz femenina, una que me parecía conocida mientras se aproximaban a mí, no sabía si era Camie la que me abrazaba, pero sentía caer unas lágrimas en mis mejillas.

-Este aroma...tan cálido -susurré mientras me apegaba al cuerpo de aquella persona, todo se estaba volviendo negro y perdía mi consciencia.

-Quédate conmigo, por favor -podía escuchar esa voz a través de la oscuridad que me estaba consumiendo, solo sonreí y al segundo caí desmayada entre sus brazos. 

~Mientras todo ocurría, retrocedamos los acontecimientos un poco para ver a las demás ~ 

Las 4 chicas habían acabado con todos los villanos de baja clase y pandilleros que se habían atravesado en su camino, ya se había cumplido el tiempo que habían acordado, así que, volvieron a su punto de encuentro.

-¿Dónde está Himiko? -preguntó una preocupada pelirrosa.

-Se supone que en 30 minutos estaríamos aquí, keru -comentó Tsuyu- debe estar cerca.

-¡Tenemos que buscarla! -soltó Camie asustada- ella no está bien, ¡Fui una tonta! ¡No debí dejarla sola!

-Vamos, la encontraremos, no debe estar muy lejos, démonos prisa -decía la chica invisible para después todas ponerse en marcha y salir en su búsqueda. 

Cada pasillo de aquel lugar, era un misterio y nada las llevaba al paradero de la rubia, la pelinaranja se estaba preocupando en demasía hasta casi el punto de ponerse a llorar, todo lo que recorrían, las llevaba al mismo lugar. 

-¡Esto es increíble!  -comentó furiosa Mina- cada maldito lugar está igual, tampoco se oye nada.

-Y la señal de radio pareciera no conectar -dijo Hagakure.

-Espera -Mina levantó su radio e intentó colocarse en algún sitio pensando que podía ser tema de que habían avanzado mucho, y al ser un recinto fuera de la ciudad, se quedaba corta la señal  cuando logró encontrar un punto, su rostro se iluminó - ¡Bakugou! ¿¡Me escuchas!? 

-No tienes que gritar, unicornio rosa -respondió del otro lado el cenizo- ya tenemos a nuestro objetivo, sea donde sea que estén, vuelvan a la zona de inicio. 

-¡Pero tenemos un problema! -comentó alterada.

-Lo discutiremos acá- soltó este para cortar la llamada.

-¡Lo odio! -exclamó Camie haciendo casi una rabieta- solo salgamos, no dejemos pasar más tiempo, Himiko-chan debe estar asustada. 

Todas las chicas corrieron esta vez por pasillos por donde no habían transitado, en todo el laberinto que recorrieron, extrañamente pudieron llegar a la salida, allí afuera, estaban todos reunidos, algunos se les veía demasiado felices para lo que de verdad estaba ocurriendo, se podía ver al cenizo en compañía de la castaña que redactaban un informe con el que parecía ser, el hijo de los Takeda. La misión había sido un éxito, pero el equipo no estaba completo. 

-Tsk, esto fue demasiado fácil -comentaba el cenizo con ligera sospecha.

-Debes agradecer que no pasó a mayores -respondió Uraraka con una sonrisa- solo fue un mal susto, tenemos que ver lo positivo. 

-Si, pero…-de la nada sintió unos tirones en su traje, algo enfadado se dió la vuelta para encontrarse con todas las chicas desesperadas- ¿Qué cara…? ¿Ustedes qué?