Sorpresas

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Como era costumbre, el sueño llegó bastante tarde, y al sonar la alarma de mi teléfono, no quise para nada del mundo levantarme para ir a patrullar, pero sabía que, si no lo hacía, Camie entraría y me sacaría a la fuerza, o lo que era peor, haría alguna ilusión, no quería encontrarme con una Ochaco falsa en mi habitación, mi corazoncito no podría soportarlo.

Salté sin ánimos de mi cama y me vestí de inmediato con mi traje, ahora no tenía aquellas agujas, de lo que era su compartimento, ahora algunos ganchos podía lanzarlos desde ahí, donde antes guardaba la sangre, ahora mantenía algunas bombas de humo y dispositivos de rastreo, por mi condición, aprendí un poco más de peleas a corta distancia, no las mismas artes marciales que sabía cierto conejo, pero lo suficiente para tratar con tipos malos.

-¿Dormiste bien? Tienes buena cara –comentó Camie una vez que me topé con ella en la sala de estar, tomaba un poco de café.

-Si por buena cara te refieres a mis ojeras como tatuajes por haberme dormido como a las 3 de la mañana, pues si, fue un sueño reponedor –sonreí mientras tomaba unas tostadas como mi desayuno.

Una vez estuvimos listas, bajamos juntas para ir a trabajar, nuestra agencia estaba no muy lejos de nuestro hogar, y Mina no me había contactado para ayudarla esta vez. En unos minutos ya estábamos recibiendo las instrucciones de nuestro superior para ir a patrullar el sector norte de la ciudad, suspiré algo resignada a esa orden, era el sector donde patrullaban casi siempre el equipo de Ochaco, el sector norte de Tokio era bastante problemático, requerían mucho más apoyo de los héroes para controlar a los criminales.

Sin oponerme, solo acepté la orden y junto a Camie nos dirigimos al lugar para empezar a patrullar, esta vez puse un poco más de atención a mi alrededor, no quería encontrármela, así como así, además, al poco tiempo de haber llegado al sector, pudimos presenciar un robo y tuvimos que entrar en acción, era un robo a un banco, un grupo de unos 7 hombres armados y con unos cuantos rehenes dentro del lugar.

-¿Cuántos ves? –le pregunté a Camie, ella tenía una mejor visión de los rehenes.

-Tenemos 8, 5 adultos y 3 niños, los tipos de adentro tienen armas mientras los otros están sacando el dinero.

-Me encargaré de los de adentro –hablé decidida mientras sacaba algunos ganchos y bombas de humo- preocúpate de los de la salida, esa ilusión del espacio podría dejarlos totalmente confundidos –reí.

-Muy graciosa –ella hizo un puchero- solo estaba practicando algo.

-Como tú digas, ¡Vamos!

Nos separamos al tener el plan listo, pero en mi cabeza no había nada coherente para poder salvarlos a todos, en otras circunstancias, mis cuchillas hubiesen volado por todas partes y todo se teñiría de rojo, como a mí me gustaba. Suspiré, esos recuerdos a veces me hacían ponerme nerviosa, pero no era momento de dudar. Subí hasta el techo del banco, había una rejilla que me daba la entrada perfecta, un poco de escabullirme por el sistema de ventilación y estaba por encima de los villanos.

Vi el lugar en donde tenían a los rehenes, con una bomba de humo podría bajar hasta ellos y sacarlos del lugar aprovechando la distracción, pero se darían cuenta muy rápido, así que, esta vez tendría que aplicar el sigilo. Visualicé mi primera víctima, o debo decir primeras, porque eran dos tipos armados que mantenían a los rehenes en su lugar, me desplacé con cuidado por el techo sin perderlos de vista, saqué un dispositivo de rastreo, estos emitían cierto sonido, perfecto para poder distraerlos. Con un gancho me amarré a una viga, bajé con cuidado como si fuese una araña yendo por su presa y lancé el dispositivo, solo tenía que esperar que ambos lo notaran.

-Vayan por él- accioné el pequeño sensor y este empezó a sonar, ambos se miraron extrañados y fueron al lugar donde estaba el sonido, fuera de la vista de los otros que cuidaban la puerta de la caja fuerte- son míos.

Sonreí al ver que se habían acercado lo suficiente, solté mi amarre y caí encima de sus cabezas intencionalmente para noquearlos, la gente me miraba algo asustada, pero con algo de tranquilidad, los sacaría de ahí. Los conduje a un lugar a salvo y les comuniqué que esperaran nuestra señal para salir, después fui por una de las armas de los caídos, así podría distraer a los otros y poder inmovilizarlos.

Me acerqué lo suficiente, estaba detrás de un escritorio apuntando a sus trajes, pero luego cambié la dirección de la bala y disparé para que rebotaran en un pilar cercano y dieran en el suelo cerca de ellos.

-¿¡Qué fue eso!? –gritó uno de ellos.

-¡Alguien disparó y los demás no están! –habló el otro preocupado- ¡Ve a revisar por allá! Yo iré de este lado.

¡Cayeron en mi trampa! Reí un poco mientras me dejaba ver y corría hacia uno de los villanos que se había dirigido en mi dirección, él intentó dispararme, pero fui más rápida y lo esquivé para después aplicarle una llave haciendo que soltara el arma, luego tomé su brazo y mantuve mi cuerpo firme para poder lanzarlo por encima de mí y estamparlo en el suelo, así pude rápidamente atar sus manos y dejarlo inconsciente con un golpe en su cuello, digamos que era mi especialidad. Corrí después de eso a donde estaba el otro, ¡Estaba con tanta energía!, el tipo se dio vuelta y no pudo reaccionar a tiempo, me abalancé a él y caímos al piso, recibí un golpe por su parte en mi costado, cosa que me hizo enojar, se lo devolví en su rostro más de una vez, me levanté y a él conmigo para lanzarlo a un pilar de decoración, una vez que cayó, lancé una red hacia él.

-De ahí no te mueves –solté molesta, iba a ir con el último que quedaba cuando sentí el ruido de un disparo seguido de un dolor punzante en mi muslo que me hizo caer- ¡Maldición, eso duele!

-Perra –el tipo hablaba mientras se acercaba con unas bolsas con dinero- noqueaste a mis hombres, déjame devolvértelo –me apuntó nuevamente con su arma, solo pude reír ante eso.

-Solo eran unos idiotas, vamos, dispara –lo reté mientras intentaba levantarme- te derrotaré antes de que presiones ese gatillo.

-Como si fuera posi...-en dos segundos lo tenía desde el cuello con un agarre que él no podía soltar, se estaba desesperando, no podía respirar, pero necesitaba sostenerlo un poco más para que quedara inconsciente, el dolor de mi pierna era demasiado, pero tenía que soportar, un alboroto afuera me hizo soltar a aquel hombre, Camie había terminado con los villanos de afuera, pero pude ver como alguien corría a una velocidad sobrehumana, y ciertos destellos verdes me alertaron, habían llegado, eso quería decir que ella aparecería en cualquier momento.

Miré alrededor, solo atiné a lanzar una cuerda al techo para poder subir, a los segundos la puerta se abrió dejando ver a la policía y a Ingenium junto a Deku entrando para salvar a los rehenes, pero ¿Dónde estaba Uravity?

-¡Hey! ¿Estás herida? –una voz familiar llegó a mis oídos, yo estaba en el techo de aquel banco recostada en una pared intentando detener la sangre, ella sobrevolaba el lugar junto a su gravedad cero, se veía tan linda.

-Que oportuna, conejito –susurré con una sonrisa mientras saltaba de aquel lugar para dirigirme con Camie y que me sacara de allí.

-¡Espera!

No hice caso a sus palabras, solo intenté esconderme para que no me encontrara, Camie pudo verme y acudió a mí de inmediato, creó una ilusión simple y pudimos escapar del lugar, dejándole el resto a la policía y a los héroes que ya habían llegado.



*Holito criaturas del bosque:3 aquí su segundo capítulo, espero que realmente les esté gustando, iremos de a poco desempolvando algunas cosas para que se haga interesante:3 eso, gracias por leer, mucho amor para ustedes ❤❤*

"Búscame"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora