Solo un poco más

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Después de todo el interrogatorio que la pelirrosa me hizo, estaba todavía más emocionada por querer que nuestra cita llegara, aquella noche terminamos yéndonos a casa como a las 3 de la mañana, por suerte, ninguna iba bajo efectos del alcohol, pero todas estábamos cansadas, recuerdo que al llegar a casa, Camie no esperó a llegar a su habitación y se desplomó en el sofá donde se durmió de inmediato, yo por lo menos alcancé a llegar a mi cama, pero una vez toqué la almohada, no supe de nada hasta el otro día.

El dolor de cabeza era bastante evidente y el cansancio también, pero no podíamos quejarnos, teníamos trabajo y nuestros cuerpos a la mañana siguiente no sabían cómo reaccionar, con algo de ayuda pude sacar adelante a Camie, que no se podía ni una mínima parte de su cuerpo del cansancio, quizás con unas pastillas estaríamos bien. Tuvimos la suerte de que nos enviaron solo a patrullar, no había ningún alboroto en ninguna parte, era mejor así, mi cabeza golpeaba a cada segundo, paramos en una pequeña tienda para comprar algo de medicina y de agua, maldita resaca, al parecer no había tenido suficiente cuando fui con Kurogiri.

-No debimos salir –hablaba con algo de pesar la pelinaranja.

-Concuerdo –comenté mientras tomaba un poco de agua- solo espero estar bien para mañana...a ella no le gusta el sabor de la cerveza.

-¿Eso quiere decir que la besarás? –lo dijo con picardía en sus palabras mientras me miraba.

-Si tengo la oportunidad, si –sonreí sonrojada- quiero no sabes cuánto.

La verdad, es que me emocionaba la idea, pero no volvería a hacer algo que ella no quisiera, esta vez ocurrió por su cuenta, además, no me extrañaría que Bakugou se aparezca en la agencia otra vez furioso por haberme visto con ella, pero, para su mala suerte, era algo que no podía evitar, había hecho las cosas mal y solo quería enmendarlo, si ella sufría, yo sufriría con ella, si así podía traerla de vuelta, haría de todo, sabía que no era la única que la extrañaba como tal, Mina ya me lo había dicho, ella no fue considerada cuando se tomó esa decisión, pero esta vez no sería así.

Las horas no pasaban nunca, creo que no había sentido un día viernes tan largo, y se suponía que al ser el principio del fin de semana, debería ser todo más rápido, pero esta vez no lo era, además, la ciudad estuvo tranquila, no hubo mucho que hacer, por lo que, junto a Camie nos dedicamos a dar vueltas sin sentido, por si surgía algo, pero otra vez tenía esa extraña sensación de que alguien me seguía, y en varias ocasiones vi aquel traje que vi hace un par de noches, Twice nos estaba siguiendo, pero no entendía el propósito.

-Camie –hablé más seria de lo normal- toma otro camino y vuelve a la agencia, iré a darme una última vuelta para regresar.

Ella no hizo preguntas y solo hizo lo que le pedí, me conocía lo suficiente como para saber que algo no andaba bien. Eché a correr por las calles para encontrar algún callejón en donde no nos molestaran, una vez que me detuve al final de uno, me volteé hacia aquella silueta que me seguía.

-Jin, deja de seguirme –hablé algo molesta- ¿Acaso no entiendes que llevamos caminos distintos?

-No me confundas con Twice, psicópata –la voz rasposa de Dabi me hizo estremecer, desde que la Liga se había disuelto, no lo había vuelto a ver.

-Mugroso, ¿Qué quieres?

-Comprobar lo que decían sobre ti, que ahora puedes jugar a los héroes legalmente –sonrió de forma extraña.

-Soy profesional, cambié mi destino porque así lo quería –hablé decidida, tenía la intención de marcharme, pero veía que no me la haría fácil.

-¿No extrañas esto? –de su bolsillo sacó un frasco carmesí, reconocí de inmediato lo que era, tragué saliva nerviosa, hace mucho tiempo no tenía contacto con sangre- si bien todos los planes de Shigaraki se fueron a la basura junto con la Liga, ese no es motivo para no hacer cosas malas.

"Búscame"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora