¡Al fin!

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El pasar de los días se me hacía un poco lento, ya habían pasado unos 5 días, las enfermeras iban y venían para sus controles, resultó ser que por los golpes se produjo un hematoma interno, me administraban algunos medicamentos y debía tener ligero reposo para tratar de que disminuyera, por lo menos podía levantarme de aquella camilla y caminar un poco hacia el patio, pero siempre debía llevar esa maldita cosa con suero a mi lado y una aguja en mi brazo, ¡Era molesto!

Las chicas no dejaban de visitarme, además de algunos chicos de la clase 1A, vi varias veces al pelirrojo dientes de tiburón que venía a darme ánimos para que me mejorara, Mina le había contado a Yaomomo y Jirou, por lo cual, ambas me hicieron una videollamada para saber cómo me encontraba. Era todo muy grato, pero no la veía a ella desde que desperté, empezaba a pensar que todo fue una mentira y ella jamás estuvo aquí.

En mi paseo diario, me senté en una banca cerca de un árbol, me fijé que entre las sombras y a lo lejos un traje llamó mi atención, Twice no sabía pasar desapercibido, pero mis ojos brillaron al ver que venía a ver como me encontraba, no pedía que fuese a mi habitación, con la seguridad que tenía el hospital, él no podría entrar sin alertar a los demás, estaba satisfecha con solo verlo preocupado por mí. Sonreí en su dirección como si le diera las gracias por todo, noté como batía su mano en señal de adiós, su visita había terminado.

-Oye, loca -una voz a mi lado hizo que girara en su dirección- ¿Puedo sentarme?

-Claro -alcé mis hombros despreocupada, ya podía hablar con ligera normalidad también- ¿Qué te trae por aquí, segundón?

-Cállate, no estoy de humor para tus bromas -el cenizo se irritaba con facilidad, sabía que odiaba que le recordaran que seguía siendo el héroe número dos- vengo a verte, a hablar contigo.

-Tú dirás, no tengo muchas cosas que contarte, solo que este lugar es terrible.

-¿Odias los hospitales?

-¿A quién podrían gustarles? -me reí, pude ver por unos segundos que él sonreía también.

-Ella también los odia, y mucho.

-¿A qué vienes realmente, Bakugou? -solté un tanto seria, mis cambios de actitud eran repentinos y notables cuando él intentaba mencionarla.

-No quiero que ella te vea en este estado -soltó de repente- me imagino que no son las mejores circunstancias para verse.

-¿Qué te ha hecho cambiar de opinión con respecto a eso? No querías que estuviese cerca de ella.

-Me odia -soltó una risa algo vacía, pero pude notar que le dolía demasiado- intenté hacer lo mejor y acabó pésimo...Lo siento.

-Ambos hicimos cosas que pudieron afectarla, no tienes toda la culpa -puse mi mano en su hombro para darle ánimos- bebí sangre en dos ocasiones antes de que todo ocurriera.

-¿No que habías dejado eso?

-Mi abstinencia se vio rota por una trampa de Dabi -miré al vacío recordando todo- una chica inocente, la hija de unos empresarios con dinero y después la de Ochako, ella quería saber sobre mi quirk y fue cuando me volví loca, ese día que fuiste por ella me descompuse y ocurrió todo.

-Menuda mierda -soltó una risa algo tétrica, se me hacía raro verlo así- todavía no sabemos nada de Dabi ni de Twice, sospecho de que Twice se llevará la menor pena en la cárcel si logramos atraparlo.

-Jamás lo harán -sonreí- las ratas de alcantarilla saben cómo escapar.

-Claro, tienes razón -él se levantó unos segundos después y empezó a alborotar mi cabello, ¡Esto no dejaba de ser raro!- ¿Quieres que ella venga a verte de todas formas?

"Búscame"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora