Mientras esperas

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El día parecía estar de mi lado y tan enérgico, así como yo me sentía, íbamos tras un auto de unos villanos que habían iniciado un tiroteo. Sonreía más de lo normal mientras lanzaba mis ganchos y me movía por el aire, con unas cuantas modificaciones, pude hacer que mi traje me confiriera un poco más de movimientos y velocidad. Camie iba por al frente, era bastante rápida siendo que íbamos tras un auto descontrolado, pero nuestra estrategia no podía fallar, en la primera intersección de la avenida principal, ella crearía la ilusión apropiada para confundirlos, así me daría tiempo de poder caer sobre el auto para intentar sacarlos en contra de su voluntad. ¡Era tan divertido!

-¡Un par de metros más y los tenemos! –comenté sonriente, ella solo asintió con una sonrisa también, creo que le contagié mi buen ánimo.

La intersección de la avenida principal y una niebla inundó el lugar por completo...vaya, si había mejorado, algo bueno de que siempre que llegara a casa me encontrara con cada cosa nueva, una vez aparecí bajo miles de auroras boreales, bastante raro ahora que lo pienso, esta vez no se trataba de eso, sino que, se utilizó así misma para convertirse en una gigante deteniendo el auto a penas los villanos la vieron, por suerte no impactaron contra ella o nuestro plan no hubiese funcionado del todo. Al verlos, me adelanté lo suficiente para poder caer sobre el auto, y como si algo dentro de mí estuviese lo suficientemente ansioso, abrí una de las puertas para tirar a uno de ellos abajo, esquivé las balas necesarias, sonreí al ver sus caras de desesperación cuando Camie levantó su pie como si los fuese a aplastar, pero al tener contacto con el auto, la niebla se apoderó del ambiente, donde ella salió corriendo y me ayudó a inmovilizar a los demás que quedaban dentro del auto, les quitamos las armas y los atamos para que no pudieran escapar, la policía llegaría en un momento y se los llevaría.

-Resultó mejor que cuando me lo planteabas –ella sonreía algo exhausta, la carrera que habíamos hecho fue un largo tramo.

-Mis planes no son tan malos, aprende a confiar en mí –hice un puchero, al principio no la noté convencida con mi plan de ataque.

-Lo sé, lo sé, pero, bien hecho –revolvió mi cabello con una sonrisa- terminamos justo para la hora de comer, ¿Quieres comer algo por aquí antes de volver a la agencia?

-Si tú invitas claro.

-Solo si me cuentas que pasó anoche –me sonrojé, pero sonreí de igual manera mientras asentía.

-Hecho.

Tuvimos suerte de que en Tokio, al ser una ciudad terriblemente grande, tiene muchos puestos de comida en cada parte a donde vayas, así que, no fue problema escoger un puesto donde vendían unas hamburguesas, no podíamos darnos el lujo de ir a restaurant o algo más saludable, pronto teníamos que volver y las multitudes que se hacen cuando ven a los héroes en recintos cerrados es terrible, no podríamos comer bien. Camie compró dos hamburguesas y dos refrescos, luego con agilidad subimos a un edificio y nos sentamos a ver la ciudad desde lo alto, era la mejor vista para el mejor almuerzo.

-Hamburguesas y refresco, ¿No es muy calórico para ti? Perderás tu figura –hablé burlona mientras le daba una mordida a aquella exquisitez, ella solo rió.

-Nunca me ha importado eso.

-Como si te creyera.

-Es solo genética, querida –sonrió burlona para después darle una mordida a su hamburguesa, si se veía que la disfrutaba.

-Presumida- bufé.

-Ahora, a lo que es realmente importante –su tonto cambió a uno un poco más interesado y con malicia en sus palabras- ¿Qué pasó?

-Chismosa –reí- pero, gracias a que te fuiste a dormir, tuvimos una agradable plática y la invité a salir.

-¡Kyaaa! –chilló emocionada- ¿¡De verdad!? ¿Para cuándo?

"Búscame"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora