𝗔𝗣𝗢𝗟𝗢𝗚𝗜𝗭𝗘 - 𝗡𝗢𝗠𝗜𝗡

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Na Jaemin había tenido pesadillas durante esa semana y apenas había logrado conciliar el sueño,  así que cuando tuvo la oportunidad no pudo evitar quedarse dormido en medio de la clase de Encantamientos. Al finalizar la clase, su amiga Heejin lo despertó con un suave golpecito en el hombro. 

—La clase ya terminó y el profesor quiere hablar contigo. —dijo la chica señalando al profesor.

Jaemin abrió bien sus ojos y vio que el profesor Flitwick le estaba haciendo señas para que se acercara. El chico rápidamente recogió sus pertenencias de la mesa, tomó el libro reglamentario de hechizos junto a su bufanda que había utilizado como almohada y se acercó.

—No sé en qué momento de mi clase se habrá quedado dormido, pero durante la última hora no pudo practicar los hechizos no verbales como todos los demás. —explicó el profesor. —Por lo tanto, tendrá que quedarse una hora más practicando.

—Necesito una pareja hacerlo y mis amigos ya se fueron. —replicó Jaemin rascándose la nuca.

—Yo resolveré eso. —dijo el profesor mirando hacia la salida del aula. —Lee Jeno, un momento por favor.

"Debe estar bromeando. Como si Jeno fuera aceptar" Pensó Jaemin en seguida.

Jeno se acercó a ellos, ignorando a Jaemin como solía hacer.—Señor. —pronuncio educadamente.

—El joven Na, necesita un compañero para practicar la clase de hoy. Lo asignare cómo su compañero.

La expresión calmada de Jeno desapareció y ahora estaba como si le hubieran dado una patada. —No, yo no...me refiero a que no puedo, tengo que ir a la práctica de Quidditch más tarde. —explicó el pelinegro con prisa.

—No se lo estaba preguntando por si no lo notó. Déjeme recordarle que la semana pasada usted rompió la ventana de mi despacho. —dijo el profesor con severidad. 

Jeno maldijo internamente.—Eso fue un accidente. Estábamos jugando en el patio y se que eso estaba mal...

Jaemin miraba atento la conversación, parecía que miraba un partido de tenis, de un lado a otro.

—Accidente o no el vidrio se rompió. Tome esto como el castigo que debí haber puesto. —sentenció el profesor. —Vendré a supervisarlos dentro de una hora.

El profesor se fue dejándolos solo en un silencio sumamente incomodo. El pelinegro suspiró frustrado y lanzo sus cosas en una de las mesas.

—Terminemos con esto cuanto antes. —dijo arremangándose las mangas del uniforme. —Tú haces un encantamiento ofensivo no verbal y yo lo esquivaré de la misma forma.

Jaemin asintió dudoso, no era un experto en el tema y pocas veces lo había practicado.  Sabia que ese tipo de encantamiento solían ser difíciles de realizar y requería mucha disciplina y concentración mental, algo que a él le faltaba. 

No había estado solo con él desde la última vez que se encontraron en la lechuzeria. No podía negar que estaba nervioso. Sin embargo, el castaño se concentró todo lo posible pensando en cómo aplicar el Levicorpus al chico, porque fue el primer encantamiento que recordó, lo miró muy concentrado, pero no funcionó.

—¿Estás intentándolo? —preguntó Jeno estresado. —Concéntrate, por favor.

Jaemin respondió un bajo "si" y siguió en lo suyo. Pensó en cómo se vería Jeno levitando en el aire, pero nada sucedía.

—¿Que estás utilizando? —preguntó una vez más el pelinegro.

—Levicorpus.

—Vaya ¿Ebrio si lo haces y sobrio no? —exclamó Jeno.—Que idiota.