𝗔𝗣𝗢𝗟𝗢𝗚𝗜𝗭𝗘 - 𝗡𝗢𝗠𝗜𝗡

t w e n t y - t w o

Desde su última encuentro con el chico, Jaemin tenía muy claro algo: evitar a Jeno a toda costa.

Cuando volvió con sus amigos aquel sábado luego de su agitado encuentro con Jeno, le interrogaron de prisa por saber como había terminado la cita. Jaemin mintió diciendo que había sido agradable y sin nada memorable que contar. Dudosos por esa respuestas sin detalles por parte de su amigo, no insistieron más.

Cómo el chico había decidió evitar al Hufflepuff, caminaba cauteloso por los pasillos y trataba de no perder la cordura cuando sentía su mirada durante las clases que ambos compartían.

—¿De quién intentas ocultarte ahora? —preguntó Yangyang llegando detrás de Jaemin.

El cabellos claro soltó un pequeño grito por la repentina presencia de su amigo soltando los libros que llevaba en sus manos.

—¡Maldición, deja de aparecerte de esa forma! —le regañó Jaemin mientras se agachaba para recoger los libros que estaba en el piso. —Me matarás del susto un día de estos.

—No es para tanto. ¿De quién te escondes? ¿Molestando a Hyuck de nuevo? Deja de hacer travesuras sin mi. —le reclamó Yangyang indignado.

Jaemin se levantó y lo miró con disgusto. —¡No le hecho nada! Además, ¿Que te hace pensar que me estoy escondiendo?

—Raras vez te separas de Hyuck y Hyunjin, estás mirando para todos lados como si no te quisieras encontrar con alguien,... —explicó el chico con simpleza.—...y llevas esos libros como si fueran un escudo.

Jaemin maldijo internamente por lo observador que era su amigo.—Te equivocas, estás exagerando.

—Como sea, entonces si no fue a Donghyuck, ¿Quizás le jugaste una broma a Hyunjin? —mencionó en voz alta con una expresión pensativa Yangyang, al ver que Jaemin negó, siguió tratando de adivinar. —¿Chenle? O ¿Heejin?

Jaemin seguía negando y decidió seguir su camino hasta su sala común.

—¿Podría ser entonces a Jeno? —exclamó con interés Yangyang. —¡No me digas que ya tuvieron su primera discusión como pareja!

A Jaemin casi se me caen los libros una vez más, se detuvo y se giró tan rápido que quizás su cuello le dolería más tarde.

—¿De que estás hablando? —le preguntó a su entrometido amigo.

Yangyang le dio una sonrisa cómplice. —Oh, vamos Nana, se lo que vi el fin de semana. Ustedes se veían muy cariñosos.

Jaemin trago en seco. —No tengo idea de lo que hablas.

—¿No eras tú y Jeno que se estaban comiendo a besos? —dijo el chico sin pudor alguno. —¿Si quiera podían respirar?

Jaemin se ruborizó al instante. —¡No es lo que piensas! No somos pareja, no somos nada. ¿Alguien más lo sabe? —replicó exaltado.

—¿Cómo que no son nada? Me siento sin contexto. —dijo Yangyang haciendo una mueca de disgusto. —Y no, no se lo he contado a nadie porque pensé que ya lo sabían.

—Nadie lo sabe, espera un momento ¿¡Liu Yangyang, nos estabas espiando!? —le regañó Jaemin amenazándolo con los libros.

—Por supuesto que no. Le dije a Jisung que nos viéramos ahí, y como quise darle un susto me adelanté para esperarlo, pero los encontré a ustedes ahí. —le explico Yangyang. —Y bien, ¿Me dirás qué pasó o no?

Jaemin suspiró cansando. —Está bien, él me confesó que le gusto y que está interesado en mi, pero yo no le creo.

Yangyang lo miró indignado. —¿Eres idiota o te haces? ¡Pero si te mueres por él, estuviste el año pasado babeando por Jeno cada minuto!