Mi Mundo Preferido (elrubiusOMG)

Capitulo 14

Estaba secándome el cuerpo, la toalla de Ruben era tan suave que lo hice tan lento como pude.

-Regrese! -Escuche decir a Ruben a lo lejos.

Rápidamente me puse mi ropa interior, me enrolle en la toalla y salí al pasillo. Mire a la sala, no había nadie. Había un silencio tan intenso que casi podía tocarlo. Comencé a caminar lentamente hacia su habitación, preguntándome si había escuchado bien la llegada de Ruben.

-Ruben? -Susurre.

Nada.

Después de asegurarme de que no había nadie en el cuarto camine hacia el gran cuarto con el computador.

Al asomar la cabeza por un lado de la pared me encontré con un Ruben sentado, mirando con interés las pantallas y tecleando sin parar, llevaba unos grandes cascos, y mi ropa descansaba junto a el.

No se había dado cuenta de mi presencia y estaba tan distraído en su pantalla que decidí darle un gran susto.

Camine en puntillas, tratando el que no logrará mirarme de reojo hasta llegar a sus espaldas.

Al llegar y sin dudarlo di un gran grito y sacudí la silla, sus cascos salieron volando, al igual que el.

Al momento en el que cayó al suelo la silla dio un gran giro directo hacia mi y, yo al ir descalza, me gane un gran golpe en el pie izquierdo.

El dolor me invadió al instante y caí al piso mientras me sostenía de la silla, esta cayó sobre mi haciéndome ganar otro gran golpe en el estomago.

-Tia! Que cojones?! -Gritó Ruben sin percatarse el que estaba en el suelo, al igual que el.

Al instante miro furioso al lugar, y al no encontrarme, bajo la mirada.

En menos de un segundo se levanto de un brinco y, con una gran cara de preocupación, levanto la silla sobre mi.

-Estas bien? -Preguntó con un gran tono de preocupación.

Mi pie no dejaba de doler así que decidí mirarlo, Ruben me imito.

-Mierda! -Dije al ver mi pie envuelto en sangre. Al parecer el plástico sobresaliente de su gran y pesada silla había decidido hacerme una gran cortada, la cual no dudo en sangrar al momento.

-Ah...Hmm... Te... -Ruben comenzó a trabarse, estaba demasiado nervioso.

-Tranquilo! -Grite. Comenzaba a ponerme histérica ya que no dejaba de sangrar.

-Te... Te puedes levantar? -Dijo extendiéndome el brazo.

Tome su mano sin pensarlo más y me jale de ella, Ruben me tomo por la cintura tratando de ayudar.

Su mano me causo un gran escalofrío, estaba muy fría quizá por aquel susto.

Entonces en ese momento me di cuenta. Donde coño estaba la toalla?!

Ruben se agachó a por la toalla y en un instante me cargo en brazos para llevarme a su habitación, pensé que la toalla la usaría para cubrirme pero al llegar y tirarme en su cama la envolvió en mi pie con gran fuerza. Parecía no importarle el que estuviera en ropa interior.

-Te duele? -Dijo, un tanto mas calmado.

-Demasiado -Comenzaba a ponerme pálida.

-Dios... -Susurro al destapar y mirar ligeramente la herida.

-Que?! -Al preguntar volvió a taparla enseguida.

-Nada...Ahmm... -Y camino fuera de la habitación.

Regreso al cabo de unos segundos con un botiquín en la mano.

-Wow, no. Nada de eso hombre -Y de nuevo, mi histeria volvió.

Ignorándome, saco una pequeña botella de lo que sospechaba era alcohol y un gran pañuelo gasa.

-Ruben! No! -Si, muy cobarde de mi parte pero siempre odie esta clase de situaciones.

-Si no limpio esto se infectara -Y camino directo hacia mi pie. Al instante hice mi mejor pero fallido intento de apartarlo de el.

Ruben, al tomar firmemente mi pie, quito la toalla bañada en sangre y destapo la botella de alcohol para después humedecer el pañuelo.

-No te dolerá -Y me miro a los ojos, yo solo me limité a mirarle con miedo. Después de unos segundos de mirarnos extendió su mano libre hacia mi -Puedes apretarla si quieres.

Y no dude en hacerlo.

Mi herida comenzó a arder en menos de lo que podría decir y, sin evitarlo, solté un gran grito. El ardor fue disminuyendo lentamente hasta desaparecer.

Comenzó a pasar un pañuelo nuevo por todo mi pie, borrando las manchas de sangre.

-Tienes que hacer eso? -Pregunte con lagrimas en los ojos, involuntarias claro.

-Duele? -Dijo con voz un tango ronca, bastante baja.

Entonces comenzó a limpiar mas lento y sin despegar la vista de este. Parecía como si lo estuviera admirando en secreto, silenciosamente.

Mi pie, al ya estar lo bastante limpio, fue envuelto con una gran venda.

-Sigue doliendo? -Dijo Ruben con gran pena.

-Algo -Respondí relajada.

Ruben tomo un cojín cercano, se acercó más a mi y puso mi pie en su regazo para después poner por debajo el cojín.

-Mejor? -El ardor comenzó a disminuir rápidamente sin darme cuenta. Le dedique una gran sonrisa.

-Mejor.

Nuestras miradas quedaron estáticas, no podía dejar de mirarlo y, al parecer, en tampoco.

El silencio reinaba en el departamento de nuevo, pero están vez yo estaba a escasos 15 centímetros de el.

El verlo tan preocupado causó una gran sensación dentro de mi, una muy grande.

Involuntariamente mire sus labios rojizos y después volví a el.

Mi corazón latía demasiado rápido lo cual me extraño, pero a la vez me emociono.

En un segundo desvío la mirada hacia el resto de la cama y cogió una pequeña manta para después cubrirme con ella y volver a nuestra posición anterior, como si no importara nada.

A penas y parpadeábamos y, al darme cuenta, nuestros labios rozaron, para después unirse en un gran beso.