Capitulo 8

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Eran las 8:38 de la noche, y el sol estaba totalmente oculto. Desde hacía tiempo ya que habíamos llegado al piso y al llegar, Sebas entro a su habitación con un simple "Dios, que cansancio" y una pequeña risa por mi parte.

Después de que acabara la película y una pequeña función por parte de esos tíos raros caminamos por todo el centro de Madrid el cual estaba cerca de aquel hermoso cine, compramos algunas cosas y yo estaba totalmente desmoronada en el sofá cuando recordé el revisar mi Whatsapp.

20 mensajes de Ruben, que mierda pasaba con este tío? Decidí dejarlos al ultimo.

4 mensajes de... Nick? Que carajo hacia mensajeandome este hombre? Decidí verlos:

"Hola ______!" 11:29 P.M de ayer.

"Como estas?" 11:29 P.M de ayer.

"Chica, necesito hablar contigo" 11:34 P.M de ayer.

"Cuando los leas llámame, o yo a ti, solo léelos Okey?" 11:46 P.M de ayer.

Muy bien, estos mensajes me habían puesto los pelos de punta.

Yo, antes de trabajar en la Academia de Música, trabajaba dando clases de dibujo en un instituto, se me daba bastante bien pero eso no era lo que yo quería hacer así que lo deje. En aquel lugar conocí a Nick, un chico de 22 años en ese entonces, un poco alto, castaño y de ojos azules, bastante guapo. El no era alumno, el daba clase de literatura y bueno, los profesores deben de convivir, no? Aquí el problema es que nosotros llegamos a convivir "demasiado" hasta que descubrí que su ex le coqueteaba así que decidí no interponerme y me largue de aquel lugar, aunque no diría que "me rompió el corazón" ya que yo en la vida me he enamorado solo 1 vez pero es cosa del pasado, no?

Ignore por completo sus mensajes y seguí con los últimos dos los cuales eran de Sebas, este loco y sus mensajes:

"Despierta hermosa!" 8:30 A.M

"<3" 8:32 A.M

Qué este loco no estaba durmiendo a esa hora?
Dios, estoy tan orgullosa de este tío.

Ahora los mensajes de Ruben:

"Ojos lindos! Te paso el numero del piso: 54D, llega como a las 4:30, que te parece?" 9:56 P.M de ayer.

Ostia! Olvide por completo la tarde de películas en su piso! Qué clase de persona soy?!

Al momento si un brinco del sofá, tome mi bolso y avise a Sebas lo mas fuerte y rápido que pude:

-Sebas! Me voy! No me esperes despierto! -Y abrí la puerta del apartamento a una velocidad espectacular para después cerrarla detrás de mi sin esperar una respuesta de aquel hombre y bajar las escaleras a brincos.

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Aquí! Apartamento 54D, toque lo mas fuerte que pude y deseando mentalmente que este tío estuviera en casa. A los pocos segundos escuche pasos y unos pequeños murmullos, para que después Rubén abriera la puerta:

-He dicho que se larguen mierda!

-Disculpa? -Dije un tanto confundida. Rubén al verme abrió los ojos como platos y se cubrió rápidamente la boca con su mano izquierda.

-______! Pensé que eras... Lo siento... Solo es que...

-Esta bien tío, que no eres tu quien debe disculparse -Dije bastante apenada.

-Disculparse?

-Te deje plantado, y en tu propia casa, soy una horrible persona -Y me cubrí mi cara con mis dos manos.

-Oh! Eso! No te preocupes, esta bien, de todas formas ni quería ver películas -Dijo sarcásticamente y al instante lo mire y me tope con su hermosa sonrisa y sus ojos mirándome fijamente.

-Vaya, que modales -Y también sonreí.

-Bueno, yo no te deje plantada -Y en ese momento comencé a reír y lo empuje amistosamente del hombro.

-Hey! -Dije, aun riendo.

-Pero sabes que? Ahora si que quiero, quieres pasar? -Como es que este hombre podía sonreír por tanto tiempo?

-Claro -Y camine dentro.

Al entrar, dos grandes y gordos gatos corrieron hacia mi y Ruben, uno naranja y otro negro, los pase por alto sin antes darle una gran caricia a los dos. A la izquierda, había un espejo de cuerpo completo por lo que inconscientemente me mire, todavía llevaba la misma ropa de hace unas horas. Al llegar a la sala, a la derecha, había una mesa/comedor, tenía algunos cuadros colgados e incluso algunos dibujos y/o retratos de el.

-Tío, no crees que es un poco perturbador tener tu propia cara por toda la sala? -Pregunte con un tono de burla en cada una de mis palabras.

-Que yo no los hice -Dijo al verlos.

-Entonces son de una ex loca? -Y de nuevo, mi tono burlón. Rubén soltó una pequeña risita.

-Que no tía, son regalos -Y paso al sofá, el cual tenía unos cuantos peluches y cojines, para después sentarse, tomar el mando de la TV, encenderla y subir sus pies a la mesita de centro.

-Regalos? De quien? -Y comencé a caminar hacia él -De tu madre?

-No tía -Y soltó una carcajada, al igual que yo -Son de mis fans -Dijo una vez serio.

-Fans? -Y me senté a su lado, al instante el me miro. No me sentía para nada incomoda, parecíamos amigos desde hace años, llenos de confianza el uno con el otro.

-Si, bueno, algo así -Y se acomodo mas en el sofá, quedándose casi acostado y yo solo me digne a mirar como si nada pasara.

-Algo así?

Al instante me miro con misterio, tomo el mando de la TV, la apago, bajo los pies de la mesita y se puso de pie para después mirarme y tenderme la mano, la cual yo tome y, al igual que el, me puse de pie.

-Que estamos... -Y Rubén puso su dedo en mis labios.

-Shhh... -Y, sin soltarme la mano, comenzó a caminar hacia un pasillo contrario de la puerta de entrada.

Giramos en la primer puerta. Había una gran mesa la cual tenía dos grandes monitores, una cámara sobre una de estas, un teclado y un ratón, una gran silla al frente de los monitores y un gran CPU descansando en el piso de aquel cuarto. Cerca del techo habían unas cuantas repisas con variadas figurillas de algunos juegos y, como en la sala, algunos dibujos y estatuas de él, lo cual fue demasiado raro. Frente de aquel mesa había un gran librero azul con aun mas cosas que en late pisas anteriores. El cuarto contaba con una pequeña ventana la cual parecía por la que miraba aquella noche, regresando del restaurante con Sebas.

Al instante en que entre me quede con la boca abierta, ese cuarto era hermoso.

-Wow... -Susurre para mi misma, pero al escuchar unas pequeñas risitas de Rubén deduje que me había escuchado.

Sentí un vacío en la habitación por lo que voltee a ver la puerta y, como supuse, Rubén no estaba. Unos segundos más tarde apareció con una silla de el comedor.

-Siéntate -Y la poso en el piso para después él sentarse en la otra gran silla a mi lado.

-Que haremos? -Pregunte con gran entusiasmo y duda.

-Bueno, te enseñare mi trabajo -Y me miro con gran orgullo, para después encender aquellos dos grandes monitores.

Mi Mundo Preferido (elrubiusOMG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora