44. Final

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Dos años después.

Erick lanzó una maldición mientras tomaba sus zapatillas favoritas, las cuales ahora estaban completamente dañadas y ensuciadas por la saliva de Nico.

- Perro inútil -Susurró Erick, mientras lo fulminaba con la mirada.- Juro que te arrepentirás de haberlo hecho.

Nico movió la cola y, como si se estuviera burlando de él, levantó la cabeza y se acercó para quitarle las zapatillas de las manos.

- Quédatelas, ya no me sirven -Gruñó.

Mordiendo las zapatillas con la boca, Nico se las llevó a un rincón de la sala y se acostó para concentrarse en la faena de morderlas. Desde que Erick se compró esas zapatillas Nico había prestado toda su atención en ellas, y al darse cuenta de eso, Erick las había cuidado con su vida escondiéndolas de él. Pero justo hoy se descuidó y en menos de lo que pensó Nico ya los había encontrado al dejarlas tiradas en su habitación.

Chris se rió por detrás.

- ¿Qué pasa Erick? ¿Desde cuando te dejas manejar por un perro? Yo si fuese tú le enseñaría quien manda en esta casa.

- Créeme que eso es lo que mas me gustaría hacer -Bufó.- Pero si lo toco __ me corta las pelotas.

- Pagaría por ver eso -Sonrió y Erick lo miró mal.- Vamos, no te enojes, pero ambos sabemos que Nico fácilmente te ganaría en todos los sentidos.

Y era verdad. Ahora, Nico no tenía el tamaño de un cachorro, sino que tenía el tamaño perfecto de un saludable Rottweiler adulto. Chris miró su reloj de pulsera.

- Me voy, se hace tarde y tengo que llegar temprano a casa, de seguro Barbara ha de estar esperándome.

Erick asintió y Chris se fue. Las últimas semanas, Chris había viajado a Alaska para ver a Erick y pasársela bien, pero lo que nunca imaginó, fue que iba a conocer el amor de su vida. Ahora tenía a Barbara y el tiempo que iba a pasar en Alaska se extendió.

__ apareció en la sala bajando las escaleras después de haber llamado a sus padres. Desde el día en que les contó la idea de mudarse con Erick a Alaska, ellos la habían apoyado desde el principio, siempre y cuando los llamara continuamente para saber como estaba.

- ¿Ocurre algo Erick? -Preguntó ella mientras caminaba hacia él.- Te noto tenso.

- Tu perro, míralo.

Ella se volteó a verlo, y no pudo evitar soltar una carcajada. Erick la miró mal.

- No te rías, de verdad amaba esas zapatillas. Eran de los Lakers, edición limitada, ¿Sabes lo que significa eso?

- Bueno, te dije que si no las cuidabas bien, Nico te las iba a romper.

- Lo odio.

__ puso los ojos en blanco. Sabia que no hablaba enserio, y que en lo más profundo de su corazón lo quería y que disfrutaba pelear con él.

__ jadeó y se tambaleó hacia atrás. Erick la cogió del brazo y la miró, preocupado.

- ¿Estas bien?

Ella le regaló una sonrisa débil.

- Si, lo lamento. Es que el bebé da patadas como mula.

Los ojos de Erick se iluminaron. Suavemente, posicionó sus manos sobre su ahora abultado vientre y lo acarició. Erick pudo sentir bajo sus manos a su pequeño hijo moverse en el interior de su vientre y el corazón le latió rápidamente por la emoción. __ tenía siete meses de embarazo, y cada día que pasaba y la veía con su hijo en su interior, como si fuese posible, él sentía que la amaba cada vez más.

- Dios, ya no puedo esperar a que nazca -Murmuró Erick con la voz temblorosa.

- Ni yo -Sonrió.

- ¿Crees que se enfade si te bese? -Preguntó refiriéndose a Nico.

- No lo sé, pero a mi si me importa si no lo haces.

- Entonces ven aquí -Ordenó con un ronco gruñido.

__ sonrió y lo besó. Luego Erick se separó un poco y la miró con todo el amor que sentía por ella.

- Al fin soy feliz __. Tú me haces feliz.

Fin.







Este es el fin de Acosada. Les agradezco mucho a todas las chicas que estuvieron pendientes de la historia y sobre todo a aquellas qué me apoyaron con su voto a pesar de haberme tardado mucho tiempo en terminarla.

Recuerden qué en mi perfil están la temporada 1 y 2 de Enamorada de un asesino, estoy editando la 2 para poder terminarla y continuar trayendoles más historias ya sean creadas por mi o adaptadas. Ya les eche el ojo a algunas y me encantaron.

Las quiero

ACOSADA -Erick Brian Colón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora