ACOSADA -Erick Brian Colón.

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— Déjame en paz -Dijo ella con un hilo de voz.- ¿Qué es lo que quieres? Dime y tenlo por hecho que lo haré.

— Te quiero a ti, toda, con tus pechos expuestos y tus piernas abiertas, solo para mi -Acaricio su mejilla con ternura. Ella se estremeció.- Doloroso y excitante a la vez...

— Aléjate de mi -Gruñó y apartó su mano violentamente.

En el rostro de Erick apareció una expresión que parecía de dolor. La tomó de los hombros y no precisamente con delicadeza. La sacudió, mientras que en sus ojos se reflejaba el dolor que sentía por ella.

— No vuelvas a pedirme eso -La voz se le quebró.- Ya he estado alejado de ti mucho tiempo y no aguantaría otro día mas sin ti.

Y las palabras sobraron. Erick empezó a comerle la boca con desesperación. Pero __ no le correspondió el beso. Lo empujó, pero como era de esperar él no se movió, ni siquiera lo sintió. Erick la agarró de las muñecas, impidiendo así de que siguiera golpeándolo y forcejeó con abrirle los labios para meter su lengua y recorrer toda su deliciosa boca. __ al fin dejó de moverse y Erick bajó sus manos para enterrar sus dedos en su cintura para apegarla más a él.

__ pudo sentir lo excitado que él estaba. Erick la necesitaba, la deseaba como jamás deseo a otra mujer. __ gimió sobre sus labios, pero no de excitación, sino de dolor. Erick la estaba sujetando con tanta fuerza, que la empezaba a lastimar.

— Basta... por favor -Pidió ella.

Pero él la ignoró. Ni siquiera la escuchó. Solamente la sentía. Sentía su miedo y su inseguridad por él. Podía sentir también los latidos de su corazón acelerar cada vez mas por su angustia.

Era tanta la alegría que sentía Erick en ese momento al tenerla cerca otra vez, que no sabia como debía reaccionar con naturalidad. Demostrar sus sentimientos nunca había sido su especialidad.

— ¡Suéltame! -Grito __, ahogándose con sus propias palabras.

Erick al fin la soltó, y __ se masajeo las muñecas, tratando así de suavizar el dolor ocasionado por él. Erick la miró y se acerco tan rápido hacia ella que __ pensó que le iba a pegar. Pero en vez de eso, la envolvió en sus brazos y la abrazó tan fuerte que le estaba costando trabajo el poder respirar.

— Oh Dios, __... te he echado de menos -Admitió.

— Ya te dije que no te quiero cerca de mi -Dijo ahora enfadada.- Apártate.

Erick se separo de ella bruscamente, ahora molesto.

— Di lo que quieras, pero de eso no te servirá para cuando te meta a mi cama y te folle sin piedad.

__ se paso una mano temblorosa por el pelo, mientras lo miraba con terror.

— ¿Por qué yo? Fóllate a una puta o prostituta, pero a mí no me toques.

— Te quiero a ti, simplemente por el hecho de que eres diferente a las demás. Y te guste o no, me obedecerás -Le dijo con tono amenazador.