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Erick llegó a casa. Escuchó a __ tararear la canción I'm Too Sexy que provenía desde la radio en la cocina. La voz de un ángel. Dejando la carpeta encima de la mesa que había en la sala principal, caminó hacia la cocina y la encontró cocinando pasta. Traía puesto un delantal de cocina, unos shorts de mezclilla junto con una polera blanca de cuello "V" y el pelo lo tenía tomado en una coleta, despejando su hermosa carita. Sus caderas se mecían al ritmo de la canción, al mismo tiempo que revolvía con una cuchara de palo los tallarines sobre la olla.

Erick no se movió del marco de la puerta mientras se la quedaba mirando como imbécil. __ dejó de revolver los tallarines para fijarse esta vez en la salsa. Cogió una cuchara y la metió en la salsa, para sacar un poco y probarla. Erick se fijó en el movimiento que hacían sus labios al probar la salsa que seguro, debe de estar caliente al ver que __ siseó de dolor. Caliente como él estaba en ese momento.

Él caminó hacia ella. Colocó su mano sobre su brazo y __ se sobresaltó. Se giró a verlo. Ni si quiera lo había sentido acercarse.

—Lo siento -Sonrío Erick. Extraño, rara vez lo hacia.- ¿Por qué estas cocinando?

—Es que siempre te veo salir y las veces que estás aquí comes comida enlatada. Por eso decidí cocinar algo para ti -Sonrío.- Además, así me mantengo entretenida por un rato.

Erick vaciló. Y era verdad, no recordaba la última vez que había comido algo decente.

—¿Quieres probar? -Le preguntó __, mientras dirigía la cuchara con salsa directo hacia su boca.- Cuidado, que está caliente.

Erick entreabrió los labios y saboreó la salsa. Exquisito.

—¿Qué tal? -Pregunto ella.

—Está delicioso.

__ sonrió y dejó la cuchara encima de la encimera.

—La cena ya está casi lista. Siéntate y yo te sirvo.

Erick obedeció. __ terminó por revolver las ensaladas y cuando ya había acabado, sirvió la pasta en dos platos. Dejó el suyo en su puesto y cuando quiso dejar el plato de Erick frente a él, no fue consciente de que se inclinó demasiado, lo suficiente como para dejarle a Erick una hermosa vista de sus atributos Erick se quedó sin aliento. Sus ojos ardían por el deseo. Podría estirar la mano y tocarla para comprobar si su piel era tan suave como lo aparentaba. En otra ocasión, hubiese jurado de qué __ lo hizo a propósito para seducirlo. Pero luego la vio a los ojos, y alejó esa idea de su mente. Ella solo quería compartir con él una cena agradable. Hacerlo sentir en casa. No había nada de tensión sexual en el ambiente. Al menos no por parte de ella.

Ignorando lo duro que estaba y el dolor que sentía en su entrepierna, se obligó a si mismo a concentrarse en comer.

—Esta todo exquisito, __. Gracias por tomarte el tiempo en cocinar -Le agradeció Erick.

__ le regaló una sonrisa amistosa que entibió su corazón.

—Me alegra oír eso.

Juntos comieron en un silencio agradable. Todo era perfecto. La música era suave, y Erick se sintió en paz. Siempre se sentía así cuando estaba junto a ella. __ había tenido el detalle de cocinar para él, había demostrado tener un poco de afecto hacia él.

Afecto.

La palabra resonó en sus oídos. Ninguna otra persona había tenido afecto hacia él. Ni cuando niño, ni cuando adulto. ¿Por qué alguien debería de tenerlo ahora? Siempre había estado acostumbrado al rechazo. Pero con __... era todo tan diferente. ¿Qué diablos tenia ella que lo hacia sentir de una manera tan extraña?

Erick se levantó de la silla al terminar de comer y agarro los platos sucios, pero __ lo detuvo antes de que caminara hacia el lavaplatos.

—No te preocupes, Erick. Yo fregaré los platos, tu solo descansa.

Erick iba protestar. Pero luego la miró a los ojos, y se dio cuenta de que no le podía decir que no.

—Esta bien, hermosa. Gracias.

__ sonrío y se giró para recoger los platos. Erick salió de la cocina y agarro la carpeta que había dejado encima de la mesa. Subió las escaleras y se encerró en su habitación.

ACOSADA -Erick Brian Colón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora