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Erick se recostó encima de su cama. Estiró el brazo y agarro el retrato de __ que él había mandado a enmarcar, que estaba sobre su mesita de noche.

Sintió cierta ternura al verla a ella, con sus tiernos quince años, sonriente como siempre. Acarició con las yemas de sus dedos la textura de la fotografía, deteniéndose en los labios de __. Anhelaba besarla una vez más y poder conservar el exquisito sabor de sus labios en su boca para siempre.

Recorrió con la mirada la fotografía de __ una vez más. Aun recordaba el día que tomo esa foto. Él siempre la fotografiaba, todos los días, sin excepción. Le gustaba la idea de poder conservar la belleza de __ mediante una foto. Tenía fotos de ella desde que la conoció... hasta hoy. Y joder, aunque ya no fuera nada de ella se le hacia irresistible no seguir observándola a escondidas. Era imposible alejarse de __ aun así cuando ella no quería verlo nunca más.

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__ caminó y se sentó bajo la sombra de un árbol. Nico corrió hacia ella y se acostó a su lado boca arriba, __ empezó a acariciarle el estomago mientras él se retorcía en el césped, juguetón. El perrito se incorporó mejor y se acurrucó a su lado, mientras ella lo envolvía en sus brazos y lo empezaba a acariciar.

—Hey, no hagas eso, da cosquillas -Rió __ cuando Nico empezó a lamerle la mano.

Ella cerró los ojos disfrutando de la brisa del viento soplando detrás de su espalda, haciendo que las hojas de los árboles sonaran y que unos cuantos mechones de pelo cubrieran su rostro.

Respiró profundamente, sintiéndose tranquila, en paz. De repente, escuchó a Nico gruñir y abrió los ojos, encontrándose con Erick al frente de ella. Levantó la mirada para verlo a los ojos.

—¿Ocurre algo? -Pregunto ella.

Erick no dijo nada. Se coloco en cuclillas, quedando al frente de ella y la besó. __ no hizo nada. No se apartó, pero tampoco le siguió el beso. Erick movió sus labios, moviendo los de ella también.

Él la besó de una manera tierna, cariñosa. Nada exigente, que hizo a __ recordar el tiempo de su adolescencia. Aquellos días, que los solía compartir con él.

Pero su orgullo, la detuvo.

—Te dije que no volvieras a tocarme -Le dijo ella. En su rostro se mostraba una expresión de dolor.

—Y yo te dije que no me importaba -Acarició su mejilla, en un vaivén cariñoso que solía hacerle el, cuando eran mejores amigos.- ¿Te he dicho que la nueva ropa te queda de lujo?

—No, y no me interesa saberlo por parte de ti -Mintió. Claro que le interesaba saberlo, ¿Pero por qué? Ni ella lo sabía.

Erick se rió.

—Pero que mentirosa me has salido, __... no has cambiado nada.

—Eso es lo que tú crees. He cambiado, y muchísimo...

—Bueno, en eso estoy de acuerdo -Dijo, comiéndosela con los ojos. Bajó la mirada hacia su escote.- Oh, nena.... -Gimió.- ¿Acaso quieres matarme de una erección?

__ no entendió. Hasta que se dio cuenta de que el cuello de su camiseta se había bajado un poco, lo suficiente como para dejar a la vista una parte de su sostén, y algo más a la imaginación. __ solo se sonrojo, sin saber que decir y se cubrió rápidamente, colocando todo en su lugar.

—Te has puesto el conjunto -Dijo y cerró los ojos por un segundo, imaginándola a ella con el conjunto puesto, el cabello alborotado, cayendo sobre sus hombros y con unos zapatos de aguja. Perfecta.- Sí... ya quiero enterrar mi nariz en tu cabello para cuando te folle.

—¡Joder, cállate! -Exclamó, sonrojadísima hasta no poder mas por la vergüenza.- No conocía ese lado tuyo Erick, ¿Qué te ha pasado?

—Crecí, maduré... supongo.

—A propósito, no me has dicho nada sobre ti y me gustaría saber que has hecho en todos estos años -Dijo interesada por saber más de él.- ¿Qué hiciste después de salir de la escuela?

—¿Qué te puedo decir? Mi vida no ha sido interesante desde que te fuiste -Admitió y __ se sorprendió con la facilidad que utilizaba al hablar... sobre ese tema.- He tenido una que otras aventuras, pero nada fuera de lo normal.

Erick recordó los días en que después de vigilar a __, salía con sus amigos a beber para luego conseguirse a alguien en la noche para follar hasta no poder más.

Era su manera de desquitarse después de ver a __ junto con sus novios, que él mismo se había encargado de eliminar. Los espantaba amenazándolos mediante cartas y llamadas. En resumen, __ había tenido unos cuantos novios, en donde la relación que más duro fueron cuatro meses, ya que los demás abandonaban a __ a la semana siguiente al enterarse que un psicópata estaba detrás de ella. Erick siempre conseguía lo que quería; mantenerla alejada de los hombres, mientras que __ salía con el corazón roto.

—Hay algo que no entiendo -Dijo ella frunciendo el ceño.- ¿Jamás estuviste en la universidad?

Erick se encogió de hombros, desinteresado.

—No, jamás me ha llamado la atención.

—¿Por qué? En la escuela siempre sacaste buenas notas, hasta tuviste el mejor promedio de la clase. Incluso me ganaste a mi -Dijo un poco cabreada por el hecho de que a Erick no le importara demasiado.- Pudiste haber tenido un buen futuro Erick

Él la observó. Un brillo de rencor apareció en sus ojos.

—¿De que me sirve pensar en el futuro, si no te tengo a ti?

ACOSADA -Erick Brian Colón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora