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__ asintió y respiro profundamente antes de comenzar a hablar.

—Cuando tenía quince años, mis papas me cambiaron a una nueva escuela. Era nueva para ese entonces y cuando entre al salón no fue el profesor quien llamo mi atención, si no el chico que se sentaba al fondo de la clase. Era demasiado reservado para sus cosas y jamás hablaba salvo sea con el profesor.

—¿Ese era Erick?

—Si. Al pasar los días, me enteré de que su papá estaba en la cárcel y que su mamá lo abandono al nacer. No tenia familia, estaba completamente solo y sus compañeros de clase le dieron el apodo de "El fenómeno", eran muy crueles con él.... -Dijo con tristeza, recordando aquellos tiempos- Un día el profesor nos dio un trabajo grupal, en donde a mi me toco estar con él. Desde ese día todo cambio, me transforme en su amiga. Estaba decidía a cambiar su forma de ser y lograr que subiera sus calificaciones ya que repitió dos veces de grado. Y lo logre, gracias a Dios. La gente no lo conocía, decían muchas cosas de él pero en verdad era un chico muy bueno...

—¿Y que paso después? -__ tardó un poco en contestar, buscando las palabras correctas que debía decir.

—Paso lo que tenia que pasar. Nos graduamos de la escuela y cada uno se fue por su lado - Finalizó a conversación, no queriendo hablar mas del tema y se levanto- Bueno, hay mucho trabajo que hacer, el camión de mudanza ya llego y necesito que me ayudes a ordenar las cosas.

—Si, creo que es lo mejor -Respondió y se levanto, siendo conciente del repentino cambio de conversación.

Y así estuvieron los últimos días. La mayoría del tiempo __ lo pasaba junto a Frank. La casa ya estaba casi lista salvo por las paredes blancas que ella misma pintaría mas tarde. Los muebles estaban en su lugar, y lo único que le faltaba a __ era conseguir algún trabajo, pero de eso, se encargaría después.

—Oye, Frank -le dijo __ a su lado, mientras veía televisión- ¿Conoces alguna tienda en donde vendan mascotas? Frank la miro extrañado.

—Si, hay una cerca por aquí. ¿Por qué?

—Es que quiero comprarme un Rottweiler. -Frank se echó a reír. __ lo fulmino con la mirada.

—No te rías, es por si acaso. Tengo mucho miedo y lo sabes.- dijo con sinceridad.

—Lo sé, tienes razón, lo lamento -besó su mejilla- Bueno, ¿Quieres que te acompañe?

—Por favor -lo miro suplicante.

—Esta bien -sonrío- Vamos.

Ambos salieron sin antes colocarle la alarma a la casa y se subieron al auto de Frank. Era tarde, anochecía y para cuando llegaron a la tienda de mascotas estaban cerrando, pero afortunadamente les dieron tiempo para escoger alguna mascota.

—¿Qué raza de perro busca, señorita? -pregunto el muchacho del mostrador.

—Un Rottweiler, por favor.

—Tenemos uno por aquí, espéreme un segundo - __ asintió y al poco tiempo después volvió con un pequeño cachorro en sus brazos.

—Oh, es hermoso -dijo conmovida viendo a la pequeña criatura- ¿Puedo tomarlo?

—Claro que si -se lo entrego y __ lo envolvió en sus brazos. El perrito se acurrucó- ¿Lo va a llevar?

—Si.

—__ -dijo Frank a su lado- Debo irme por una emergencia -dijo leyendo algo que parecía ser un mensaje desde su celular- ¿No te importaría irte sola?

—Claro que no -sonrío- Nos vemos mañana, Frank.

—Gracias -sonrío y se acerco para besarla en la mejilla. Dirigió su mirada hacia el cachorro- Adiós perrito... por cierto, ¿Ya le tienes pensado un nombre?

—No lo sé, de hay se me ocurrirá algo -río.

Frank se fue y __ se quedo unos minutos más en la tienda. Compró unas cuantas cosas necesarias para su perrito y cuando ya termino, salio de la tienda. Empezó a caminar acompañada del frío de la noche cuando su celular comenzó a vibrar en el bolsillo de su pantalón. Sujetando al perrito de un brazo junto con las bolsas, se las arregló para sacar su celular y contestar.

—¿Diga?

—Hola gatita...

ACOSADA -Erick Brian Colón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora