Capítulo 4.

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Pov Horacio 

Me removí en la cama por quinta vez en la noche, simplemente no podía conciliar el sueño. Estaba muy cómodo y bien arropado, pero por alguna razón me sentía algo fuera de lugar. 
Supuse que era por la costumbre de tener cerca a papá. Pero ahora ni siquiera podía colarme en su cama y abrazarle hasta dormirme. 

Me senté en la cama renegado con dormir y revisé mi móvil un momento. Gustabo me había enviado fotos de los diferentes tragos que preparó en el bar. 
Siempre hace un trabajo excelente, quise tenerlo cerca pronto, lo extrañaba aunque lo había visto hace horas. 

Bostecé y luego me quedé un momento meditando todo lo que había pasado en el día. 
Pensé por un momento en levantarme a explorar un poco y tal vez cocinar algo, pero luego tomé en cuenta que era la casa de alguien más… O al menos así la sentía. 
Y no sabía siquiera dónde estaban las cosas o si habían los ingredientes apropiados o necesarios. 

Me incorporé de la cama y encendí la luz de la habitación, me quejé en voz baja de que no tenía allí una televisión. 

Al final me quedé terminando de desempacar mis cosas, aunque si tengo que ser sincero, la mayoría era ropa. Mis cosas más personales no tuve confianza de traerlas y simplemente las dejé en mi habitación en casa de Papá. Como nuestro álbum familiar y las cartas que me escribía mamá para mis cumpleaños. Incluso tenía algunas de tía Alice. 

Entre que ordenaba algunos libros de repostería en los estantes, encontré un papel en uno de ellos, que decía "¿Sigues enojado? Si sales ahora, te compraré una cerveza de esas artesanales que te gustan".

Me reí un poco. Era una costumbre que tenía con Gustabo, cuando me enojaba por alguna razón o me ponía triste, él pasaba un papel por debajo de la puerta de mi habitación. 
Al final salía y él cumplía mis caprichos. 

En esa ocasión recuerdo haber estado enfadado por una discusión que tuve con papá. Ni siquiera recuerdo de qué era, pero él solía hacerme cabrear a veces.
Esa vez, Gustabo empezó comprándome esa cerveza pero luego continuamos con otras bebidas y volvimos a casa de él borrachísimos. 

La tía Alice nos cuidó toda la noche que no parábamos de gritar y reírnos, a veces de vomitar. 
Nos ayudó con la resaca en la mañana y nos alimentó bien. Cuando ya estuvimos mejor fuimos a mi casa, y papá y mamá nos dieron el regaño de nuestra vida, diciendo que apenas teníamos 16 años y que todavía no teníamos la edad para consumir bebidas alcohólicas.

Al otro día nos reíamos de lo que había pasado, y todos los enfados eran olvidados. 

Para muchos era extraño cuando hablaba de que tenía dos madres y un padre. Realmente creo que nadie lo entendía, pero también creo que ninguna de esas personas sintió nunca una calidez tan grande como la de nuestra familia.
Aunque también por eso dolió tanto cuando todo se rompió.

Pov Normal

Horacio salió de casa temprano e irrumpió en casa de Conway sin previo aviso, encontrándolo allí en la cocina recién poniendo la cafetera. 

— ¿Qué haces aquí? — preguntó Jack enseguida, observando a su hijo detenidamente por un momento para cerciorarse de que estuviera bien — ¿Ocurrió algo? — 

Horacio caminó hasta su padre y le dio un beso en cada mejilla como saludo, para luego abrazarse a uno de los brazos del mayor y mirarle con una sonrisa. 

— Sólo quería comer de tus hotcakes, así que vine a desayunar antes de ir a trabajar — respondió el moreno, mirándole desde allí con cara de inocencia. 

•Marriage• [°Volkacio°]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora