•Marriage• [°Volkacio°]

Capítulo 6.

Pov Normal

Volkov bajó las escaleras siguiendo el delicioso aroma que venía de la cocina. Se encaminó hacia allí sin pensarlo dos veces, encontrándose con la imagen de Horacio manipulando ingredientes como un profesional. 
Se le quedó observando desde la distancia darle forma a la masa con sus ágiles manos mientras tarareaba una canción que no pudo reconocer. 

Se deleitó con la sonrisa que el menor esbozaba, tan agraciada y perfecta como sólo en él podía apreciarse. 

Horacio se sobresaltó cuando dos brazos rodearon su cintura desde atrás, y prosiguió a resoplar a sabiendas de quién era. Se quedó tenso un momento esperando que el contrario se alejara pero este no se movió.

— ¿Puedes no hacer eso cuando estoy cocinando? — preguntó tratando de no exasperarse. 

— Antes que nada, buen día — saludó Víktor, aprovechando su diferencia de altura para apoyar su mentón cómodamente en el hombro de su esposo. 

— ¿Qué haces? — insistió el menor al darse cuenta que cada vez era sujeto con más firmeza por parte del contrario.

— Bueno, ayer me dió un beso de "buenas noches", así que pensaba en darle uno de "buenos días" — respondió el ruso con simpleza, incluso sonando algo inocente — ¿Puedo? — 

El de cresta sintió su rostro arder al instante en cuanto escuchó aquello, ya que recordó los sucesos del día anterior e incluso volvió a sentirse algo conmovido. 

— V-vale… — respondió en un murmuro, algo vergonzoso. 

Víktor dirigió sus labios a la mejilla del menor y dejó un suave beso, que produjo un dulce y gratificante sonido. 
Luego rompió su abrazo en el contrario y le volteó ligeramente para verlo de frente. 

Horacio lo observó a los ojos con su sonrojo presente y marcó una tímida sonrisa para él, para luego desviar su mirada hacia la mesada nuevamente. 

El ruso pestañó un par de veces tratando de digerir la imagen que acababa de presenciar, la cual definitivamente reviviría en su mente una y otra vez. 

"Joder… Mi corazón se agitó" 

— ¿Qué está cocinando? — preguntó dando un par de pasos hacia atrás. 

— Crossiant — respondió Horacio, volviéndose a concentrar en lo que hacía — Hoy vendrán Papá y Gus a desayunar — 

— Entiendo — Volkov se acercó a la alacena con cuidado de no estorbarle al chef — ¿Quiere que le ayude con el café? — 

— ¿No te molesta? — preguntó el de cresta sin apartar la vista de lo que hacía. 

— Por supuesto que no — negó Volkov, comenzando a buscar las tazas y demás cosas. 

— Volkov, tú… ¿Sí eras barista? — el de cresta preguntó algo que tenía en la mente hacía un tiempo. 

— Así es — respondió con seguridad — …y uno de los mejores —

— ¿Y dónde trabajabas? — de repente el menor se sintió más curioso. 

— Joder — Víktor cambió su semblante tranquilo — ¿Le digo algo? — 

— ¿Mmm? — Horacio se volteó ligeramente para mirarle un momento.

— Pensé que en las mañanas le vería cocinar en ropa interior, supongo que me hice ilusiones — Volkov buscó su mirada y le mostró una sonrisa maliciosa. 

— Pero- — Horacio rodó los ojos molesto y soltó un suspiro exasperado — Es que no puedo contigo, de verdad — 

El mayor volvió la vista hacia lo que hacía y respiró hondo, soltando el aire luego de a poco para así calmarse. Habían cosas de las cuales no quería hablar aún, menos en una mañana tan tranquila como era esa.