Capítulo 23 (Extra- Parte 1)

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Pov Normal

La jornada había ido bastante normal para lo que era un día de semana.
La pareja había llegado de trabajar en la cafetería y ahora se encontraban en la cocina; el menor de ambos preparaba un postre con sus destacadas habilidades en el área y entablaba una conversación con su esposo.

— Es que es demasiado, Vik — le señaló mientras terminaba de aplicar una salsa de chocolate sobre el platillo, para luego buscar la mirada ajena — Te cansas demasiado, puede hacerte mal —

— Lo sé, amor — Volkov demostró su pensamiento coincidente con el adverso y se acercó a él, colocándose a su lado — Pero no puedo dejarle todo el trabajo a Greco y tampoco sé si quiero dejar de trabajar en la cafetería —

— Pero te estoy diciendo que te puede hacer mal a la salud — remarcó el de cresta, atento a aquellos irises grises de su esposo.

— Sólo serán unos días más, ¿Sí? — Víktor le sonrió y acercó sus rostros, prosiguiendo a dejarle un suave beso en la mejilla.

— Ya — Horacio soltó un suave suspiro tras las palabras ajenas y aquel dulce gesto.

Sintió los fuertes brazos de Volkov rodearle la cintura y apegarlo a su cuerpo con firmeza, tal vez de manera más descuidada de la que Volkov querría, pero cumpliendo su cometido de ver al menor sorprenderse por el agarre inesperado.

— ¿Estás preocupado por mí, amor? — preguntó Víktor mirando al adverso en esa cercanía, marcando al igual una pequeña sonrisa traviesa.

— Despacio, baboso — se quejó Horacio, sin embargo le devolvió el gesto con una pequeña risita gustosa y llevó sus brazos a rodear el cuello contrario con suavidad — Sí, me preocupo, soy tu esposo —

— Ufff... Me encanta cómo suena eso — el ruso acercó más su rostro al ajeno y dejó que sus narices se tocaran delicadamente.

— Aimez-vous que je vous appelle « mon mari » ? (¿Te gusta que te llame 'mi marido'?) — masculló Horacio, algo anonadado por la agradable sensación de haber formado una burbuja entre los dos.

— Oui, et j'aime aussi que tu me parles en français... (Sí, y también me gusta que me hables en francés ...) — respondió Volkov, en un francés bastante bien estudiado.

— Jo-Joder — el moreno le miró ahora con sorpresa y trató de crear algo de distancia para observarle con mayor detenimiento, pero los fuertes brazos del adverso lo tenían bien agarrado — ¿Has aprendido francés? —

— Tal vez esté aprendiendo... — dijo Víktor apresándolo con mayor firmeza contra sí — Ya que es un idioma que te gusta mucho —

— ¿Hay algo que no puedas hacer? — preguntó ahora el menor, aún reviviendo en su mente la forma en que sonaba la voz de su pareja en ese idioma.

— Dejarte ir — sentenció Volkov, volviendo a disminuir la distancia entre sus rostros.

Horacio sonrió dulcemente, completamente embelesado por las palabras ajenas y la manera en que le agitaba fuertemente el corazón.

Recibió sus labios gustoso, devolviéndole el beso con igual devoción y encanto.
Se besaron lento y dedicado, degustando sus bocas una vez más con el mismo amor que siempre.

Al separarse, las manos del moreno viajaron a posarse en el rostro del ruso, acunando sus mejillas en un tacto suave y cariñoso.

Le miró directamente y reafirmó su sonrisa en aquella calidez que los rodeaba, aquella que dejaba notar los sentimientos a flor de piel de ambos.

•Marriage• [°Volkacio°]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora