Capítulo 16.

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Pov Normal

Greco estacionó frente al restaurante del que había hablado con su jefe hace sólo un momento. Apagó el automóvil y estaba por descender de este cuando divisó el coche de Volkov llegar a alta velocidad y estacionarse con descuido frente al establecimiento.
El ruso se bajó del lado del conductor, eufórico, y cerró la puerta con fuerza, azotándola en un ruido alto.

Rodríguez soltó un suspiro renegado cuando le observó ingresar pisando con firmeza al restaurante. Antes de bajar del vehículo, buscó en la guantera la chequera, ya que, bien sabía, la iba a necesitar.

El ruso caminó con rapidez, esquivando al recepcionista de la entrada y a los meseros que intentaron ofrecerle una mesa.

Se encaminó por dentro del lugar donde las lujosas mesas redondas estaban estratégicamente ubicadas y servidas elegantemente.

Su vista se paseó por todo el lugar hasta que en el lado izquierdo de la gran sala, donde menos gente había, se encontraba un tipo de traje, sentado, al parecer a la espera de una o más personas.

Mientras se encaminaba hacia él a pasos claramente medidos y una mirada afilada, dirigió una mano al cuello de su propia camisa para así aflojarse la corbata, dado que comenzaba a sentirse algo asfixiado por la forma en que su respiración estaba agitada debido a su propio enfado.

Tironeó un poco las mangas de su traje y de su camisa hacia sus antebrazos, así arremangándose ligeramente.
Sus ojos posados en su objetivo, aquel tipo que reconoció de una de las imágenes que Greco le había enviado antes.

Cuando llegó junto a este, elevó su pie derecho hasta la superficie de madera y la empujó con suma fuerza, haciendo que la mesa cayera hacia en frente suyo y a un costado del desconocido.
El mueble golpeó el brilloso suelo del restaurante con todo el impulso provocado por Volkov, al igual que unos platos, una botella y copas que se partieron en mil pedazos y quedaron regados por las baldosas, provocando un rotundo sonido que alertó a varias personas pero mayormente a aquel tipo.

— ¡Coño-! — gritó aquel sujeto muy exaltado, marcando enseguida un ceño fruncido de disgusto.

El ruso tomó lugar frente al adverso ahora que la mesa ya no era un estorbo, y dirigió su pie hasta la superficie de madera de la silla en la cual este estaba sentado, dejando su zapato entre las rodillad ajenas.

El sujeto se encogió levemente en su lugar al notar la imponente altura y la notable expresión de cabreo en el rostro del peligris.

Aclaró su garganta, tratando de disimular que se sentía claramente intimidado por aquel hombre, pero cuando iba a hacer uso de palabras, Volkov lo tomó del cuello de la camisa con ambas manos y con bastante fuerza.

Lo tironeó un poco hacia delante, enfrentándole más cerca. Sus nudillos más pálidos debido a la fuerza ejercida en el agarre y sus potentes irises clavándose con fiereza en los ojos ajenos.

— Escúchame una cosa, gilipollas — escupió Víktor, denotando la molestia en su voz y en sus dientes que incluso los apretaba un poco — Vas a borrar y dar de baja cada puta noticia de mi esposo de tu plataforma o de donde mierda sea —

— ...— el hombre tragó saliva, nervioso y tratando de articular las palabras que quería decir. Paseó su vista hacia los lados y notó que la gente que anteriormente estaba, había desaparecido.

Un nuevo jalón en su prenda superior por parte del ruso, le hizo volver a enfocar la mirada en la ajena.

— Tienes 5 minutos, sino... Voy a arruinar tu carrera de tal forma, que no volverás a conseguir trabajo EN TU PUTA VIDA — Víktor soltó una exasperación muy cansado, prosiguiendo luego a aflojar su agarre lentamente hasta soltarle. Luego pasó sus manos por encima de la prenda, simulando arreglarla aunque esta ya estaba completamente arrugada — ¿Fui claro? —

•Marriage• [°Volkacio°]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora