Lucifer sostenía la capa entre sus manos temblorosas.
- La hija de un capullo...- Dijo Evelyn con voz temblorosa, mientras notaba como sus ojos se cerraron.
- ¿Evelyn? ¡Evelyn despierta!- Lilith se asustó.
- TRanquila, mi manzana, sólo está agotada, ¿Recuerdas? Caer es agotador. Te absorbe toda la energía.
- tienes razón, querido, ¿Qué hacemos con ella?- Evelyn se había dormido profundamente.
- Pues mi amor, la dejaremos aquí, la taparé- puso a Evelyn con sumo cuidado, en su cama, y la tapó- Voy a guardar esto en la cámara, luego preguntaré a Evy, porqué Metatrón la tenía guardada, a escondidas.
Lucifer se levantó, túnica en brazos, a su cámara secreta.
- Eh, Luci...
- Dime, Satanás.
- ¿De verdad es la túnica?
- Ajá.
- ¿Cómo es posible?
- No lo sé, SAtanás, no lo sé.
- ¿Recuerdas aquel día, cuando crucificaron a Jesús?
- Claro que si, yo estaba allí, le propuse pactar, y no quiso.
- Algo se cuece allí arriba...y no me gusta, Lucifer, haz las paces con ella, la necesitarás. Es un ser extraordinario.
- Claro que sí. Ahora, retírate. voy a guardar esto, y a cuidar de mi hija.
Lucifer, con un gesto, rompió el hechizo y entró en la cámara, donde guardaba todo. depositó la túnica con sumo cuidado, y se fue de vuelta, a cuidar a Evy. Lilith la vigilaba.
- ¿Cómo va?
- Pues querido mío, dormida como un bebé. mira esto: No tiene ni las marcas de la espalda, y el negro ya no le llega a la mano- Lilith tomó de la mano a Evelyn, y la mostró a Lucifer.
- Eso debe ser cosa de Rafael. Él cura todo esto. bueno, ahora, a ver cómo se repone mi fierecilla. Duerme, manzanita, yo me quedo vigilando.
Lilith durmió como pudo, abrazada a Evelyn, vigilando que no tuviera pesadillas, mientras Lucifer montaba guardia.
- Increíble, sencillamente eres increíble.
Lucifer se levantó a la mañana siguiente, y el choque, producido por Evelyn, no había pasado desapercibido.
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En los círculos se comentaba todo, el estruendo enorme, la bola de fuego, pero nadie, vio nada, porque Evelyn fue muy cauta, tapándose.
Pero alguien se percató.
El futuro centinela, digno, sucesor de su madre. Se plantó en palacio, pidiendo audiencia conmigo.
- Pasa, Alexei, pasa, querido nieto.
- Abuelo Lucifer, sé que mi madre tiene que ver con el estruendo, noto que está por aquí, por favor, dime que está bien, y no me mientas, por que sabré que es mentira, y revolveré cielo, Tierra, e Infierno hasta encontrarla.
La decisión, fuerte, de mi nieto, me hizo reir, orgulloso.
- ¡Digno Alexei! Tu madre te ha educado, mejor que nadie. Tu madre tiene que ver, y está bien, bajo mi tutela, no te preocupes, la mismísima reina cuida de ella, sólo que mantenlo en secreto; aún no es precavido hablar, en cuanto se reponga, serás el primero en saberlo. Lo juro, por mi honor, Alexei.
Alexei, suspiró hondo, y me miró.
- Abuelo, quiero mucho a mi madre, la extraño, sé que a veces discutís, pero no se merece como se la trata en palacio.
caminamos juntos, un trecho.
- Sin duda, he sido un bastardo con ella. No justifico mi comportamiento, Alexei, pero tampoco es fácil ser padre, con la experiencia previa. tu madre y yo chocamos, casi tanto como Amenadiel conmigo, pero ella es peor, es puro fuego infernal, y claro: ella es el brazo armado, no la puedo perder. por mi culpa se fue, Satanás está que trina, todo por mi estupidez.
- Bueno, Abuelo, todos metemos la pata, ella de fijo que se queda aquí, pero por favor, llámame cuando vuelva.
Llegó un criado, que me avisó.
- La reina requiere vuestra atención.
- Bueno, Alexei Amenadiel, tengo que irme, vuelve a casa, ella está bien.
- A su servicio.
Se despidió, tan cortés como su madre.
llegué a mis aposentos.
- ¿pastel de manzana, qué sucede?
- Ven, querido, está mucho mejor que ayer, pero mira esto- Lilith levantó la ropa de Evelyn, y vio las marcas en el torso.
- Oh...se lo han hecho...
- ¿Qué es?
- Enoquiano, mi vida. Es protector, a todos los ángeles nos hacen eso.
En las costillas de Evy, en el costado, podían verse inscricpciones, en su piel.
- No te las vi nunca, cariño.
- Eso es por que las oculto, mira- Me subí la camisa, y se las pude mostrar con magia.
-Oh...extraordinario...espera, voy a taparla.
Lilith la tapó con cuidado, y la dejamos durmiendo.
- Manzana, nadie debe saber que está aquí, sólo Alexei lo sabe.
- ¿Cómo es posible?
- Porque la ha notado. Es el futuro centinela, acuérdate.
- Vaya...brillante muchacho.
- Sin duda, está bien educado, y su madre, aquí presente, va a dar mucha guerra, pero habrá que despertarla. Manzanita: cuidala, yo iré a arreglar unas cosas- Unos arañazos sonaron, abrí, y era Noche.
- ¡Vaya!
se puso junto a ella, lamiéndole la cara.
- Noche, cariño, ella está dormida aún- Traté de quitársela de encima pero me bufó.
- ¡Noche! ¡Baja de ahí!- Un segundo intento y casi me llevo el zarpazo.
- ¡Por Satanás! ¡Baja de ahí!
No había manera, si trataba de asomarme, casi me atacaba.
- En fin, habrá que dejar que cuide de Evelyn, querido- Dijo Lilith riéndose.
- Si, ya te vale, noche.
Ese dia, procuré estar ocupado, con las reuniones, y hablando con mi hija en el hotel. Lilith me tenía al tanto, de la evolución de Evy, seguía durmiendo, pero ya, daba signos de ir desperezandose.
- Bien, pastel de manzana, hoy la vigilaré, ya mañana la despertaremos.
Aquella noche, estaba de nuevo, en vigilia, mientras ella dormía, junto a mi pastel de manzana.
No recuerdo, en qué parte de la madrugada, me quedé dormido.
Y de repente, un golpetazo me despertó, de una manera brusca, me levanté, de un golpe, todo asustado.
- ¿¿ Qué carajos pasa??
Lilith se despertó, asustada.
- ¿Querido, qué sucede?
- ¿No lo viste? ¡Menudo golpe me he llevado!
- Mi amor, estaba dormida...
- Bueno...déjalo...será una pesadilla...duerme, anda...
me puse a dormitar en la silla, y el sueño me venció, esta vez, el golpetazo, en la nuca, un manotazo, fue tan fuerte, que me sacó el sombrero, que llevaba puesto, para que la luz, de la lamparita no me molestara.
- ¿¿¿Pero qué coño??? ¡¡Lilith!!
Mi esposa saltó de la cama.
- ¿¿Qué sucede ahora??-
- ¡ Menudo golpe! ¡Mira, me ha sacado el sombrero!
Lilith me miró sorprendida.
- Pero pastelito de manzana...yo no he sido...y Evelyn duerme...
La miré con recelo, esta pequeña bastardilla, tramaba algo, e iba a pillarla. Hice el gesto, para que Lilith se sentara al lado de la cama, y me pusiera yo en el suyo. La silencié con el dedo.
Me tumbé, pacientemente, y a los diez minutos, lo que nos temíamos: Se levantó, para golpearme, y se giró.
- ¡Así que eras tú, pequeña bastardilla!- La agarré, mientras trataba zafarse de mí, riéndose.
- ¿¿Se puede saber por qué abofeteas a tu padre??- Dije, tirándole de la mejilla.
- jajaja...padre...jajaja suelta...que me haces daño...
- ¡Eres una pequeña bastarda! ¡Yo haciendo guardia para que te cures y tú me abofeteas, Evelyn Magne!
- Eso me lo debías...por la otra vez...- Dijo mientras yo le tiraba de la oreja.
- ¿Así que reconrosa con tu padre, eh?- Lilith se reía.
- ¡No te rías!
- Querido, debo reconocer que te las ganaste. Me alegra ver que vuelves a ser la misma, Evy.
- Me alegro de haber vuelto, ¡Ay! Ya vale, padre, ya vale!
- voy a...¡Evelyn! ¡Mira qué golpetazo!- me escocían aún.
Evelyn empezó a reirse, mientras trataba de disculparse.
- jajaja...no sabía que os daría tan fuerte...jajaja...perdón, padre...
Escuché las risas ahogadas de la reina, tapándose la cara.
- ¡Sois las dos iguales!
- Vamos, querido, no te enonjes, al menos, está bien, ¿Verdad?
- Eso creo...a ver, Evy, cuéntame, lo que sucedio allí arriba.
- Pues, verás, padre- Dijo acomodándose sobre la cama- mi madre, me avisó, de que algo se cocía, y no bueno, por que Metatrón no es trigo limpio, pero el jefe del cotarro confía ciegamente en él. Me colé en sus aposentos, hasta dar con la túnica, pero me pillaron. llamó a Miguel, que me golpeó, y os insultó, a los dos, así que le quité la espada a Miguel, le corté el brazo derecho a aquel bastardo, y me largué con la túnica. Eso le enseñará a no hablar mal de Amenadiel, ni de nadie de mi familia.
Sonreí, mientras abracé a mi hija.
- No podría estar más orgulloso de ti, fierecilla, fui un inútil, perdóname, mi niña, hiciste un sacrificio enorme, aceptando el trato, y te traté fatal. Espero que hayas podido a ver a quien más deseabas, al menos por unas semanas. Noto tu espíritu mucho más tranquilo.
- Te he echado de menos, padre, y sí, pude verla, por unas semanas, y me sirvió para atar muchos cabos sueltos. Ella fue quien me mostró la verdad, y me animó a seguir adelante.
- Y yo a tí, fierecilla, ahora, trata de dormir, mañana, avisaremos a tu familia, Alexei sabe que estás aquí. Has creado a un Centinela excelente. Evelyn, mi niña, sé, paciente conmigo, al igual que lo seré contigo. Sé que tenemos nuestras discusiones, pero no me quita de que te quiera. Ser mi hija adoptiva, no te quita ser mi hija. Prometí a Amenadiel que te cuidaría, y eso haré- Besé su cabecita, y ella besó mis manos, abrazándome.
- Mi hijo es así, por que tuve el mejor maestro. Bueno, me voy a mi habitación, a arrastrarme a mi cama. gracias por todo, mis señores- Se transportó y se fue.
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El Maestro.
FanfictionEve, una chica víctima de malos tratos por parte de su familia, huye, y en busca de ayuda, acude a Alastor, una entidad oscura conocida como "El demonio radio", quien acepta ser su maestro. ¿Cómo acabará esto? ¿Aceptará Alastor a Eve como discípulo?