-¿De qué negocios habla, maestro?-Justo en ese momento, nos trajeron la bebida, y aproveché para dar un largo trago, sin dejar de mirarlo.
-Querida, por cada alma que envías, tomamos poder, tú, y yo. Ese poder se traduce en muchas cosas, encanto. Lo has hecho muy bien.
-Gracias, señor.-Dije mirando a mí alrededor: todos miraban, me sentía muy incómoda.
-¿Qué sucede, cielo? ¿Te sientes incómoda?-sonrió apoyando su cara sobre sus dos manos.
-¿Por qué nos miran todos?-Pregunté levantando una ceja.
-Oh, encanto, verás, ¿Es que no llegaste a esa parte?
-¿Qué parte?
"Clonk!" otro bastonazo en plena cabeza. No tan fuerte como otras veces, pero me dio.
-¡Ay!-¿Porqué me da?-
-Eso me demuestra que no te aplicaste lo suficiente.
-Perdón Mr. Alastor, pero es que tuve que arreglar unas cosillas.-Dije frotándome la cabeza.
-Cielo, el vínculo entre maestro y alumna no es sólo beber sangre y matar...
Con un gesto sutil, hizo aparecer el libro, y me lo puso por delante.
-tercer párrafo.
-"el vínculo, se puede sellar de varias maneras, una de ellas es compartir lecho con el maestro en cuestión..."-Me quedé sin habla, me subieron los colores a la cara, y en mi cabeza se me metieron tantas cosas al mismo tiempo que me iba a volver loca, bebí todo el licor de un trago.
-¿Qué es esto, maestro, porqué no me dijo nada? ¿No irá usted a...?-Le dije pálida. La idea de acostarme con él, no me decepcionaba en absoluto, al contrario, su forma demoníaca me había encendido, pero lo mantenía en silencio.
-¡Jajaja, no encanto!-No es obligatorio, la verdad nuestro vínculo está más que afianzado-Dijo riéndose.
-¿Es por eso que nos miran todos?-Dije toda colorada.
-Exacto, encanto, creen que nos hemos acostado- Su sonrisa se torció. No me gustaba cuando hacía eso.
-Madre mía...-Dije llevándome las manos a la cara, me saqué las gafas por un momento, y lo vi en su forma humana: Era bello de ambas maneras, pero la otra forma me encantaba, tenía mucha personalidad.
-Te veo estresada, encanto, relájate, yo no obligo a nadie a hacer cosas que no quiere, además, eso no es necesario, como ya dije-Se encogió de hombros.-Es una estupidez compartir lecho, estropearía el vínculo que hemos creado, ¿No crees?
Me puse las gafas, bebí más seguido, y lo miré.
-Si, es verdad, no haría más que perjudicar.-Me recosté en aquel sofá.
-Pero vayamos al grano, mañana, acuérdate de que iré a comer allí, vamos a hablar más calmadamente, pero voy a dejar zanjado un asuntillo, cielo.
-¿Cuál?
-Debes tener cuidado con los demonios. Muchos, muy poderosos, vienen aquí, no te metas en ningún lío, podrían hacerte mucho daño, eres una novata, y hay entes muy poderosos.
-¿Por eso nos miran? ¿Usted es uno de ellos?
Me miró, fijamente, en silencio.
-Así es, vas a aprendiendo, cariño, una cosa, lindura.
-¿Sí?
No olvides cada cierto tiempo rendir pleitesía a tu maestro, no te olvides a quien debes todo. Cuando caces, la próxima vez, recuerda volver a poner tu seña. Me ha encantado el detalle de la sonrisa.
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El Maestro.
FanfictionEve, una chica víctima de malos tratos por parte de su familia, huye, y en busca de ayuda, acude a Alastor, una entidad oscura conocida como "El demonio radio", quien acepta ser su maestro. ¿Cómo acabará esto? ¿Aceptará Alastor a Eve como discípulo?