SKY
El día viernes mi padre había venido a la casa de sorpresa. Lo encontré en la sala cuando llegué de la Universidad.
—¿Qué haces aquí? —pregunté algo sorprendido.
Tenía ocho meses que no lo veía en persona. Solo me hablaba de vez en cuando por teléfono o me depositaba dinero para la Universidad.
—Tu madre me dijo que recaíste en las drogas —contestó.
Así que de esto se trataba realmente.
—Si no te hubiera dicho eso, tú no vienes —añadí con algo de enfado.
—Por favor Skyler, sabes perfectamente que eso te hace daño —agregó con voz firme—. ¿Sabes lo preocupada que está tu madre?
—Si viniste a darme un sermón, ya puedes irte —solté.
Iba a subir las escaleras, pero me detuvo.
—Necesitas ayuda Skyler.
—¡No quiero tú maldita ayuda ni la de nadie! —grité molesto.
—Por favor Skyler, iba todo bien, ¿Por qué lo hiciste de nuevo?
—Tu no lo entiendes —murmuré.
—Como no lo voy a entender si no me lo explicas.
—Aunque lo hiciera no lo harías —añadí con fastidio.
Mi padre pasó su mano por su cabello exasperado.
—Estuve hablando con tu madre y lo que creemos que será mejor para ti, es regresar a rehabilitación.
Miré a mi padre perplejo. Rápidamente negué con la cabeza.
—No, yo no pienso regresar ahí —contesté.
—Escucha Skyler, encontré otro lugar mejor que el anterior, este será diferente —comentó con serenidad.
—¡Que no joder! —exclamé molesto—. No quiero ¿No lo entiendes?
Mi padre suspiró y después comenzó a caminar hacia mi.
—No te estoy preguntando Skyler, te estoy avisando —agregó con tono amenazador.
Lo miré mientras apretaba la mandíbula con fuerza, mi respiración subía y bajaba con rapidez.
—Váyanse a la mierda los dos —solté.
Comencé a subir las escaleras con enfado. De pronto escuché los pasos de mi padre detrás de mí.
—¿Qué haces? —pregunté cuando vi que me seguía—. Vete, déjame en paz. Esta ya no es tu casa.
—No Skyler, aun no he terminado de hablar contigo.
—Pues yo si.
Caminé hacia mi habitación y antes de cerrar la puerta, mi padre entró.
—¡Que me dejes en paz! —grité.
—¡No Skyler! —gritó también—. Esto tiene que parar ahora mismo.
—Por favor papá, vete y déjame solo.
Me senté en la cama irritado.
—Tu madre está preocupada, ella quiere verte bien y tu solo la estás lastimando —añadió, intentando mantener la calma.
—Entonces que no se meta, me da igual.
—Sky, ella no puede preocuparse debido a su estado.
Volteé a ver a mi padre confundido.
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La juventud perdida
أدب المراهقين5 jóvenes con vidas diferentes pero con algo similar. Todos se sienten perdidos en el transcurso de la vida de su adolescencia. ¿Podrán superar aquello que ven imposible y difícil de sobrellevar?