Capítulo 24

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HARPER

La fiesta de Halloween era lo mejor que podían hacer. Esta festividad era mi favorita de todas. Me disfracé esta vez de Ángel y Sky de Diablo. Llevaba puesto un vestido blanco con tutu y una tiara del mismo color. Me acomodé las alas blancas frente al espejo mientras Sky se recargaba a un costado para mirarme.

—Me encanta como se te ve ese disfraz —dijo sin quitarme la mirada de encima—. Aunque no hacia falta, ya eres un Ángel.

Lo miré de reojo sonriendo.

—Tampoco hacia falta tu disfraz —añadí soltando una carcajada.

Salimos de la casa y comenzamos a caminar hacia la Universidad, que estaba a unas cuantas cuadras de mi casa. El clima estaba fresco, pero no exagerado. Amaba este tipo de clima.

—La casa de los Warrington si que se aprecia en estas fechas —comentó Sky.

Volteé a ver la casa de ellos. Siempre me había dado algo de miedo y en estas fechas la decoraban y se veía el doble de aterradora. Mi casa estaba a tan solo una calle de ellos. Desde niña conozco a esa familia, pero nunca nos llevamos muy bien que digamos. A excepción de mi hermana. Harley se hablaba con Wayne y muchas veces llegaron a salir juntos a fiestas, aparte eran compañeros de clases, pero lamentablemente mi hermana no pudo terminar la Universidad. Recuerdo que en una época de Halloween mi hermana se disfrazó de Merida Brave, esa noche la vi más feliz que nunca.

—¿Qué tanto piensas? —me preguntó Sky.

—Estaba recordando a mi hermana —respondí con serenidad.

—Me enteré de lo que le pasó —comentó—. Se parecían muchísimo.

Fruncí el ceño confundida sin dejar de verlo.

—¿Cómo sabes eso? ¿Acaso la conocías? —inquirí.

Sky me miró como si lo hubiera agarrado en la movida.

—Ah, es que yo... —intentó decir—. Vi tus fotos en Facebook.

Abrí los ojos con sorpresa.

—¿Me buscaste por Facebook? —pregunté sonriendo.

—Algo así —añadió—. De hecho, un día le pagué a Eddie porque necesitaba saber más de ti, ¿Ya vez lo que me haces hacer?

—¿Hablas en serio? —pregunté entre risas.

Entramos al salón y nos sentamos en una de las mesas. Todo el salón estaba oscuro, lo único que iluminaba era la pista de baile, que era una mezcla de colores fosforescentes y una que otra lámpara con diseño de calabaza que se encontraban en las mesas.

—¿Ya habías venido a este tipo de eventos? —me preguntó Sky.

—Si, el año pasado vine con las demás —le contesté—. ¿Tu viniste?

—No, no suelo ir a los eventos Universitarios —respondió.

—¿Viniste por mí? —inquirí con curiosidad.

—Si, creo que me has hechizado —dijo soltando una risa.

En la entrada vi que iba entrando Melanie y las demás. Llevaba un par de días que no hablaba con ellas. Había dejado de ser una animadora como también una de sus amigas, aunque la realidad es que nunca lo fui.

La juventud perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora