Epílogo

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SKY

1 año después.

En la radio se escuchaba Home de Edward sharpe and the magnetic zeros. Venía junto con Harper, Bethany, Taegan, Eddie y Wayne mientras yo manejaba. Habíamos planeado hace unas semanas atrás salir de viaje. A mi costado venía Harper recargada en la ventana del auto mientras el viento golpeaba su rostro, tenía los ojos cerrados, podía ver que disfrutaba de este momento tanto como yo. Llevé mi mirada hacia el retrovisor y vi que Taegan y Eddie dormían en el asiento de atrás. Eddie tenía su cabeza recargada en el hombro de Wayne. Del otro costado se encontraba Bethany, que escucha música con sus audífonos mientras leía su libro. Regresé la mirada al frente. La carretera estaba vacía. De lejos se podía apreciar el atardecer. Miré de reojo a Harper que ya se había acomodado en el asiento de copiloto. Ella me miró en silencio y me sonrió.

—Hogar es donde sea que esté contigo —tarareé una parte de la canción que sonaba en la radio.

El viaje hacia la cabaña que habíamos rentado estaba a tres horas de la ciudad. Tomé el camino que me llevaba hacia mi destino. Era una calle angosta que me adentraba al bosque.

—¿Ya llegamos? —me preguntó Taegan medio soñoliento.

—Ya mero —le respondí.

Cuando llegamos, estacioné el auto a fuera de la cabaña. Todos bajamos del auto mientras Taegan, Wayne y yo bajábamos las maletas de la cajuela. Eddie se estiraba por haber dormido en todo el viaje, y Bethany y Harper entraron corriendo hacia la cabaña asombradas por el lugar.

Dejamos las maletas adentro, echándole un vistazo a todo la cabaña. Adentro se veía bastante acogedor. Había una sala con un televisor enorme por encima de la chimenea. En el segundo piso se encuentran tres habitaciones. También tiene un jacuzzi en la parte de afuera, una cocina grande en el primer piso y unos ventanales donde dejaba ver toda la hermosa vista del bosque.

Después de un rato de haber desempacado, todos salimos hacia el lago que se encontraba a una distancia de la cabaña. Harper y Bethany habían colocado en el césped una sábana con snacks. Habíamos comprado un pastel de zanahoria por el cumpleaños de Taegan. Después de todo lo qué pasó, Taegan ya se encontraba mucho mejor, habíamos convivido los últimos meses que ahora puedo decir que lo considero un buen amigo. Realmente él no es lo que yo pensé hace unos años atrás.

Eddie comenzó a servir el vino en unos vasos, mientras Harper colocaba las velas en el pastel. Todos le cantamos a Taegan mientras él nos daba un gesto de desaprobación. Odiaba que le cantáramos, pero Bethany quería que lo hiciéramos. Cuando terminamos, Harper repartió unas rebanadas de pastel para cada uno mientras hablábamos de cosas amenas.

—Estoy muy orgullosa de todos ustedes —comentó Bethany, mirándonos a cada uno.

—Me alegra haber conocido gente extraordinaria —expresó Harper a mi lado.

Taegan sonrió con nostalgia. Sabía que hoy era su cumpleaños y el primer aniversario de su intento de suicidio. Hace tiempo ya lo había hecho, pero no fue tan grave como este último que casi le quita la vida. Al cabo de unos dies minutos, Harper se levantó de la sábana acomodándose su vestido.

—¿Creen que el agua esté fría? —nos preguntó.

—Hay que averiguarlo —comentó Bethany levantándose también de la sábana.

Todos nos dirigimos al muelle mientras nos quitábamos la ropa hasta quedarnos solo con la ropa interior. Tomé la mano de Harper y la entrelacé con la mía.

—Vamos —le dije.

Caminamos a la orilla del muelle y nos arrojamos al agua. Estaba bastante fría.

—Ay por dios —escuché que dijo Bethany a una distancia de nosotros—. Está helada.

Miré a Harper que sonreía, ella me miró y se acercó, colocando sus manos en mis hombros.

—¿Te he dicho que eres hermosa? —le susurré a unos centímetros de sus labios.

—Tantas veces que nunca me cansaré de oírte decirlo —añadió sonriendo.

—Te amo —le dije mientras me acercaba a ella y le daba un suave beso en los labios.

—Y yo a ti —añadió.

Después de unos minutos el agua ya no se sentía fría debido al calor de nuestros cuerpos. Me alejé un poco para observarla de nuevo. Harper se había dejado crecer el cabello más largo y se había hecho un flequillo recto que la hacia lucir más hermosa. Iba a besarla de nuevo, cuando en eso, un chorro de agua cayó sobre nosotros. Ambos volteamos a un costado, encontrándonos a Taegan riendo a carcajadas.

—Fue Bethany —dijo señalándola.

—¿Qué? Eso no es cierto —añadió Bethany mientras le arrojaba agua en la cara a Taegan.

Todos comenzamos a aventarnos agua de manera tan graciosa. Por primera vez en mi vida podía decir que estaba en el lugar correcto con las personas correctas.

No voy a negar que a veces siento la ansiedad de volver a sentir aquella sensación que me ocasionaban las drogas, siendo así que empiezo a preocuparme. Pero entonces, respiro hondo e intento permanecer en el presente. Recordándome todo lo que he hecho, el esfuerzo que hice por dejar esa adición, y a donde me encuentro ahora.

No obstante, puedo decir que estoy y estaré bien sin importar las ganas que me surjan de volver a caer, no lo haré. Nunca más lo volveré a hacer.

Dentro de unos años recordaré estos días como uno de los mejores de mi vida y mi juventud. Recordaré también aquellos días oscuros y terribles que pasé. Donde sentía que me desgarraba por dentro y que ya no podía más. Pero ahora lo sé, la vida puede ser complicada, solitaria y muchas veces demasiado triste y dura, pero gracias a todas las cosas que hice y viví, aprendí de ello y se volvieron parte de mí. Al final la recompensa es inimaginable.

El ahora importa al igual que nuestras vidas, solo debemos de abrir los ojos y nadar a la superficie intentando no caer y ahogarnos de nuevo. La vida es demasiado corta y el tiempo se nos va volando en un abrir y cerrar de ojos, así que, no lo desperdicies.

La juventud perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora