•Prologo•

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La ciudad de Nueva York no es más que un páramo lleno de mierda, un vertedero dónde las personas que fracasan se ven obligados a abandonar todos sus sueños rotos y dejarlos atrás. Las luces destellantes han perdido su brillo, y esa sensación de frescura que una vez impregnó el aire de la ciudad, esa esperanza, ha quedado en el pasado.

Cada persona que una vez considere un amigo ahora en un enemigo, y la palabra confíanza ha Sido arrancada de mi vocabulario. Mi nombre y reputación están empañados gracias a la prensa. Y después de leer el titular que "The New York times" público está mañana, decidí que está noche será la última que alguna vez pase por aquí. No puedo lidiar más con los sudores fríos y las pesadillas que perturban mi sueño, y tan duro como trato de fingir que mi corazón ha Sido destruido, dudo que el dolor agonizante en mi pecho desaparezca alguna vez.

Para despedirme correctamente, ordene los mejores platos de todos mis restaurantes favoritos, ví death of a salesman en Broadway, y me fume un puro cubano en el puente de Brooklyn. También reserve la suite del ático en el Waldorf Astoria, dónde estoy ahora recostado en la cama y con mis dedos entrelazados en el cabello de una mujer, gimiendo cuando desliza su boca sobre mi polla. Me provoca, arrastrando su lengua alrededor de la punta de mi polla y mirándome, susurra:

- ¿Te gusta esto?

No contesto.

Empujó su cabeza hacia abajo y exhaló cuando presiona sus labios contra mis bolas, cubriendo mi polla con sus manos, moviendolos hacia arriba y hacia abajo. En las últimas dos horas, la folle contra la pared, la obligue a doblarse sobre una silla, y abrí sus piernas sobre el colchón mientras devoraba su coño. Fue bastante gratificante, divertido, pero se que este sentimiento no durará por mucho tiempo: nunca se queda. En menos de una semana, tendré que encontrar a alguien más.

Cuando ella me toma más y más en su boca, tenso mi agarre en su cabello mientras menea la cabeza de arriba y abajo. El placer comienza a atravesarme, y los músculos de mis piernas se ponen rígidos, obligandome a dejarla ir y advertirle que se aleje.

Ella me ignora.

Agarra mis rodillas y chupa más rápido, dejando que mi pene toque la parte posterior de su garganta. Le doy una última oportunidad de alejarse, pero sus labios permanecen envueltos alrededor de mi, sin dejarme otra opción que correrme en su boca. Y entonces traga.

Cada última gota, es impresionante..
Alejándose finalmente, se lame los labios y se recuesta contra el suelo.

-Esa es la primera vez que me lo trago - dice - y lo hice por ti.

- no deberías haberlo hecho - me levanto y subí la cremallera de mis pantalones - lo deberías haber guardado para otra persona.

-Correcto, bueno...eh..¿Quieres pedir algo para cenar? ?tal vez podríamos comer, ver Netflix y hacerlo otra vez después?

Levanto una ceja, confundido. Está siempre es la parte más molesta, la parte en la cual la mujer con la previamente acordé "una cena. Una noche. No hay repeticiones" desea establecer algún tipo de conexión imaginaria. Por alguna razón, siente que es necesario que haya algún tipo de conversación de cierre, algún insípido consuelo que le confirme que lo que acaba de suceder fue más que sexo, y que seremos amigos. Pero era solo sexo, y no necesito amigos. Ni ahora, ni nunca.

-No gracias - me acercó al espejo que hay al otro lado de la habitación - tengo que estar en un lugar.

-¿A las tres de la mañana? Quiero decir, si lo que deseas es no ver Netflix e ir directamente a por otra ronda, yo puedo...

Me desconecto de su irritante voz y comienzo a abotonar mi camisa. Nunca pasé la noche con una mujer que conocí online, y ella no va a hacer la excepción. Cuando me ajusto la corbata, bajo la mirada y descubro una andrajosa billetera de color rosa en el tocador. La recojo, la abro y deslizó mis dedos por el nombre que está impreso en su licencia : Vanessa Hudson.

A pesar de que solo conozco a esta mujer desde hace una semana, ella siempre respondió a 'valentina'. También en repetidas ocasiones me dijo que trabaja como enfermera en el Hospital Grace. A juzgar por la tarjeta de empleado de Wal - Mart que se esconde detrás de su licencia, asumo que no es cierto.

Miro por encima de mi hombro hacia donde está tendida sobre las sábanas de seda de la cama. Su piel color crema es lisa y suave; sus labios en forma de arco se encuentran ligeramente hinchados e inflamados. Sus ojos azules se encuentran con los míos y lentamente se incorpora, abriendo sus piernas y susurrando:

- sabes que quieres quedarte. Quédate..

Mi polla empieza a endurecerse, sin duda dispuesta a otra ronda, pero ver su nombre real arruinó cualquier posibilidad. No puedo soportar estar cerca de alguien que me mintió, aunque tenga un par de senos y una boca del cielo. Lanzo la cartera en su regazo.

- me dijiste que te llamabas Valentina.

- bueno, ¿Y?

- Tu nombre es Vanessa.

- ¿Y que? - se encoge de hombros, haciendo un ademán con la mano - nunca doy mi verdadero nombre a los hombres que conozco en internet.

-¿Terminas siempre follando en suites de hoteles de cinco estrellas?

- ¿Por qué de repente te preocupa mi verdadero nombre?

-No lo hace - echo un vistazo a mi reloj - ¿Pasarás la noche en esta habitación, o tengo que darte dinero para el taxi que te lleve a casa?

-¿Que?

- ¿No es clara mi pregunta?.

- wow.... simplemente, wow...- niega con la cabeza- ¿Cuánto tiempo crees que podrás seguir haciendo esto?

- ¿Seguir haciendo que?

- Charlas con alguien durante una semana, follar con ella, y pasar a la siguiente. ¿Cuánto tiempo más lo harás?

-Hasta que mi pene deje de funcionar - me pongo la chaqueta - ¿Necesitas un taxi o te quedas? La salida es a mediodía

-¿Sabes que lo hombres como tú, que evaden las relaciones, normalmente son los que se enamoran con más fuerza?

- ¿Eso te enseñan en las tiendas Wal - Mart?

-El hecho de que alguien te lastimarse en el pasado no quiere decir que todas las mujeres después lo harán - frunce los labios - probablemente por eso eres asi. Tal vez si tratarlas de tener citas con alguien, en realidad estarías mucho más feliz. Deberías salir con ella a cenar y realmente escucharla, acompañarla a su puerta sin esperar una invitación a entrar, y tal vez pasar por algo la cosa de "vamos a follar en la suite de un hotel" al final.

-¿Dónde están mis llaves? Tengo que irme ahora.

- lo puedo ver ahora - parece no poder callarse - vas a querer más sexo un día, y la persona que quieras será con quién menos lo esperes. Alguien que te obligará a ceder tus magistrales planes.

Encuentro mis llaves debajo de su arrugado vestido y suspiro.

- ¿Vas a necesitar el dinero o que?

- tengo mi propio auto, idiota - rueda los ojos - ¿Realmente eres incapaz de tener una conversación normal? ¿Te mataría hablar conmigo durante unos minutos después del sexo?

-No tenemos nada más que discutir - coloco las llaves de la habitación en la mesita de noche y camino hacia la puerta - fue muy agradable conocerte, Vanessa, Valentina. Cualquiera que sea tu jodido nombre. Ten una gran noche.

- ¡Jodete!

- tres veces fue más que suficiente. No, gracias.

-¡Todo esto se te devolverá algún día, imbécil! - grita cuando salgo al pasillo - ! El karma en una puta mierda dios griego!

-Lo sé...- me muevo hacia atrás - me la folle hace dos semanas.

Holaaa

Rompiendo Mis Protocolos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora