Itziar.
- Dime que es verdad… - Apretó los labios contra los míos y deslizó la lengua en mi boca, ahogandomis gemidos con un beso tan implacable como voraz - . Dime por fin algo que sea cierto…
Notaba escalofríos subiendo y bajando por mi columna vertebral; faltaban apenas unos segundos paraque me corriera, pero no me soltaba la boca.
Él seguía mirándome mientras me besaba, rogándome que le dijera la verdad.Asentí con la cabeza, esperando que pudiera leer en mis ojos lo que quería saber, que viera que tenía
que soltarme, que necesitaba respirar.
Se hundió en mi interior una vez más, impactando contra el punto más sensible, y me las arreglé para apartar mi boca de la suya.- ¡Síiiii! : Dejé caer la cabeza en su hombro mientras intentaba coger aire.
- itziar....- Me sostuvo por la cintura hasta que dejó de estremecerse.los dos apoyamos los pies en el suelo, y poco después oímos unos golpes en la puerta.
Mierda.
- ¿Hay alguien ahí dentro? - Ambos permanecimos callados, sin aliento.
Unos minutos después, cuando recuperó el resuello, se retiró de mi interior mirándome a los ojos.Lanzó el condón al cubo de la basura que había detrás de él y se subió los pantalones.Vi cómo se arreglaba frente al espejo, alisándose la ropa tan bien que nadie podría adivinar nunca queacababa de follarme de aquella forma tan salvaje.Me bajé del lavabo y miré mi propio rostro; tenía el pelo desordenado, el rimel corrido y las mejillasrojas. Me subí los tirantes del sujetador, pero antes de que pudiera colocarme los del vestido, alvarome apartó la mano y lo hizo él mismo.Nuestros ojos se encontraron en el espejo mientras me peinaba con los dedos y, al instante, se dio lavuelta para recoger mi diadema. Me la puso con suavidad sobre la cabeza y luego se alejó.
- ¿Sabes? Es de mala educación no decir nada después de follar - murmuré.
- ¿Qué? - Detuvo la mano en el pomo de la puerta.
- Nada.
- ¿Qué has dicho? - Ladeó la cabeza mientras me miraba - No sé leer la mente.
- He dicho que es de mala educación no hablar después de follar. Al menos, podrías decir algo, lo que sea.
- No mantengo conversaciones de alcoba.
- No es una conversación de alcoba - me burlé - Es lo que haría un caballero.
- Jamás he dicho que fuera un caballero.- Suspiré, dándome la vuelta. Esperé que cerrara la puerta, pero, de repente, sentí sus manos en lacintura, obligándome a darme la vuelta hacia él.
- ¿Qué quieres que te diga después de follar, itziar?
- Podrías preguntarme si me ha gustado o no…
- No me gusta hacer preguntas sin sentido. - Miró el reloj - ¿Cuánto tiempo tienes que quedarte?
- Una hora más o menos.
- Mmm… - Guardó silencio - Y mientras me espiabas cuando estaba con mi ligue, ¿cuánto hasbebido?
- No te estaba espiando. Llevo toda la semana intentando evitarte, ¿es que no te has dado cuenta?
- ¿Cuánto?
- Cinco chupitos.
- Vale. - Me colocó un mechón de pelo detrás de la oreja - Cuando estés lista, te llevaré a casa. Yame ocupo yo de que te lleven el coche mañana al apartamento. - Me besó en la frente antes de acercarse
a la puerta - Llámame cuando estés lista.- espera.. ¿Y tu ligue?
- ¿Y mi ligue qué?
Una hora después, me metía en el interior del coche de Alvaro, un elegante Jaguar negro. Mantuvo lapuerta abierta hasta que terminé de acomodarme, y esperó hasta que me puse el cinturón de seguridadpara cerrarla.En el centro del salpicadero, había una carpeta roja con el sello del estado de Nueva York. La cogí,pero me la quitó de las manos y la guardó bajo llave en la guantera.
Pareció irritado de que la hubiera tocado, pero se apartó de mí con rapidez y puso el coche en marcha.
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Rompiendo Mis Protocolos.
FanficCómo abogado de alto perfil, no tengo tiempo para perderlo en relaciones así que satisfago mis necesidades mediante charlas online y durmiendo con mujeres que no conozco. Mis reglas con simples : una noche, una cena, sin repeticiones esto solo es se...