Twins| jjk.✓

epílogo.

𝐌𝐢𝐜𝐚𝐞𝐥𝐚 𝐄𝐯𝐞𝐫𝐠𝐥𝐨𝐭.

Puff, ¿Recuerdan mis miedos acerca de venir a Corea? Pues, esos miedos fueron totalmente absurdos, en este país nos fue muchísimo mejor de lo que esperaba.

Habían pasado cuatro años desde nuestra partida de mi país de nacimiento, claro que mi bebé ya nació, siendo un niño, o como Jungkook le decía: "el superhéroe de papá".

Jeon MinHyun, nuestro hijo, hace unos días cumplió sus cuatro años, y por ese motivo vinieron Agustina y Harry, que seguían siendo pareja.

De mi hermana sé poco y nada, me hablo con ella solamente para saber acerca de Uzuiel, que es un niño muy fuerte y precioso.

Igual que la tía, claro.

Mi hijo es una réplica exacta de Jungkook cuando era pequeño; su cabello y ojos negros oscuros, de baja altura, juguetón y bastante risueño. Eso me hacía sentir un poco celosa, fui yo la que lo tuvo por nueve meses, sufrí contracciones y estuve en horas de parto para que se pareciera a su padre y de mí solo haya sacado los lunares.

Uh, no lo conté, Jungkook me propuso matrimonio y hace cinco meses estamos legalmente casados, aunque para nosotros estamos casados desde el momento que hablamos acerca de nuestros sentimientos.

Mi esposo actualmente trabaja en la empresa de su tío, el cual se dedica a la economía y por suerte para Jungkook a él siempre le gustó todo lo que tenía que ver con finanzas, por lo que le gustaba su empleo. Y yo volví a la repostería, si bien no trabajo en un lugar en específico, sino que hago los pasteles desde la comodidad de mi hogar y los clientes vienen a retirarlos.

Eso benefició mucho en los cumpleaños de la familia de Jungkook y en los de mi bebé, no había necesidad de gastar dinero en pasteles porque los preparaba yo, y me quedaban exquisitos como siempre.

⎯ ¡MinHyun ven para aquí!⎯ Escuché la voz de Jungkook desde el cuarto de computación. Rodé los ojos divertida y miré a mi pequeño que estaba jugando con una figura de acción de Iron man, que en realidad era de su padre. Dejó la figura para verme asustado y yo lo miré de forma graciosa.

⎯ ¿Qué hiciste ahora?⎯ Le pregunté en coreano. En estos años pude aprender lo poco que me faltaba y ahora puedo manejarlo a la perfección. Lo que sí es un trabajo difícil es enseñarle a MinHyun los dos idiomas, puede hablar todo de corrido en coreano pero alguna palabra en inglés dice por olvidar cómo se decía en coreano, y pasa lo mismo cuando habla en inglés y se olvida la palabra.

Escuchamos los pasos de Jungkook y mi pequeño escondió el superhéroe debajo de un almohadón mientras tomaba un autito y simulaba jugar con eso, yo reí por lo bajo.

Nuestra casa no era muy grande como la que nos habían regalado mis padres, era más simple y me sentía muy cómoda aquí. Tenía dos habitaciones: una para Jungkook y para mí, y una para nuestro hijo, sin contar el pequeño cuarto de mi esposo en el que guardaba sus recuerdos y la computadora que le ayudaba en el trabajo, parecía una especie de cuarto gamer. Había un solo baño, al igual que un solo piso. Por último teníamos el comedor, la cocina y un patio trasero con pasto en donde podíamos armar la pequeña piscina de ule para MinHyun.

⎯ MinHyun, ¿Qué hablamos de meterte en mi cuarto de computación?⎯ Preguntó poniendo sus manos en sus caderas mirando con una ceja levantada a nuestro hijo. Jungkook había cambiado apenas, ya no tenía los músculos tan definidos pero cuando tenía la oportunidad iba al gimnasio. En su quijada se veía apenas un poco de barba, aunque casi siempre se afeitaba ya que le molestaba.

⎯ No me he metido en el cuarto, papi.⎯ Respondió el menor algo intimidado por la mirada de su padre. Suspiré y levanté a MinHyun en brazos ganandome una mala mirada de Jungkook. Mi hijo escondió su rostro en mi cuello.

⎯ Cielo, lo estoy regañando porque no tiene que meterse en ese cuarto.⎯ Se acercó a nosotros para acariciar el cabello del pequeño.⎯ Hijo, no quería hablarte mal, es que está vez has tomado solo una figura de acción, pero, ¿Qué tal si la próxima entras descalzo y te da corriente por algún cable? ¿Si se te cae una repisa en la cabeza?⎯ Habló preocupado.

MinHyun salió de mi cuello con un pucherito, le pidió perdón a su papá y fue a buscar el Iron man que...recién veo que está pintado con mi labial morado.

Jungkook y el menor se miraron cómplices para después comenzar a correr a esconderse mientras yo los llamaba molesta por haber usado el maquillaje que me compré hace apenas unos días y ni había tenido el lujo de estrenar.

⎯ ¡Jungkook, MinHyun!

Sí, una linda familia.