three: reencuentro.

8.7K 714 221
                                    

𝐌𝐢𝐜𝐚𝐞𝐥𝐚 𝐄𝐯𝐞𝐫𝐠𝐥𝐨𝐭.

El resto del camino la pasé en silencio, a JungKook no le sorprendió al parecer ya que no dijo ni preguntó nada después de mi llamada. Ahora estábamos caminando hacia el alto edificio de vidrio, él iba detrás mío en silencio con sus manos metidas en los bolsillos del pantalón, al menos que me de la manito o algo, que relación más seca, por Dios. No pretendo que me esté agarrando el trasero mientras caminamos o algo así, pero por lo menos tomarme la mano, abrazarme por la cintura, lo que sea. A este punto iba a comenzar a creer que tener una relación con un tronco iba a ser más divertido que tenerla con JungKook.

⎯ ¿Qué pasa? Te ves enojada⎯ habló acelerando sus pasos para quedar a mi lado, sin mirarlo respondí.

⎯ Hasta que te das cuenta, joder.⎯ contesté molesta, él frunció el ceño y estaba por hablar pero lo interrumpí. No estaba enojada solo porque no era capaz de demostrar que soy su esposa, sino también por lo de TaeHyung, y sabía que JungKook no tenía nada que ver en ese tema, por eso no debía tratarlo mal. O por lo menos no tanto.⎯ No hables y entremos.⎯ bufó para después entrar al edificio siguiéndole yo. Algunas personas me saludaban y yo por respeto devolvía el saludo, aunque no conocía a nadie del lugar. Subimos por el ascensor hasta el piso más alto, yo me veía en el espejo nerviosa, aún no podía creer que TaeHyung estaba aquí.

Las puertas del ascensor se abrieron y nosotros salimos, había un pasillo no tan largo, en el costado izquierdo un escritorio con una chica escribiendo en la computadora, enfrente del mueble estaban sillas y ahí se encontraba sentado él mirando por la ventana.  Dios, era real, por un segundo quise creer que era una broma de la que se supone que ahora es mi secretaria, pero evidentemente no lo era. Aunque, ¿por qué iba a bromear con algo así? Ni siquiera me conocía, Michelle me mantenía más oculta que motocicleta robada.

Estaba tan hermoso como lo fue siempre pero ahora podía notar que se notaba más maduro. Su mirada ahora era oscura haciéndome extrañar cuando a los dieciséis tenía una aura de inocencia y ternura, la mandíbula la tenía marcada, no tanto como JungKook, pero sí la tenía, llevaba puesto un traje verde oscuro junto a una camisa blanca, su cabello castaño estaba algo largo pero no le quedaba mal. Podía apostar a que estaba un poco más alto y ejercitado, desde siempre había sido delgado, pero ahora incluso a través de la ropa se podían notar los músculos, debía meterle varias horas al gimnasio para estar así. No podía mentir, algo dentro mío se removió al verlo, aún teniendo a JungKook al lado mío. No había que mal interpretar, los dos estaban buenísimos y eran hermosos, pero en lo poco que llevaba siendo esposa de Jeon se había mostrado más seco que cualquier planta y eso, definitivamente, bajaba puntos. Deje de pensar en idioteces cuando TaeHyung se quedó mirándome por un largo rato, amaba sus ojos tan oscuros como la noche, y que alce la cabeza en muestra de superioridad me calentaba.

Joder, está precioso.

⎯ Señora Jeon, él es Kim TaeHyung.⎯ la chica -quien suponía que era la secretaria- nos presentó, aunque lo conozco más de lo que parece.

Él se levantó y caminó hacia nosotros con aire de grandeza, sin dirigirle la mirada a JungKook me dió un vistazo de arriba a abajo para después estirar su brazo a modo de saludo. Se veía arrogante, narcisista, con esa sonrisa egocéntrica de "tengo al mundo entero en la palma de mi mano", y no era así. TaeHyung antes no era así. No debería compararlo con el Kim que yo conocí en nuestra adolescencia, pero era chocante ver que había cambiado tanto.

Este no es mi Tae.

⎯ Un gusto, ya sabe mi nombre. Según sé, usted es la hermana gemela de Micaela, ella fue mi pareja por algún tiempo.⎯ se presentó, yo aguanté poner los ojos en blanco, aquello era un dato que a nadie le interesaba.⎯ Me había recomendado su agencia hace unos años y vengo recién por temas de mi profesión.

Twins| jjk.✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora