Te prometo

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Y nos encontrábamos aquí frente a lo que parecía ser un "instituto" tres edificios grises, nada de áreas verdes, ningún niño afuera jugando.

¿Es aquí?.- pregunté con horror.

Sí, hogar dulce hogar, ¿no es así señorita?.- se refirió a quién quién estaba recostada en mi hombro.

Ella simplemente se ocultó en mi cuello y con miedo empezó a temblar, hace poco había despertado y no estaba segura de que esto fuese bueno para ella aunque la abogada había dicho lo contrario.

Bajéla, que caminé, si sabe caminar.

Oiga, tenga compasión.- reclamó Manu a mi defensa

¿Quieres bajarte?.- le pregunté bajito.

Negó así que hice caso omiso a su protección a lo que se quejó ruidosamente.

Entramos y Antonia nos guío a un pasillo donde había varias puertas.

Es esta.- la abrió casi azotando la.

Un cuadrado de un blanco impecable era la habitación, una pequeña cama blanca con sábanas grises, una mesa de noche con una simple lámpara.

Tu libreta sigue ahí, trata de ponerte al día.- dijo para después retirarse.

Me quedé de pie sin saber que hacer, la niña me vio con sus ojitos llorosos y se abrazó a mi.

Suspiré y entré.

¿Puedes esperarme?, quiero hablar con ella.- le dije a Manu.

Claro.

Mi amor, prometo venir mañana por ti.

Ella pusó su pequeño meñique, estirando lo hacia mi mano, lo tomé con mi meñique y le dí un pequeño besito antes de irme.

...

Acostada bocabajo en la cama estaba, estaba seca de tantas lágrimas que había derramado.

Oh vamos Calle, mañana iremos a visitarla.

Tu no entiendes yo quiero a mi miquito ahora, a mi miquito y a mi novia, ESTOY TAAAAN SOLA.

¿¡Oye y yo que, acaso soy una pared más en este cuarto!?.

Si exacto, ¡una pared!.

Oye.- di un golpecito.

*Tono de llamada entrante*

Atiende.- ordene con autoritarismo.

A tus órdenes.- se levantó de la cama y fue por mi celular.

Alo sí celular de la señorita Daniela, ¿con quién desea hablar? Ohhh permítame.- dio un momento de silencio.

No se encuentra, ¿gusta que agende una cita? Claro, claro a nombre de María María Poché perfecto.

Al escuchar el nombre de mi novia me levanté insofacto y le quite el celular a Manuela.

MI AMOR.- empecé a llorar de nuevo mientras abrazaba a Manuela, como si de un peluche se tratara.

Le narre al pie de la letra lo sucedido.

¿Cómo así chiqui?.- dijo suavemente con un toque de tristeza.

Si mi amor, mi niña se quedó allá solita, la extraño tantoooo.

Pero amorcito como es posible con todo lo ocurrido, le contaste en qué estado estaba la niña cuando la encontramos.

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