Contigo...

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Cada hora que pasaba dentro de este objeto volante hacía que mi preocupación aumentara, era sin dudas el peor vuelo de mi vida.

Pocoyo había ayudado a preocuparme, angustiarme y sentirme insegura, pero ahora de lo único de lo que estaba segura en ese momento era de que Pocoyo era un niño y no una niña como hacer algún tiempo habíamos discutido, pues ahora en la nueva temporada que veía aparecía una niña peliroja de atuendo verde, no se porque eso era lo que más me tenía con rabia, Pocoyo no es niña.

Miraba por la ventanilla viendo el hermoso amanecer de la ciudad de México que poco se veía por las nubes grises de la tormenta, estábamos por aterrizar.

¿Y como se llamaba la niña?.- me pregunté molesta en voz baja para mí misma.

Nina, Nina como Elena de The Vampire Diaries, ella se parece a Victoria Justie, Victorious... Me gustaba más Carly!, Sam me daba gay panic, su serie con Ariana no fue tan exitosa, pero Ariana si lo era en Victorious...

Estamos a punto de aterrizar, les rogamos que puedan abrochar sus cinturones.- el hombre en el altavoz interrumpió mis pensamientos.

¿Tienes hijos?.- preguntó el chico de forma amable a mi lado.

¿Porque lo preguntas?.- me asombro su repentina y personal pregunta.

Porque te la pasaste todo el vuelo viendo dibujos animados.- dijo sin intensión de ofender, solo sonriendo de forma amable lo más que podía.

Sí, una bebé.- dije queriendo saber que se sentía decirlo.

¡Que lindo!, ¿qué edad tiene?.- volteó todo su torso para verme mejor.

Tres años...- susurré insegura pues recordé que no lo sabía con claridad.

Ohhh es chiquita aún.- dijo con ternura.

Sí...- me detuve a pensar en ella y de inmediato las ganas de llorar se hicieron presentes.

¿Y dónde está?.

Con su mamá, vine por ellas, mi novia, tomó un viaje antes ella y pues ahora vine a alcanzarlas.

¡Que romántico!.

Sonreí queriendo acabar la conversación, no porque el chico no me agradará si no porque ya quería bajarme, afortunadamente en cuánto aterrizó él se levantó de su asiento y abrió la gaveta que se encontraba arriba de nosotros sacando las cosas que había puesto dentro.

Iba a levantarme a hacer lo mismo cuando al quitarme el cinturón de seguridad sentí mi estómago y guau vaya que estaba hinchado, cerré los ojos maldiciendo mi colón.

Pues si, a quien se le ocurre no comer nada después de semejante cena de ayer, por qué un sándwich era poco para el hambre por nervios que tenía, digamos que también comí cosas que no debía.

Parecía una barriga de 5 meses sin exagerar, Tomás el chico de al lado me miró y casi le salieron estrellitas por los ojos al verme.

No parce, no quiero tener está conversación, así que me salí rápidamente, apenas abrieron las puertas del avión yo ya estaba abajo buscando mi maleta.

Ví la cinta y antes de acercarme a ella me percaté de lo ruidos que estaba el aeropuerto de la ciudad de México, ¿qué acaso algún famoso llegaba?.

Tomás de nuevo a mi lado apareció, ¿que tengo imán para este chico o que?.

Vaya que tienes prisa ¿no?.

Sí.- respondí cargando mi maleta para bajarla a lo que obviamente él me ayudó.

Gracias.- respondí lista para huirle pero en cuanto me volteé para seguir con mi camino vi mucha gente, si exagerar como 200 personas gritando con carteles donde mi novia y yo apreciamos.

Solo quería felicitarte por tu em...- llegó de nuevo detrás de mi.

Wou... hay mucha gente, espera un minuto... esa eres tú, vienen a verte a ti.

Maldita sea.- me recargue en la manija de la maleta.

Deseo ser invisible.- hablé susurrando esperando que mis padrinos mágicos aparecieran, pero obviamente nada pasó.

Tomás soltó una risa a mi lado, y con cara de pocos amigos lo ví.

Tranquila, si quieres puedo cubrirte hasta la salida, digo no creo que se interesen en un apuesto abogado en proceso.

Me reí por como había se había alagado a si mismo, sin embargo necesitaba de su ayuda, si no los cachérs me comerían viva.

Tu tranquila, yo nervioso.- estiró su brazo para que lo tomara y me sostuve de su antebrazo un poco dudosa.

Diablos, olvidé pasar por mi gafete, ¿te molesta si vamos? prometo no tardarme.

Esta bien.- apresuré el paso para seguirlo un tanto desesperada.

No tardó.- dijo en cuánto llegamos del otro lado dónde se encontraba la bulla, aún podían verme, pero aún no me reconocían.

Pensaba en cuáles eran los aspectos que hacían que la gente no me reconociera, comenzaba a numerarlos:

1.- Esperaba a un chico y no a mi novia.

2.- La gorra de mi hoodie negro que cubría la mitad de mi rostro.

3.- La panza de embarazada que tengo el día de hoy.

4.- Calle...

Ví a Calle a unos cuantos metros de mi, cerca de la bulla pero oculta, con los ojitos rojos, con sus ojeras mucho muy marcadas, se notaba cansada, sin embargo estaba hermosa como siempre.

Li...- nisiquiera terminé de escuchar la palabra cuando al igual que mi amor me encontraba corriendo, hacia ella.

Sentí cada una de las emociones que había tenido en este tiempo lejos de ella, desde el enojo hasta la preocupación, la tristeza estaba presente, pero todo fue opacado al momento tocarla, de tenerla en mis brazos, la abracé fuerte, al tiempo que sentía cómo ella desaparecía todo lo malo, ahora lo único que sentía era felicidad, mi sonrisa era inocultable, reía y lloraba al tiempo.

Poché...

Calle...

Ambas susurramos al tiempo.

Tomé sus mejillas y las acerqué a mi rostro en un desesperado beso que fue bien recibido, ella tomaba mi cintura mientras metía sus manos debajo de mi hoodie, la necesidad de sentirla se hizo presente, no quería separarme ni un centímetro, la besaba con abundancia reclamando cada uno de los de los jodidos segundo que estuvimos separadas.

Mamaaaaaaaá...

¡Vamos 300 ✯ y comentarios para un maratón!

18 agosto 2021.

HijaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora