Sin palabras.

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Mierda... no hagas eso...-  ví como mi novia se sobresaltada para segundo de eso escuchar la voz de Valentina.

Poché!, con quien hablas, vístete porfavor.

¿Con quién estás?.- le pregunté ya sabiendo la respuesta, pero extrañada por qué ella se encontraba ¿sin ropa?.

Con Vale querida, hoy se quedará conmigo.- sonrió mirando hacia su lado

¿Estás hablando con Calle? déjame verla.- ví como el celular era arrebatado de las manos de mi amor.

Hola cuñada, ¿cómo están?, ¿dónde está la niña?.- Poché desapareció de la pantalla mostrando a mi cuñada sonriendo.

Esta dormida Vale, acá ya es tarde...- pues acá es una hora más que allá.

Y de nuevo ese llanto se escuchó detrás de mí al tiempo que Poché regresaba ahora con una sudadera con capucha.

¿Despertó?

Sí, apenas la había acostado.- Me levanté y me dirigí a la cama dónde mi nena esperaba ser alzada.

No sé porque, pero me sentía orgullosa de lo dependiente que era a mi, así como ella no podía estar lejos de mi, yo no podía estar lejos de ella.

Vale, ¿porqué no vas a cambiarte en lo que habló con Calle?.- habló Poché rascando su nuca.

Sabes que, mejor iré a la sala.- se levantó de inmediato y en unos cuántos movimientos ya estaba sentada delante de mi riéndose, su risa la hace ver tan linda...

¿Qué?.

Nada mi amor, mejor cuéntame ¿qué tal te fue hoy?

Pues fue... agobiante.- en resumen lo fue.

Te vez cansada...

Lo estoy, de hecho desde que llegamos de allá, ella es como recién nacida, se despierta casi cada hora en busca de mimos...- estaba dudando demasiado si decirle el resto de la historia.

Pued...

Pero bueno, no importa mejor cuenta me ¿qué tal tú? ¿qué tal tu día mi amor?.- mejor no, bueno solo si pregunta.

Oh.- abrió su boca.

Este... siendo sincera solo estuve pensando en ti, en cuanto te extraño.-

Yo también extraño... te extrañamos.- las dos... 

Ambas nos quedamos calladas, en un silencio un poquito incómodo.

¿El gato le ha comido la lengua a la maravillosa Daniela Calle?.- dijo mirándome intensamente

Poche, Poché... siempre tan coqueta

¿Pero que me dice de usted señora Pochosaurus Rex?.- sonreí respondiéndole.

...

¿Cómo está ella?.- preguntó por fin.

Suspiré sin saber que palabras exactamente utilizar.

No sé Poché...- ella te necesita.

Frunció el seño ante mi respuesta.

¿Cómo así?

Amor, te voy a ser bien honesta y porfavor prométeme que no te vas a poner brava.- eso eres lo que más temia, no quería más discusiones.

Claro, lo prometo.- contestó juntando sus cejas, inclinándose más al móvil poniéndome atención.

¿Pinky Promise?.- alcé mi meñique.

Pinky Promise.- contestó dándome la seguridad que necesitaba al ver las comisuras de sus labios subir ante mi gesto.

No me lo tomes a mal pero pensé que si nos veníamos las dos solas... ella dejaría de sufrir por ya sabes... ti... tus... entiendes.

Calle yo en verdad me siento muy mal por eso, creo que no fue la mejor manera de reaccionar...

Espera que termino.- la interrumpí, no quería perder las palabras.

Pero no pasó, al contrario ella está demasiado triste, demasiado dolida, no hay minuto en el que no piensa en ti, está todo el día con el celular viendo vídeos viejos para poder escucharte.

Mi amor ¿porqué dejaste de ser cariñosa con ella? Y no digas que no es cierto porque hasta preguntar por ella se te había olvidado.- esa era la pregunta que no me dejaba dormir y que me hacía doler el corazón como si de una espinita se tratará, como una herida hecha con una fina hoja de papel.

Calle no es algo sencillo...

¿Que?, ¿querer a una niña que te ve como su mamá?.

Bajo la cabeza, quizá había sido un poco dura.

Lo siento, no quiero hacerte sentir mal pero porfavor ponte en mi lugar.- ¿su lugar?.

Lo sé, yo también lo siento mucho, no sabes lo mucho que me arrepiento, es simplemente que no quería encari...

Mmm...- mi bebé se movió frotando sus ojos, sonreí ante la idea que vería a Poche de nuevo, aunque sea por una pantalla.

Creo que es mejor hablar luego, ya es tarde por allá, tienen que descansar y...

Oh mierda, la cagaste mi amor.

No es necesario Poché, entiendo.- colgué con rabia.

Mmm...- sus ojitos se cristalizaron cuando me vieron, no me quedo de otra más que abrazarla.

Señaló mi celular, bueno el de Poché y se lo dí, ella de inmediato lo encendió y fue a la galería, en cuánto vió la primera foto de Poché se quedó ahí observándola y me la mostró con una sonrisa.

Le sonreí.

Es Poché, bebé.- asintió y su sonrisa decayó.

Yo también la extraño bebé... ya es tarde nena, vamos a dormir.- le cambié el tema antes de que las dos nos pusiéramos a llorar.

En cuanto me levanté el celular sonó y Kimi me dio el aparato.

-"Pinky Promise".- decía.

Reí entre lágrimas, como la amo, es increíble el ser humano que es, apesar de todo me había enojado pero su mensaje me había hecho reír.

Le contesté recordando como Kim había dicho alguna vez "iliota".

-Idiota.

Sin exagerar me quedé como 5 minutos viendo como el celular mostraba la palabra typing, ¿acaso estaba escribiendo una biblia? o porque tardaba tanto, ¿la había dejado sin palabras?.

Coqueteemos.

-¿No será que a usted si le comieron la lengua los ratones? Los dedos en este caso.

Escribí con un poco de picardía.

-Tu ausencia me tiene enloquecida, ¿porque no vienes y recuperas la poca cordura que me quedaba?.

Uff...

-Vaya propuesta señorita Garzón, bastante tentadora a decir verdad pero me apena decir he de rechazarla.

-Acaso, ¿hay algo que la detenga?.

-Solo dos pequeños motivos

-Y podría preguntar cuáles son...

-La distancia y una pequeña arepita con coletas.

-Demos gracias que existe la tecnología para acabar con la distancia y la arepita no es ningún problema.

Tus palabras no concuerdan, querida.

¿Deberían hacerlo?.

Obviamente si!!!!!.

No escribí nada...

11 marzo 2021.

HijaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora