Angustia 💥

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Esa mañana había llegado más temprano que de costumbre. Estaba muy agotado debido a que no había podido dormir bien anoche.

Mitsuki lo vió llegar, y se alegró. Pero al ver su rostro se preocupó al punto de acercarsele para saber qué le sucedía.

Boruto respiraba entrecortado, en verdad no se sentía nada bien y todo por culpa de esa visión que tuvo anoche.

Su mente le jugó malas pasadas durante toda la noche. Se vió a si mismo en un sitio oscuro y cerrado frente a ese extraño. Vestía un pantalón negro, una camisa naranja, una campera color naranja y negra.

Sus dorados cabellos se veían alborotados, su piel tan blanca como pálida y sus celestina mirada tan misteriosa que lo intimidaba. Entre triste y furioso. Así se veía ese extraño.

Por más que Boruto le preguntaba qué le sucedía, el extraño se limitaba a mirarlo en silencio.

Luego de unos instantes, la expresión de ese extraño cambió. Pasó de la tristeza al odio total. Sujetó a Boruto de la muñeca, con tal violencia que el jóven empezó a asustarse.

Por más que le suplicó que lo soltara, él no lo hizo. Más bien lo presionó contra su cuerpo rodeandolo con sus brazos.

- Necesito tu ayuda muchacho y me la darás, sea como sea. ¿Entiendes?
-¡Sueltame! ¿Quién eres?
- No es de tu incumbencia.

Luego lo arrojó al suelo con brusquedad, ocasionandole fuertes dolores, en especial en su muñeca derecha.

Boruto no podía colocarse de pié ya que subitamente sus piernas le pasaron como plomo. Como pudo se fue arrastrando intentando alejarse de ese extraño.

-¿Dónde estamos? ¿Quién eres? ¿Por qué me haces ésto?

- No necesito responder tus preguntas, solo debo ordenarte y tú obebedeces.

- ¿Qué? - Boruto no daba credito a lo que le sucedía. Ni siquiera sabía estaba soñando o aquello era real - ¿Es en serio?

- Muy pero muy en serio.
- No....no ¡No! ¡Déjame en paz! ¡Aléjate de mi!

Por más que intentaba colocarse de pie no le resultaba posible, no sabía dónde estaba, quién era ese extraño que se le parecía a él, ni qué quería en concreto.

Solo sabía que lo asustaba bastante, deseaba correr, alejarse de él pero no podía. Cuando estuvo lo suficientemente cerca de su persona, Boruto despertó. Era de día y sudaba mientras respiraba entrecortado.

Habría creído que se trató de un sueño de no ser por el moretón que vió que tenía en su muñeca derecha. Le dolía a más no poder.

Cuando escuchó la voz de Mitsuki, aquel le devolvió la luz a su alma. Boruto contempló esos hermosos ojos dorados sintiendose deseperado.

- ¿Qué sucede mi sol?
- Mitsuki - se arrojó a sus brazos con desesperación. No sabía qué le estaba pasando, ni cómo solucionarlo. Y temía estar volviendose loco. - Ayúdame por favor.

El peliazúl lo llevó fuera del teatro, lo condujo a su auto y se lo llevó a su mansión. Boruto lloraba sin poder evitarlo. Se sentía desfallecer, jamás le había pasado algo así.

Cuando estuvieron en la mansión, Mitsuki ordenó preparar el desayuno. Luego llevó al rubio a la sala de invitados. Allí, estando solos, el peliazúl lo abrazó con fuerza.

Boruto se fue calmando poco a poco. Desayunaron en silencio, el rubio miraba a su luna con intensidad. Pero la angustia seguía invadiendo su alma.

Boruto se sujetó la cabeza con gran pesar. Mitsuki se acercó a él y lo abrazó.
- Por favor mi sol...dime ¿qué sucede?

Sus miradas se fusionaron, lentamente se acercaron hasta lograr rozar sus labios. Mitsuki lo rodeó con sus brazos.

Boruto se aferró a él recibiendo aquel casto beso que poco a poco fue intensificandose. Volviéndose más carnal, se abrazaron con desesperación.

Cuando se separaron para respirar el peliazul le susurró entre sus labios.

- Te amo Boruto, siempre te he amado.
- ¿Hablas en serio?
- Muy en serio.
- Mitsuki, también te amo mi hermosa luna.

El peliazúl volvió a besarlo mientras lo recostaba en el sillón. Pero cuando Mitsuki acarició su muñeca derecha, el rubio se quejó del dolor.

El peliazúl se apartó un poco de él, y le desprendió la manga de la camisa para ver el moratón que su sol tenía en su piel.

- Boruto ¿quién te hizo esto? - Mitsuki se veía preocupado. Boruto comenzó a llorar mientras negaba con la cabeza - Mi amor

- Mitsuki ayúdame por dios - el rubio lo abrazó sintiéndose muy angustiado - No sé quién me lo hizo, no sé qué me está pasando pero...últimamente tengo amnesias temporales y...no sé qué me sucede Mitsuki. Por favor ayúdame.

El rubio temblaba como una hoja, en verdad estaba asustado.
- Tranquilo mi sol, no voy a dejarte. Estoy a tu lado. Te amo.

Mitsuki lo abrazaba con tanta ternura que Boruto comenzaba a relajarse. El peliazúl, le colocó una crema en la muñeca herida y luego se la vendó.

- Toma, llevala - le dió la crema - Usala cada ocho horas y verás que te curarás mi sol.
- Gracias....mi luna.

Transcurridas un par de horas, ambos volvían al teatro. Allí Boruto trabajó en el ensayo de la obra durante cinco horas seguidas.

Aquello lo ayudó a olvidarse del misterioso extraño, que lo lastimó mientras lo acosaba. Además saber que su luna lo amaba, lo colmaba de dicha.

En medio del ensayo, Sasuke observaba a Boruto desde las sombras con gran detenimiento. Al concluir el ensayo, su socio Mitsuki llegaba, para buscar al rubio.

Así Sasuke fue testigo del inmenso amor que ambos se profesaban, al intercambiar miradas.

Observó cómo Boruto reía felíz nuevamente, al abrazar a Mitsuki. Los contempló irse juntos y felices.

"Vaya, vaya. Con que decidiste inmiscuirte en mis asuntos....Mitsuki. En ese caso tendré que darte una lección. Solo así sabrás que Boruto es parte de mis asuntos, y nadie debe interferir. Menos alguien como tú".

 Menos alguien como tú"

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AMOR ETERNO (SasuNaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora