Mitsuki había estado actuando un poco extraño desde hacía cuatro días, cuando recibió una misteriosa carta que no quiso compartir con Boruto.El rubio comenzaba a molestarse en serio, cuando sucedió lo de su papá recibiendo aquella llamada aquello quedó en suspenso.
Ahora que lo de su papá quedaba momentáneamente en segundo plano, lo de Mitsuki volvía a ser prioridad.
Por tal razón Boruto encaró a su reciente esposo eaa tarde. Si planeaban vivir juntos, debían confiar el uno en el otro. Pero Mitsuki parecía no importarle eso.
Por más que su sol insista, él no estaba dispuesto a decirle nada hasta que haya tomado una decisión sobre aquel ultimatum. Pero su maravilloso sol no eataba dispuesto a aceptar su silencio.
Aquello empeoró cuando ella llegó a su puerta esa misma tarde. Se hizo anunciar como su prometida y sin más entró a la mansión como si fuese la propietaria verdadera.
Su dorada cabellera brillaba enmarcando así su pálido rostro, sus fríos ojos dorados miraron el lugar evaluándolo todo con detalle. Su vestido de terciopelo azúl la hacía más atractiva aún.
Tras de ella entraron un par de sirvientes con su equipaje, la altanera jóven le ordenó a un confundido mayordomo que les indique a sus sirvientes dónde sería su habitación.
Mitsuki y Boruto aparecieron en esos instantes mirándo a la recién llegada más que asombrados. Pero al peliazúl le bastó mirar su equipaje para comprenderlo todo. Frunció el ceño más que molesto ya que sabía quién era ella y por qué se tomaba tantas atribuciones.
Ella miró al peliazúl sonriendo malignamente mientras se le acercó moviéndose como una serpiente.
— Mitsuki, al fin nos conocemos en persona. — Cuando quiso acariciar su rostro, el peliazúl sujetó con fuerza su muñeca deteniendo su rose — Uuuy, eres arisco.
Sin decir nada, el aludido la empujó alejándola de su persona sin dejar de mirarla con desprecio.
— ¿Qué demonios haces aquí...Ayame?
— ¿Acaso no es evidente? Nuestra boda se en menos de siete días, tengo que hacer el reconocimiento de mi futura mansión y empresas.Boruto empalideció al oír aquello, jamás imaginó siquiera oír algo así.
—¿Su boda? — Boruto miró a su luna sin entender — ¿De qué está hablando Mitsuki? ¿Cómo es eso de que te casarás con ella si ya estás casado conmigo?—Oh ¿así que tú eres su ex marido? La famosa estrella del pop, Boruto Uzumaki — dijo ella burlistamente.
—Ya cállate Ayame — ordenó Mitsuki con voz de hielo.—¿Ya firmaron los papeles de divorcio? — prosiguió ella con crueldad
—¿Papeles de divorcio? ¿Era eso lo que estabas haciendo todo éste tiempo Mitsuki?—¿Es que no te lo dijo? — dijo ella — Mitsuki se divorciará de tí para casarse conmigo.
— ¡No! Jamás lo haré — dijo furioso Mitsuki— No tienes otra opción mi amor — espetó ella.
— Siempre hay opciones — contestó con voz de hielo el peliazúl.Ayame rió como una hiena y ordenó al mayordomo llevar sus pertenencias al dormitorio que sería suyo. Súbitamente Boruto se sintió enfermo.
— Ya veo — el rubio se alejó de allí sintiendo que se asfixiaba sin remedio ante la victoriosa mirada de la jóven.
— Vete de mi mansión Ayame, no eres bienvenida aquí ni en ninguna parte.
— No tienes opción Mitsuki ¿acaso Boruto sabe que de seguir a su lado quedarás en la calle?
Mitsuki siguió a su sol que había escuchado aquello con lágrimas en los ojos. Entró en la biblioteca seguido de su luna, que estaba más que preocupado.
— Boruto, espera....mi sol....por favor...
— Déjame Mitsuki, déjame.
— Mi sol....quería decirtelo pero no sabía cómo.
—¿Decirmelo? ¿En serio me estás hablando?— Mi padre dejó un testamento cuya existencia ignoraba mi sol. Me enteré hace cuatro días con esa carta. Perderé todo si no me caso con Ayame.
— ¿Y cuándo pensabas decirmelo? ¿Cuando estemos legalmente divorciados?
— No mi sol, aún no decidí nada. Ayame vino sin que la invitara.— Ahorratelo Mitsuki — Boruto quiso sacarse el anillo de casado pero el peliazúl se lo impidió.
— No Boruto, por favor. Te amo y lo sabes.
— Pero tú novia se quedará aquí, tendré que aguantarmela. ¿Sabes? No acepto.Mitsuki lo abrazó sintiendose desesperado. No soportaba la sola idea de separarse de su sol, menos aún tener relaciones sexuales con alguien que no sea Boruto.
— No me importa nada ¿entiendes? Nada. Solo me importas tú, hasta el punto que a mí mismo se me olvida que también existo. Para mí solo existes tú, mi sol. Te amo.
— Pero ella...
— Somos adultos, nos la arreglaremos mi sol. No viviremos en mansiones sino en un departamento de lujo. Además tú tienes tu trabajo y yo el mío.—¿Hablas de la música?
— Si, cuando dije que hay opciones pensaba en eso. Prefiero mendigar en las calles y seguir a tu lado que vivir entre lujos pero separado de tí.Boruto sentía que su luna le había mentido, ya que no fue sincero con él pero lo calmaba al saber que su luna prefería perderlo todo antes que renunciar a su amor por él.
Ambos se abrazaron fuertemente. Boruto se había comprado un departamento lujoso con lo que ganaba siendo cantante. Allí se irían en ese mismo instante ambos.
Mitsuki se lo hizo saber a Ayame y al abogado que administraba toda la fortuna que él hubo heredado de su padre. Ella se puso como una fiera salvaje pero nada pudo hacer. Sin embargo no estaba dispuesta a perder.
Comenzó la mudanza esa misma tarde bajo la estricta supervisión del abogado. Mitsuki no podría llevarse muchas cosas. Pero ahora ambos sabían que Boruto debería dedicarse a la musica y su carrera con mayor intensidad.
El padre de Mitsuki, en su testamento, dejó dicho que él era dueño de hacer con sus empresas y su fortuna lo que quisera. El peliazúl no permitiría que el dañino de su difunto padre le arruine la vida.
Ayame se fue sin decir nada más, sabía cuándo una batalla estaba perdida. Pero ella ganaría la guerra.
Cuando Boruto y Mitsuki estuvieron instalados en su nuevo hogar, el peliazúl se dedicó a ordenar los papeles para acabar con la burocracia. Fue cuando el rubio recibió el mensaje de su papá en el WatsApp.
Al leerlo Boruto se desesperó, fue a buscar a Mitsuki pero éste se encontraba en esos momentos con su abogado personal ordenando los últimos detalles.
El rubio no quiso molestarlo, por lo que agarró las llaves del Lamborgini y tras decirle al mayordomo que le entregue a Mitsuki, en cuanto se haya desocupado, la nota que le dió, salió a la oscuridad de la noche.
Subió al auto y salió con desesperación rumbo a la mansión donde su papá estaba prisionero del lunático de Sasuke.
Pero Boruto no vió al auto que lo seguía desde que salió de su departamento, hasta que fue demasiado tarde ya que recibió una fuerte embestida que lo estampó contra el poste de luz.
El lamborgini de Boruto quedó como un acordeón, y el rubio perdió algo más que el conocimiento en ese instante.
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AMOR ETERNO (SasuNaru)
FanficSiempre iban a estar juntos, se amarían aún más allá de la muerte, porque el amor que los unía era tan intenso que aunque pasen mil vidas más nada lograría alejarlos. "En la próxima vida todo será diferente mi amor te lo prometo". "Siempre serás mi...