Capítulo 12. Tonto Amor

156 20 3
                                    

Comencé a reírme, después de un rato, me reía como idiota, sonoramente, sin contemplación - No pretenderás que te crea, que ese cachorro es mío, verdad? - dije sin pensarlo.

- Jamás mentiría.

- De nuevo JJ, no quiere hacerse responsable?!, ese cachorro no es mio, no importa lo que tengas que decirme, o tus alegatos, ese cachorro no lleva mi sangre, no es mío y no pienso hacerme cargo de él.

- Otabek por favor...

- Yuri, vete... Antes de que deje de ser amable - traté de cerrar la puerta, pero el no me lo permitió.

- No puedes hacerme esto... No puedes voltear la mirada y dejarme solo con esto, tu no eres como el.

- Ahora le ves los defectos?, pero si le dijiste que quizás aun lo amabas, a fuera de un hotel de la zona rosa, a caso eso ya se te olvidó?.

- Se lo que dije, estoy consciente de ello, se que no quieres escucharme, pero solo me deje llevar, recordé cosas tontas y se lo dije sin pensar, me confundí un momento, solo uno... De verdad lo juro... Lo juro - lloraba como desesperado, si llora, aunque lo hagas no voy a creerte.

- Si estabas confundido es porque yo no te era suficiente, y lo entiendo, Yuri, estoy consciente de que pude haber sido un error en tu vida, quizá una mancha en tu historial, quizá para ti toda nuestra historia no valió lo suficiente, tanto para hacerte confundir, pero para mi duele, duele pensar que estando entre mis brazos, siempre pensaste regresar con el... Quizá solo tenías miedo a la soledad, pero sigamos caminando, sigamos nuestro camino por separado... Será lo mejor para los dos, o tal vez no...

- Escucha... De verdad... No es lo que tu piensas... Yo no tuve nada con el... Lo juro.

- No jures nada, jurar es malo, deja de mentir, quieres?.

- Pero yo... No quiero terminar contigo, no quiero esto... Quiero criar al bebé a tu lado, esta vez quiero que todo sea distinto, esta vez... Solo esta vez... Quiero tener mi final feliz.

- Aunque llores, aunque jures... Tu y yo no vamos a regresar... A diferencia tuya... No seré un masoquista, que está aferrado a una persona que no lo ama, voy a superarte, solo serás un mal recuerdo, porque la vida, no se acabará por ti...

- Otabek... Estoy embarazado, me dejaras solo en esto?.

- No soy idiota Yuri, si JJ, no quiere hacerse cargo de eso, no lo haré yo, no seré tu salvavidas de nuevo, si el no quiere hacerse cargo estas solo en esto...

- Cuando te des cuenta que cometiste un error, yo... No voy a perdonarte... Si me das la espalda ahora olvídate de mi, y no vengas después pidiendo disculpas, porque este bebé será mío, solo mío, cuando te arrepientas será tarde...

- Pedir disculpas?, yo?... Por favor Yuri, no imagines cosas, y porqué debería arrepentirme?.

- Eres un idiota Otabek Altin, me equivoqué lo sé, de verdad lo sé, pero no te fallé del modo que tu piensas, y cuando te des cuenta de ello, no habrá solución.

- Si Yuri, lo que digas... No pierdas el tiempo conmigo, ve a convencer a JJ, para que se haga cargo de ese cachorro - dio la media vuelta, su aroma era de tristeza y soledad - ojalá se parezca a el...

- Me lastiman tus palabras, pero más me lastima darme cuenta que no eres el amor de mi vida...

- Tú tampoco eres el mío Yuri Plisetsky - el silencio apareció en mi casa, cuando el se fue, y una sensación en mi pecho apareció, una sensación de vacío, podía jurar que mi tórax estaba perforado, quizá era la traición o el desamor, pero ese día comenzó la etapa más turbia, aún más turbia de lo que había sido entender su engaño, era el inicio de una parte de mi vida que se llama, desesperación y lamentación.

Después de que el desapareciera de mi vida, mi lobo parecía angustiado, golpeaba mi pecho cada noche, me hacía sentir que era desgarrado desde mis entrañas, como si el aparte de llevarse mis sueños también se llevara mi vida.

Los días transcurrieron, pasaban de largo como algo sin sentido, el no volvió a llamarme, ni a tocar mi puerta, entre mis residencias y mis constantes guardias hospitalarias, trataba de olvidar su existencia, aunque era claramente inútil.

Una noche mis ojos se cerraban, eran las 3 de la mañana, y me sentía cansado después de ver un paciente con una uña enterrada, recargue mi cabeza sobre mis brazos cruzados, en el escritorio, cuando una enfermera entró corriendo, una emergencia había llegado, no había ningún médico titular en el área de ginecologia, y como una especie de maldición, una cabellera rubia, con una esencia conocida con notas de tristeza llegó a mi.

Detuve mis pasos, el gritaba de desesperación a todo aquel que pasaba cerca de su camilla, había ropa en el suelo, ropa con una mancha carmesí en ella, uno de los médicos había llegado a su auxilio, lloraba amargamente, y mi corazón se sobre salto.

No era necesario ser demasiado inteligente, para darme cuenta que tenía una amenaza de aborto, su esencia floral era amarga, di pasos hacia el, cuando JJ apareció, acariciaba su cabello - todo estará bien, debes tranquilizarte... No le pasará nada - le decía, sonreí con amargura, se veían encerrados en un ambiente de complicidad y amor, el omega sujetaba su mano.

- No me dejes solo... Yo... No puedo con esto... Yo no quiero perderlo - respondía entre sollozos, el aborto inducido que tuvo alguna vez, fue un evento traumatico en su vida, como una especie de broma, el alfa que lo llevó a experimentar ese horrible suceso, ahora estaba a su lado, sostenía su mano y le hablaba con amor.

Una mueca apareció en mi rostro, mentiría si dijera que no pensé en él lo suficiente, que mis pensamientos me llevaban a su presencia, y que más de una vez, estuve a punto de tocar a su puerta y decirle que yo me haría cargo, pero ahora al verlos así, reafirmaba, que el amor te hace estúpido.

Tal vez no (OtaYuri) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora