Capítulo 13. Suspiro

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Sus sollozos se escuchaban en el pasillo silencioso del hospital, siendo las 3 de la mañana, el se sujetaba de la mano del alfa azabache, me senté tras una cortina que separaba el área, de quirofano, podía escuchar y oler su tristeza.

Fue atendido, mientras fingía tomar café para no dormir, una amenaza de aborto era lo que le había llevado al hospital, el estaba ansioso, pidiéndole al cielo que está vez su cachorro no se fuera de su lado, lo revisaron perfectamente, y un ultrasonido fue iniciado, el sonido del corazón de aquel ser, resonaba en el lugar, parecía como si un pequeño tambor fuera tocado con delicadeza y amor, era el sonido de la vida, era el sonido de un bebé que no era mío.

JJ, estaba a su lado, apretaba mis puños, porque así es el amor, te lastima y duele, pero aún así, quieres seguir amando, somos adictos a la emoción y la euforia que nos causa, incluso somos unos masoquistas que no soltamos a la persona que amamos, aunque su presencia duela, a tal grado de sentir que tu corazón dejará de latir en cualquier momento.

Nadie puede juzgarme, nadie puede decir que no tengo amor propio, quien no ha amado hasta la locura, jamás podrá entender, el vacío que sentí aquella noche, mi lobo saltaba en cada sonido, que emitía ese pequeño corazón.

Recordé aquellas palabras, ojalá se parezca a él, las lágrimas llegaron a mis ojos, comencé a mojar mi rostro con agua salada, un bebé con cabello azabache y ojos grises, siendo llevado de la mano por el omega que tanto amé, suena a una mala trama de una película cliché de amor, de bajo presupuesto.

Imaginaba que quizá terminaría en un programa de labor social, en donde exponían toda clase de casos, buscando el morbo necesario, para atraer audiencias, mi programa se llamaría el alfa tonto, que amo demasiado, me veía tonto, llorando tras una cortina, tenía el corazón roto, y esa noche demostraba que aquel dolor no pasaría jamás.

Me levanté y mojé mi cara, en el baño más cercano, me veía lamentable, mi barba comenzaba a crecer, era un alfa que destilada, tristeza y soledad, antes de terminar mi guardia, mis pasos me dirigieron a verlo de nuevo, estaba completamente dormido, me pare a su lado, suspiraba mientras dormía profundamente, acaricie su cabello, teniendo sumo cuidado para no despertarlo, JJ, no estaba en el lugar, agradecía a la vida, estaba siendo un masoquista, pero, una parte de mi se sentía inquieta desde que escuché aquel corazón.

Suspiró profundo, di algunos pasos, cuando su voz se escuchó - Beka... - me detuve temeroso, pensando que había sido visto, pero no fue así, el hablaba dormido, suspiraba mientras de su boca salía mi nombre, no me digas que me extrañas, no me hagas sentir que mi ausencia te duele, no me hagas pensar que cometí un error en dejarte, cuando se que el estaba sosteniendo tu mano, se que dije que esperaba que se pareciera a él, pero no, no quiero verte caminar con una personita igual a él, prefiero que sea como tu, que tenga tus ojos verdes, un cabello sedoso y rubio como el tuyo, será un príncipe o una princesa, tan hermosos como tu.

Salí del lugar, siendo las 9 de la mañana, llegué a casa, mi madre me esperaba, su mirada expresaba preocupación, le di un beso en la frente, para irme a bañar, pero ella me detuvo, sostuvo mi mano, me obligó a sentarme a su lado - Otabek... Hablé con Nikolai... Porqué no me habías dicho lo de Yuri?.

- No hay más que decir, no planeaba hacerme responsable de un niño, que claramente no es mío, quería que guardarás un buen recuerdo de él.

- Se que estas enojado, se que estas herido y puedes sentir que todo lo incrimina, pero... Si llegara a ser que el no te engañó, que el no te fue infiel, qué pasaría?, estás tan seguro que ese cachorro no lleva tu sangre?.

- El le dijo, creo que aun te amo, fuera de un hotel, dime madre, eso no es suficiente?.

- Y si solo lo dijo, sin sentirlo?.

- Estaban fuera de un hotel... Crees que solo fueron a platicar?.

- Los viste entrar?.

- Si... No pretendía quedarme a ver cuanto tiempo estaban dentro, pero pregunté mamá, una de las empleadas lo reconoció, 3 veces había estado allí, en esa habitación, qué más pruebas se necesitan?.

- Tengo miedo... Tengo miedo que te arrepientas de todo, tengo miedo que cometas un error, porque me niego a creer que el no te ame.

- Esta conversación no nos llevará a nada.

- Nikolai vino a verte, a buscarte con desesperación, Yuri tuvo una amenaza de aborto en la madrugada, necesita de tus feromonas Otabek, un omega en gestación necesita de su alfa.

- Lo se, lo vi llegar al hospital y el tipo con el que me engañó iba con el, no me necesita, tiene un alfa que lo cuida.

- Si ese cachorro no es suyo, de nada servirán sus feromonas, eres médico Otabek, si ese bebé no es de ese alfa, el va a rechazar sus feromonas, espero no te equivoques hijo, de verdad lo espero.

- Yo... Lo único que espero, es salir adelante madre, quería formar una familia con el, casarme, me hizo polvo, me destruyó por completo, lo peor que pudo pasar es que estuviera embarazado.

- Otabek, estas seguro, de verdad estas seguro, qué no es tuyo?, solo tu sabes, cuando el y tu tuvieron algo, pero si existe la más mínima oportunidad, de que sea tuyo... Rectifica tu camino, porque si algo le pasa a los dos, porque no estas cerca de ellos, no podrás con la carga, entiendes?.

- Tú también piensas que lo pagaré caro?, te recuerdo que el peor precio por enamorarme de el, lo estoy pagando, más, no puedo sufrir.

Ella me abrazó, me sujete a él como un niño, tengas la edad que tengas, seas incluso un adulto independiente, los brazos amorosos de tu madre siempre serán necesarios, me gustaría tener su fe, pero lo que vieron mis ojos, no lo puedo olvidar.

Tal vez no (OtaYuri) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora