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Habían ya pasado las dos semanas desde que hinata llegó por accidente al monasterio . En ese breve tiempo que la niña estuvo allí , los monjes del lugar se encargaron de hacerla sentir como en casa , por lo que ella estuvo muy agradecida .
El día en el que partiría finalmente había llegado , todos estaban en el puerto donde se encontraba el barco que la llevaría a la isla Doree , donde daría inicio el examen del cazador .
-. Gracias a todos otra vez por haberme ayudado -. Se inclino con gratitud hacía los monjes , que amablemente la acompañaron hasta el puerto para despedirla .
-. No tienes nada que agradecer hinata , está en nuestra naturaleza como monjes ayudar a todo aquel que lo necesite -. Zenko , el maestro de todos los demás , acaricio levemente los cabellos azulados de la niña frente a el , haría falta en el templo .
-. Sii , pero no es obligación venir a despedirme -. Hinata señaló su punto con una sonrisa .
Zenko y los demás monjes al verse descubiertos rieron de buena gana , esa niña sería una gran cazadora de eso no hay duda .
-. Supongo que nos descubriste pequeña ópalo , nos harás mucha falta en el templo -. Dijo el monje , los otros que estaban detrás de el asintieron de acuerdo .
-. Yo. . . Prometo volver cuando encuentre lo que busco , nos veremos una última vez antes de que vuelva con mi familia -. Hinata dijo aquello de manera tranquila , aunque sintiera tristeza al pensar que talvez no los volvería a ver .
-. No te preocupes hinata , el tiempo que pasamos juntos se quedará en nuestras mentes y corazones -. Le dijo un monje joven de lentes , su nombre era konekomaru.
-. Jijijiji lo sé , se que hemos convivido poco . . . Pero voy extrañarlos mucho -. Los monjes vieron la sinceridad en su mirada opalina lo cual calentó en sobre manera sus corazones .
-. No sigamos alargando más está despedida que después duele más . . . Tu barco te espera hinata -. Zenko señaló como muchos hombre comenzaron a abordar el navío .
Hinata volteo al puerto observando el horizonte , mentiría si dijera que no está nerviosa pero tenía que hacerlo , tenía que regresar a su hogar .
La opalina comenzó a dirigirse al barco a paso tranquilo , aspirando el delicioso olor del agua salada y perdiéndose en el sonido de las olas .
Cuando menos lo espero estaba ya frente a la plancha de abordaje , para ser ella la única niña presente en ese lugar , caminaba con una confidencialidad digna de alguien que ha vivido en el mar casi toda su vida .
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