Guíame a la Libertad

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Problemática del encierro.

Esas eran las palabras que Hinata siempre solía escuchar a escondidas en las reuniones de la armada revolucionaria. Y era algo de lo que ella era consciente, no era ajena a las problemáticas pautadas en aquellas conversaciones que se supone no debería escuchar.

Claro, esto solo lo hacía cuando se trataba de ella... Aveces.

Y no era para menos. Por que si bien solía ser (a ojos de sus cuidadores) la niña más dulce, tranquila y paciente del mundo, que lloraba cuando algo no le salía bien a la primera o se frustra a cuando no podía cumplir con las expectativas de quienes estaban a su alrededor. Hinata podía, y lo hacía, llegar a ser bastante problemática cuando algo no le gustaba.

Pero esto no es algo que ella pudiese controlar, lo intentaba si, pero al final se le escapaba de las manos como el agua cuando aprendió a usar jujutsu gyojin la primera vez; simplemente no le gustaba estar encerrada.

Para ella estar encerrada era como dejar de respirar, era como tener el peso de los cuatro Blues sobre su pecho, una inminente sensación de desespero se cernia sobre su pequeño ser desatando caos a su paso cuando no lograba tener una salida visible. Y eso en muchas ocasiones llego a poner en peligro ciertas misiones de infiltración a las que ella debía si o sí, claro no es que alguien alguna vez la culparan, es más la entendían, entendían las capacidades y limitaciones de cada uno como individuos y no presionaban a Hinata más allá de lo que podía soportar.

El verdadero problema radica en que ella quiere ser realmente útil y no un estorbo. En teoría, se supone que ella debería poder soportar estar en espacios confinados sin problemas ¡Pero eso es solo teoría! La práctica era algo totalmente distinto, con tantas variables y tantos escenarios posibles, en momentos así, donde su mente se sobresaturaba de pensamientos extranalíticos qué no le permitían ser consciente de su entorno, que no le permitían "escuchar".

Y ahora... Parecía estar condenada a sobrevivir 50 putas horas en un espacio lo suficiente te grande para los seis participantes de esa prueba...

O eso era lo que habían acordado Leorio y la otra prisionera...

odio esto... -murmuró ella caminando rumbo a la plataforma de pelea, ahorre le tocaba a ella -debí haberme lanzado al vacío cuando tuve oportunidad... -dado que solo quedaban ella y Killua por pelear, debía terminar con rapidez para poder cumplir la penitencia y salir lo antes posibles.

—¡vamos Hinata, puedes hacerlo-escucho la de ojos luna gritar a Gon con una energía optimista que Hinata envidiaba completamente —me preguntó ¿que clase de tecnicas usará? Ya quiero verla —en esencia, Gon parecía ser él único realmente emocionado por ver pelear a su amiga.

—no lo se, pero lo que sea que use habrá de doler —Leorio miro la espalda de la menor. An recordaba ese doloroso golpe que resibio antes -no quisiera estar en los zapatos de la otra persona —admitió con algo de pena. Gon lo entendió.

—bueno... Considerando como la hicistes enfadar, muy seguramente se desquitara con su oponente —Kurapika confiaba plenamente en las capacidades mostradas por ella con anterioridad.

Eso no significa que no intervendria si las cosas se salían de control, ahora era Kura-Aniki...

Killua por su parte, solo sentía curiosidad por lo que ella haría, ¿que técnicas usaría? ¿Serían como las técnicas de su familia? ¿Que tan fuertes y eficientes serían sus técnicas?